El grito

Publio Benuzzi

Un pensador poético.

¡El grito! ¡El grito penetrante de Dios!/ Que nos alcance en plena muchedumbre,/ no en las estancias,/ y por la muchedumbre propagado,/ que repercuta en nosotros hasta los límites de/ la percepción.../ Un alba pintada en los muros,/ mucosa en busca de su fruto, no sabría/ distraernos de semejante conjuro y el poeta/ todavía entre nosotros... esta hora acaso/ la última, este minuto mismo este instante/ y en este punto extremo de la espera/ en que la promesa misma se hace/ mejor harías tú mismo reteniendo tu soplo./ ¿El vidente no tendrá su oportunidad?/ ¿Oyente su respuesta? Poeta todavía entre nosotros/ esta hora, acaso la última... ¡este minuto mismo! ¡Este instante! ¡El grito!/ ¡El grito penetrante de Dios sobre nosotros!

Digresiones

Dr. Alberto Niel.

Señores directores: Ciencia pura. Uno de los alumnos de los cursos de Física Atómica era extraordinariamente petiso. Los compañeros lo llamaban cariñosamente Chiquito, Enano, etcétera, hasta que resolvieron incorporarlo a las materias que los reunían con un apodo científico acorde con sus dimensiones pasando a llamarse Micrón, y posteriormente Nanomicrón. Por suerte ahí pararon.

Lingüística y Álgebra. La Lingüística no está reñida con las Matemática y frecuentemente marchan de acuerdo, como en el caso de la multiplicación de los números negativos: - x - = +, en Álgebra. La negación de otra negación es afirmación en Gramática. Repasen la regla de los signos, muchachos, y no dejen de estudiar Matemáticas en general, que sirve para tantas cosas, (especialmente para conseguir un empleo y enseña nada menos que a pensar).

Ecografía. Era un médico muy bruto. Recuerdo que un día hizo acostar a un enfermo en la camilla, le apoyó el estetoscopio en el abdomen y comenzó a gritar —¡Hola, hola!

—¿Qué estás haciendo?, —le pregunté.

—Una ecografía —fue la respuesta. —Quiero estar al día con los avances de la ciencia.