Trabajo de la Fundación Padre Gasparotto

Nuevas instalaciones en la escuela Santa Lucía

De la redacción de El Litoral

Con la presencia de autoridades religiosas, municipales y provinciales, fueron inauguradas nuevas instalaciones en la Escuela Nº 1174 Santa Lucía: un gimnasio cubierto, SUM y dos salas de computación para la institución, ante la emoción de alumnos, docentes, directivos y vecinos de la zona. La obra -un gran sueño que tenía el padre Edelmiro Gasparotto- se concretó gracias al trabajo de la Fundación que lleva su nombre y al apoyo de muchas personas que trabajan para seguir con la obra del sacerdote en esa barriada del suroeste santafesino.

“Esta obra demuestra que los sueños, cuando se buscan con fe, logran hacerse realidad”, dijo el arzobispo de esta ciudad, monseñor José María Arancedo, quien fue el encargado de bendecir las nuevas instalaciones y descubrió una imagen del padre Gasparotto ubicada en una de las paredes de los jardines de la institución, diseñada por el artista plástico Favaretto Forner.

Tras el acto de inauguración, autoridades escolares recibieron presentes y la donación de diversos artículos deportivos que serán de uso en el flamante gimnasio. Luego, el presidente de la Fundación Gasparotto, Mario Gervasoni, resaltó que “es una gran emoción, mucha alegría para los chicos, docentes y vecinos de Santa Lucía, haber concluido esta nueva obra. Son muchos años de trabajo, que vemos concretados gracias al motor de todo esto que fue el padre Gasparotto”, puntualizó.

Sueño concretado

Con vestuarios para varones y mujeres, el gimnasio ocupa un espacio semicubierto de 750 metros cuadrados. Albergará a 850 chicos que harán sus actividades deportivas en el lugar. Está dotado de excelente iluminación, tiene entrada independiente y podrá ser utilizado por todo el barrio. Además, fueron inauguradas dos salas de computación, bendecidas por padre Axel Arguinchona, quien afirmó: “Es muy lindo tener sueños y verlos concretados”.

“El padre Gasparotto nos dejó un legado muy grande que fue llenarnos de esperanza. Es un hombre al que siempre le tocó vivir situaciones difíciles dentro de su vocación sacerdotal, en cuanto a que tuvo que trabajar en una zona muy marginada en Santa Fe. Él siempre tuvo mucha paz y fuerza en su espíritu y así logró animar a la comunidad que sigue trabajando para lograr cosas como ésta”, resaltó.

1.jpg

Mons. Arancedo bendice la imagen del padre Gasparotto ubicada en una de las paredes de la institución.

Foto: Amancio Alem