Carrera electoral hacia 2011

En Rosario, el radicalismo apoyó

el lanzamiento de Mario Barletta

El intendente de Santa Fe definió la actividad en el Parque de la Independencia, como “un paso importante en el camino” que lo conducirá a la Casa Gris. Hubo una presencia destacada del arco partidario.

Corresponsalía Rosario

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Con la canción “El ángel de la bicicleta”, que León Gieco compuso en memoria de Pocho Lepratti (y usó Hermes Binner para la campaña de 2007), como música de fondo, el intendente de Santa Fe, Mario Barletta, lanzó formalmente anoche en Rosario su candidatura a gobernador. En un bastión histórico del Partido Socialista, Barletta inició el camino proselitista de cara a las elecciones de 2011 con un acto en la ex Rural, en el Parque de la Independencia, donde ante unas dos mil personas y un núcleo importante de la dirigencia radical, prometió ser el próximo gobernador de Santa Fe. “Estamos dando un paso importante en el camino que nos conducirá a la Casa Gris”, aseguró el postulante radical.

En un inmenso galpón del predio repleto hasta la mitad, las banderas de la UCR, las remeras con inscripciones “Franja Morada”, “Barletta gobernador”, “Alfonsín, sos mi bandera” y las pancartas, eran una muestra de laboratorio del fervor radical en gestación, que comienza a asomar en el horizonte de la carrera por la gobernación. La euforia que despertó cada mención a la Universidad Nacional del Litoral, o a las agrupaciones fuertes en la capital provincial, delataron el origen de la gran mayoría de quienes participaron en el acto, donde hubo una marcada presencia de referentes partidarios, legisladores e intendentes y presidentes comunales.

“Estamos dando un paso importante en el camino que nos conducirá a la Casa Gris para, a partir de diciembre de 2011, gobernar la provincia de Santa Fe”, destacó Barletta al inicio del acto, en el que fue presentado por la vicegobernadora Griselda Tessio, quien resumió: “El radicalismo no sigue hombres, sino ideas. Tenemos ideas, pero también tenemos al hombre que tiene las ideas”.

Presencias

A través de una pantalla gigante de video, autoridades nacionales del radicalismo saludaron la postulación de Barletta a la gobernación de Santa Fe: el vicepresidente Julio Cobos, el presidente del Comité Nacional de la UCR, Ernesto Sanz y Ricardo Alfonsín. Más allá de la presencia virtual de los referentes nacionales, el galpón de la ex Rural estaba poblado de intendentes y presidentes comunales, como Orfilio Marcón, de Avellaneda; Fabián Varela, de Capitán Bermúdez; Carlos Torres, de Firmat; Jacinto Speranza, de Reconquista; Leandro Chamorro, de Las Toscas; Horacio Rigo, de San Cristóbal; Mario Migno, de San Javier; Leonardo Raimundo, de San Lorenzo; Nelson Marcolini, de Totoras; Reynaldo Fabbroni, y Enrique Paduán, de Villa Ocampo, entre otros. También asistieron una veintena de legisladores provinciales entre los que se encontraban Federico Pezz, Felipe Michlig, Eduardo Galaretto, Rodrigo Borla, Hugo Marcucci, Carlos Fascendini, Darío Boscarol y Santiago Mascheroni.

Barletta sostuvo que “si queremos ver nacer el trigo, hay que comprender la importancia de sembrar en el momento oportuno. Y hoy es el momento oportuno”. Recordó las palabras de Juan Bautista Alberdi en las que afirmaba que “hay que alcanzar al tiempo en su carrera y aprovechar de su colaboración”, y señaló: “Hoy es tiempo de profundizar el cambio que iniciamos con Hermes Binner y Griselda Tessio en la provincia a fines de 2007”. En esa línea, remarcó: “El Frente Progresista tiene que seguir gobernando la provincia. Nuestro gobierno es un ejemplo de transparencia y honestidad en la gestión pública”.

Diálogo

Barletta no ahorró géneros a la hora de su discurso, que duró unos 40 minutos. Comenzó con la historia pionera de la provincia —desde Cayastá hasta el Brigadier Estanislao López, el gobernador Nicasio Oroño y Aldo Tessio—, siguió con anécdotas personales —que su padre lo retaba porque no quería dormir la siesta— e hizo una crónica de sus viajes por el interior en esta última campaña: “Qué hermosas las espigas doradas que crecen en nuestros campos”, dijo para agregar de inmediato: “Tenemos que detener el éxodo rural con microemprendimientos”.

“Este es el momento para avanzar en los acuerdos importantes que la provincia necesita. Ya no hay lugar para los desencuentros. Ya no hay razones para la ausencia del diálogo”, subrayó.

Barletta como Tessio, remarcaron que el Frente Progresista que los llevó al gobierno actual, está integrado por todos los partidos —socialismo, Coalición Cívica y radicalismo—, con lo que afirmaron su aspiración de que ese mismo frente los acompañe en la carrera a la gobernación.

“Tenemos que entender que llegó el momento de los acuerdos, también con la oposición”, apuntó. Así, reafirmó los tres ejes de su discurso político: “Salud, educación y seguridad”, y señaló la necesidad de la autonomía municipal para decidir quién dirige un hospital o una escuela y, sobre todo, destacó que a nivel provincial ese acuerdo debe darse con la oposición para que se reforme de una vez la Constitución de Santa Fe —reclamo común a otros dirigentes del Frente—, de modo de hacer más viable la federalización y la autonomía.

Dirigentes radicales de casi todos los sectores acompañaron a Mario Barletta en su acto de lanzamiento.

Foto: Prensa Mario Barletta

Quiero ver una provincia en donde nos pongamos de acuerdo oficialismo, oposición, trabajadores, productores, maestros, organizaciones sociales; donde pongamos lo mejor de cada uno. Porque sólo así, podremos avanzar hacia una provincia más integrada, con inclusión social, con trabajo y con mayores oportunidades para todos”.

Mario Barletta

Precandidato a gobernador

La siesta recurrente

El precandidato a gobernador de la UCR Mario Barletta recordó la “ciudad gris” que era la capital provincial cuando el Frente Progresista asumió en 2007, y dijo que “ha dejado esa larga siesta de la desidia y el abandono”.

No fue el único tramo del discurso en el que Barletta hizo alusión a ese instante mágico entre el mediodía y la tarde (una “hora sin metáfora” escribió Jorge Luis Borges en forma despectiva), sino también cuando recordó que su padre lo retaba porque no quería dormir la siesta. Fue un intento por escapar del antiguo perfil que el rosarino medio trazaba de manera ineficaz del habitante de la capital provincial, algo que quedó en desuso.