Gustavo Penacino

“Hoy la prueba de ADN es como una receta de cocina”

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“La prueba de ADN se ha transformado, en los últimos años, en un auxiliar muy importante de las causas judiciales”, aseguró el especialista.

Foto: Guillermo Di Salvatore

El director de la Unidad de Análisis de ADN visitó Santa Fe en el marco de la Cuarta edición de la Diplomatura en Pericias Judiciales realizada por el Centro de Capacitación local.

 

De la Redacción de El Litoral

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“Nuestro trabajo es hacer estudios de ADN en causas criminales”, simplificó el doctor Gustavo Penacino, que este año visitó Santa Fe para participar de la 4º edición de la Diplomatura en pericias judiciales que todos los años brinda el Centro de Capacitación Judicial de la Corte Suprema.

“Cuando aparece una mancha en la escena del crimen -continuó- interesa saber si esa mancha corresponde o no en su patrón genético a uno de los imputados”, dijo el profesional ante un grupo de periodistas lo esperaba para hacerle un sinfín de preguntas.

“La prueba de ADN se ha transformado en los últimos años en un auxiliar muy importante de las causas judiciales. Como siempre, nosotros aclaramos que no tenemos que ocupar otros campos, ni reemplazar a la investigación judicial y policial. Es decir, una investigación correctamente hecha es ayudada por la prueba de ADN, pero no la reemplaza”.

—¿Cuáles son los límites de su trabajo?

—Nosotros combatimos la visión generalizada de que lo científico resuelve. Es decir, lo científico ayuda a resolver seguramente, la prueba de ADN entre ellos es una herramienta muy importante dentro de la investigación.

—¿A qué se debe el aumento de la demanda de pruebas de este tipo?

—La demanda de pruebas de ADN aumenta año a año en un 20 ó 30 %. Más que por el aumento del delito, por una cuestión de conocimiento de la prueba. Ya los jueces saben qué cosas pueden hacerse con la prueba, los investigadores, los fiscales y la policía tienen un conocimiento más amplio, y gran parte de ello ayudado por las series de televisión, que han ayudado a que se conozca nuestro trabajo, y aunque la realidad dista de ser lo que muestran las series, ayudan a prestarle atención a este tema.

—¿En qué casos se usan habitualmente las muestras?

—La mayor actividad es para casos penales, homicidios y delitos sexuales, especialmente apropiados para estos últimos porque siempre hay una mezcla de fluidos y un patrón genético que suele quedar. En un hecho de homicidio puede no quedar resto del agresor, salvo que haya existido una lucha. De todas maneras hoy día podemos analizar una copa de la cual ha bebido alguien o un elemento que ha manipulado alguna persona. Hay una sensibilidad tal de las pruebas de ADN que pueden ayudar aún en delitos como el homicidio.

Trabajo intenso

—Denos ejemplos en los que haya trabajado...

—No puedo hablar de casos particulares y mucho menos en los que hemos intervenido. Esos detalles se lo tienen que preguntar a cada juez. Nosotros analizamos entre 600 y 800 muestras por mes, por lo cual son 100 a 200 casos por mes que estamos analizando, por eso con esa cantidad de estudios hay muchos casos en los que cooperamos, no resolvemos.

Hoy día la prueba de ADN se ha hecho como una receta de cocina. No es algo tan complejo como era cuando comenzamos a trabajar que había que desarrollar cosas. Hoy los que trabajamos en ADN no somos científicos sino brindamos un servicio en una receta previamente hecha. Se puede armar un centro si es que hace falta, se pueden utilizar laboratorios que están funcionando o derivar la muestra, es un criterio que depende de los solicitantes.

—¿Qué casos resonantes recuerda?

—Por la repercusión popular que tuvo, el tema de Marta Holgado, quien decía ser hija de Perón, fue un caso muy resonante y desde el punto de vista técnico fue uno más en cientos, porque una prueba de ADN para determinar paternidad es algo que se hace a diario y es bastante frecuente.

—Se dice que el ADN tiene un 99.9% de certeza. ¿Es así? ¿Por qué?

—El 99.9 % de certeza implica que no haya otra persona con el mismo patrón genético en en mundo. Pero la mayor limitación tiene que ver con los errores humanos, desde que es tomada la muestra, hasta que ingresa al laboratorio e incluso dentro del laboratorio podría haber errores. De hecho cada tanto hay algunos y aparecen errores, pero nada lleva al 100 % a la actividad humana.

—¿Cuánto tiempo tarda un estudio?

—Los convenios con los poderes judiciales dicen 7 días hábiles para los casos urgentes y 16 hábiles para los casos normales. Un estudio se puede hacer en dos o tres días pero luego la etapa de revisión lleva otros tantos, por eso damos ese plazo para los estudios urgentes. Nuestro laboratorio en Buenos Aires está diseñado para elaborar hasta 200 muestras diarias, y tenemos 800 por mes con lo cual no tenemos problemas ni en equipamiento ni en personal. Recibimos casos de todas las provincias del país y del exterior, como Paraguay y Bolivia. En Paraguay no hay laboratorios de este tipo y en Bolivia hay uno sólo. Inclusive de los lugares donde sí hay laboratorio nos envían la muestra para hacer la contraprueba, como Santa Fe, Córdoba y Mendoza.

—¿Están trabajando el caso de Herrera de Noble y de sus hijos?

—Todos los casos que recibimos de la Justicia Nacional vienen codificados, con lo cual probablemente hayamos hecho algún estudio pero no sabemos. En el caso de la Justicia Nacional no sabemos, en otras provincias es distinto y conocemos el origen de la muestra aunque no lo podemos divulgar.

 

///PERFIL

Gustavo Penacino

Tiene 52 años, estudió Bioquímica y orientó su carrera al campo de la genética, para luego especializarse en criminalística. Actualmente es presidente de la Sociedad Latinoamericana de Genética Forense y director de la Unidad de Análisis de ADN del Colegio Oficial de Farmacéuticos y Bioquímicos de Capital Federal, que es el centro más importante del país en la materia.