Lo aprobó el Concejo Municipal

Crearon el Centro de Difusión de los Derechos Humanos

El objetivo es recopilar, reproducir y distribuir información para evitar el desconocimiento y el olvido de los años del proceso y de otras violaciones a los derechos esenciales de las personas. Ariel Durán-Sergio Ferrer [email protected]

A partir del trabajo de los legisladores que la representan y de la determinación del cuerpo colegiado en su conjunto, la sociedad santotomesina ha dado un gran paso hacia adelante, a favor de la memoria activa y la defensa de la dignidad de las personas, en contra del desconocimiento, el menosprecio y el olvido.

La semana pasada, el Concejo Municipal de Santo Tomé aprobó la creación del Centro Municipal de Difusión de los Derechos Humanos, el que tendrá carácter permanente, funcionará bajo la órbita de la Dirección de Cultura y Educación, con la participación de las organizaciones no gubernamentales que quieran integrarlo ad honorem. Este ámbito servirá, fundamentalmente, para recopilar, producir, reproducir y distribuir material bibliográfico, filmes, publicaciones, grabaciones y cualquier otra clase de medio, cuyo tema se refiera a los derechos humanos.

Impulsada originalmente por los ediles del radicalismo (Daniela Qüesta y Martín Giménez), la creación de este centro de difusión hace hincapié, a partir del reconocimiento y el recuerdo de la labor esclarecedora de la Conadep sobre los horrores de la última dictadura militar, en el valor elemental y fundamental de la democracia, porque sólo “con ella se puede mantener y salvar los sagrados y esenciales derechos de la criatura humana”.

Plan siniestro de exterminio

Ante la decisión del Concejo de institucionalizar la difusión y defensa de los derechos humanos a través de una ordenanza, El Litoral convocó a la dirigente social y política Miryan Ramón, para que brinde sus reflexiones y conceptos al respecto.

Ramón participó en la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) durante la dictadura, y con la recuperación de la democracia fue secretaria técnica de la Conadep Santa Fe (zona Centro Norte), para la denuncia de casos ante la Justicia, en colaboración con el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels).

“La creación del Centro de Difusión adquiere una significativa relevancia, en especial por la temática que aborda -poco desarrollada en nuestra ciudad-, pero también por la participación del Estado municipal (del cual dependerá su desarrollo) y por los destinatarios del mismo, es decir la comunidad de Santo Tomé, sus vecinos e instituciones”, señaló Ramón.

“Que sea el Estado quien se responsabilice de la difusión de los Derechos Humanos habla de la posibilidad inmediata de procurar políticas activas, en el supuesto caso que aquellos fueran violentados; este es un escenario impensado, cuando desde el propio Estado se implementó, durante la dictadura militar, una política de terrorismo que produjo miles de desaparecidos, presos, torturados, crímenes de lesa humanidad, así como el exilio interno y externo para muchos”, destacó la dirigente.

“Imponiendo un discurso único, la dictadura no sólo arrebató los cuerpos, sino que ocultó a la sociedad el plan siniestro de exterminio, produjo alienación o negación de lo sucedido, con la complicidad de muchos que se beneficiaron con la misma”, amplió el concepto la Dra. Ramón, quien asegura que su experiencia en la APDH le sirvió de aprendizaje, porque reforzó “el convencimiento de que teníamos derechos” y respaldó “la decisión de luchar por su vigencia”.

Hacerse cargo de la historia

Miryan Ramón sufrió en carne propia aquellos atropellos, al haber sido secuestrada en 1976. Por eso mismo, manifestó a El Litoral que valora mucho su labor en la Conadep, porque le dio la posibilidad de tener un contacto doloroso con los familiares que, denunciando la pérdida de un ser querido por primera vez, eran escuchados por alguien que representaba al Estado.

Después, recordó que en 1984, ya finalizado el funcionamiento de la Conadep, recepcionaron la denuncia del cuidador del Campo San Pedro, lugar de maniobras del Ejército, en la que hablaba de lo que ahora se tienen certezas: enterramientos de personas. Ramón rememoró su ingreso al predio en busca de evidencias, en compañía, entre otros, del presidente zonal de la Conadep, Juan Carlos Adrover. “De esto, El Litoral dio cuenta a través de declaraciones de otro integrante de la Conadep, el doctor Mario Pilo”, acotó.

“Cada generación, con su experiencia, da una óptica nueva y una mirada distinta a los hechos del pasado; por eso me parece impropio que alguien ligeramente diga que lo tienen podrido con la dictadura; así pretende silenciar el pasado, porque con su hartazgo, absolutamente individual, busca callar la historia de un pueblo, sus luchas y su dolor”, añadió Ramón, actual subsecretaria de Salud del municipio santotomesino.

“Lo que se logra con ello es obstaculizar la necesidad de reparación, que se da mediante la justicia, la cárcel y el castigo a los culpables, así como la recuperación de los niños secuestrados; por todo eso, hoy me siento orgullosa de pertenecer a una gestión que se hace cargo de la historia, impulsando desde el Estado la vigencia y difusión de los derechos humanos”, concluyó.

La Casita del Lolo

En el año 1998, periodistas de Diario El Litoral investigaron la existencia en Santo Tomé de un cuartel central sustituto o clandestino de la inteligencia militar durante los años del proceso, el que ganó notoriedad bajo el nombre de “La Casita del Lolo” y supo funcionar en una propiedad ubicada a unos doscientos metros de la zona de Los Cuarteles (avenida Mitre y Roverano. El “Lolo”, también conocido como “Vicente”, fue un personaje que desempeñó un papel siniestro y determinante en la época de la “guerra sucia”, ya que era el responsable de lo que pasaba en Santa Fe, Santo Tomé y alrededores. Se sabe, por ejemplo, que antes de morir llegó a decir que “había sembrado las banquinas de las rutas con los desaparecidos”, así como a sus colaboradores varias veces se le escuchó comentar: “No chupen a esa persona por que es conocida del Lolo”.

En el marco del referido trabajo periodístico, además del emplazamiento de Adelina Este (en el que era común que aparezcan personas con ametralladoras de pie, ocultas en frazadas) se menciona la casa de campo situada en adyacencias de la autopista Santa Fe-Rosario, donde habría funcionado un centro operativo de la represión ilegal. Del “Lolo” se decía que era militar retirado, ligado al Servicio de Inteligencia del Ejército y que a veces, desprejuiciadamente, se despachaba con expresiones como éstas: “No sé para qué hacen tantas marchas por los desaparecidos, si no hay uno solo vivo; acá los dejamos a todos plantados por la rutas, o están bajo tierra en un campo de tréboles”.

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“El relato de los sobrevivientes es conmovedor. A pesar de estar familiarizada con las denuncias, no me dejan de estremecer”.

Miryan Ramón

Ex secretaria técnica de la Conadep Santa Fe