Violencia en México

Arrojan cabezas humanas frente a alcaldía

Télam

Tres cabezas humanas fueron arrojadas frente a la sede de la presidencia municipal de una ciudad del Estado (provincia) mexicano Zacatecas y los cuerpos correspondientes fueron hallados poco después en un poblado cercano, informaron autoridades. Las cabezas aparecieron ayer frente al palacio municipal de Chalchihuites junto con mensajes enviados por presuntos narcotraficantes, anunció el fiscal de Zacatecas, Arturo Nahle García, quien no reveló en contenido de esas notas.

Las tres cabezas cercenadas y sus cuerpos fueron identificados como pertenecientes al ex policía Francisco Arce, a Lamberto López -sobre quien pesaba una orden de arresto por tres homicidios- y al hermano de éste, Fabián López, consignó la agencia noticiosa italiana Ansa.

Los casos de decapitación atribuidos a venganzas entre grupos narcotraficantes se multiplicaron en los últimos tiempos en México, en medio de la ola de violencia que produjo más de 28.400 asesinatos en el país en los últimos cuatro años. Por otra parte, tropas federales continuaban buscando hoy al niño de 12 años conocido como El Ponchis, cuya historia conmovió al país por tratarse de un sanguinario sicario del Cartel del Pacífico Sur, que lucha por el control del narcotráfico en el sudoeste del país.

El secretario de Gobierno del Estado Morelos, Oscar Hernández, confirmó que de la búsqueda también participaban efectivos policiales estaduales y municipales.

De acuerdo con las versiones conocidas, El Ponchis -cuya identidad real es desconocida- actúa en el municipio Jiutepec, cerca de Cuernavaca, a órdenes de Julio Jesús Padilla o Radilla, jefe del Cartel del Pacífico Sur en Morelos, y “tortura, degüella y después arroja al costado de las rutas o en terrenos baldíos” los cadáveres de sus víctimas.

Su existencia se conoció a través de videos que circulan por internet, donde aparece una fotografía de El Ponchis cortando el cuello de una de sus víctimas.

Hernández afirmó que su gobierno “está muy preocupado” ante la posibilidad de que los grupos criminales que operan en la zona “adopten las mismas estrategias de reclutamiento de menores, como ocurría con la guerrilla en Centroamérica o en otras latitudes, donde los niños son usados para la guerra”.