Una obra de amor

Calidez y profesionalidad en el Hospice La Piedad de Esperanza

Se trata de un espacio donde se atienden personas con enfermedad avanzada. Consiste en el cuidado y acompañamiento del paciente, su familia y su entorno, señalaron sus responsables.

Corresponsalía Esperanza

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Octubre fue el mes de conmemoración de los Hospice. Desde abril pasado, en Esperanza funciona el denominado La Piedad, junto a un equipo profesional y de voluntarios que hacen de esta obra un lugar de amor y contención para la persona con diagnóstico terminal.

Muchas veces la experiencia personal sirve para graficar una situación. Ante la enfermedad terminal de una persona, la contención de la familia es fundamental para transitar esta etapa en su vida.

La persona depende de sus afectos directos y también de las amistades porque empieza a recorrer un proceso duro, de dolor y descompensaciones imprevistas, y como familiares, necesita de nosotros en toda la dolencia y no sólo en su etapa final.

Más allá de la voluntad, buena onda y predisposición puestas de manifiesto para su tratamiento y su voluntad de pelearla, llega un momento en que el dolor se hace fuerte y la necesidad de la contención extrema se impone. Precisamente si no existe ese contexto, existe un lugar denominado Hospice.

El equipo está integrado por la Dra. Hermana Alicia Nora Félix, directora; Dra. Virginia Marina, vicedirectora; tanatóloga Rosa Pietrani, coordinadora general; Melisa De Michelis, secretaria; Lic. María Laura Feresin, psicooncóloga; Lic. María Elena Cavallo, supervisora de enfermería; Miguel Mauna, coordinador de voluntarios y mantenimiento.

La modalidad de atención y acompañamiento se apoya en un equipo multidisciplinario, donde lo que se busca es la posibilidad de generar confianza y educación permanente, en un ambiente de calidez, donde se tiene presente la profesionalidad, la ética, las exigencias humanas y científicas, que la tarea requiera.

Un Hospice es un hogar donde la persona viene en busca de una oportunidad para encontrarse. Pueden llegar solos o acompañados. “Vemos necesario este servicio en nuestra ciudad, ya que en nuestra sociedad es difícil encontrar lugares donde se nos devuelva la esperanza, más allá de las condiciones en que nos toca vivir, como así también, vemos cada vez más personas en estado de sufrimiento, que viven en la más profunda soledad” contaron.

“Desde que se inauguró hasta la actualidad contamos con 13 almas maravillosas, de las cuales 11 transitan una nueva vida. Hoy hay dos mujeres con nosotros. Sabemos que el espíritu de nuestros seres que han partido están con nosotros, independientemente de su cuerpo”, afirmaron.

En este sentido, agregaron que “desde abril que abrió sus puertas el Hospice, trabajamos mucho. Nuestro objetivo es poder acompañar a esa persona con lo que esa persona necesite, tratando de que ellos mismos nos enseñen qué necesitan, cuál es su falta.

Aquí llega la persona carente de algo: de la ayuda de su familia porque no la tiene; de la necesidad física, es decir, privada de algún recurso físico que necesita -una cama cómoda, un techo, una medicación para aliviar-. Pero siempre con el diagnóstico de terminalidad, es decir, que no tenga posibilidades de cura o que sea reversible a ningún tratamiento”, precisaron.

Hasta el momento “sólo tenemos 4 camas destinadas a enfermos con diagnóstico de terminalidad. Para todos la vida tiene un sentido y esta etapa, por más que sea una etapa final de la vida, tiene su sentido hasta ese último segundo que la persona vive. La muerte es un paso. Creemos que la vida no tendría sentido si pensáramos que todo termina con la muerte”, expresaron las mujeres.

“La muerte, una circunstancia”

Al respecto, indicaron que “el objetivo de la Tanatología es ser conscientes de nuestra finitud y, de esa manera, vivir en relación con esa conciencia de finitud que significa que todas las mañanas nacés y todas las noches, cuando te dormís, tu conciencia desaparece, pero tu mente sigue soñando, es decir, estás vivo. La muerte es una circunstancia de la vida”, destacaron.

A ello agregaron que “somos seres vivos porque nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Algunos llegan a cumplir todas las etapas y otros saltan pasos. Somos humanos y como humanos no podemos ser sin el otro. Somos con el otro; de lo contrario, no hay manera”.

Más allá del trabajo profesional, que involucra amor, tiempo, voluntad, paciencia, contención, es importante el trabajo voluntario que realizan muchas personas. Pero siempre es importante que se siga sumando gente a esta obra. Por ello es interesante que quienes quieran aportar su tiempo se acerquen al Hospice y se sumen. “Ser voluntarios, dar lo que más cuesta, que es el tiempo de cada uno”, sintetizan las profesionales al momento de invitar a sumarse.

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Es importante acompañar y ayudar a las personas en el momento que les toca vivir que es transitar esa etapa final de una enfermedad avanzada, donde no hay posibilidades de revertir ese estado. Allí entra a tallar el Hospice La Piedad. Foto: Corresponsalía Esperanza

Jornadas

Los primeros días de diciembre se van a realizar las 5tas. Jornadas Internacionales de Tanatología, sede Esperanza. “En este momento, trabajamos en el programa de las mismas y en la organización que implica este tipo de actividad”.

Por tal motivo, invitan a acercarse a quienes quieran colaborar en esta importante actividad o en la labor diaria del Hospice a contactarse o acercarse al lugar, avenida Córdoba 3029, teléfono (03496) 437242, e-mail [email protected] o visitar la web: www.hospicelapiedad.asait.org.ar.

/// LA CLAVE

Damnificados por inundaciones

La Municipalidad de Esperanza señaló, a todos aquellos vecinos que se encuentran oficializados como damnificados en el Padrón definitivo del Fondo de Reparación Solidaria Inundados 2006/07, que los mismos serán debidamente notificados en sus domicilios declarados, sobre el día y horario en que deberán presentarse en el Salón Blanco Municipal a fin de acceder a las alternativas que se ofrecen para el trámite respectivo.

Vale aclarar que se estima una presentación promedio de unas 80 personas diarias debidamente notificadas, quienes serán asesoradas por un equipo técnico especializado, que brindará la atención adecuada a cada requerimiento de lunes a viernes, en horario corrido de 8 a 16, y los sábados, de 9 a 13, hasta cumplimentar el total del padrón mencionado.

Dichas notificaciones respetan el número correlativo concedido al realizar el trámite inicial de empadronamiento, y se emiten en una cantidad limitada de notificaciones por semana. Por ejemplo, la semana pasada se notificó a quienes deben presentarse esta semana; luego, se notificará a quienes deban presentarse la semana que viene, y así sucesivamente.

“Requerimos de los involucrados y damnificados el máximo de tolerancia y la paciencia necesaria, para que entre todos podamos llevar estas tareas a buen término”, explicaron.