Tras la masacre de 72 latinoamericanos y el secuestro de otros 50

Gobiernos centroamericanos acusan a México por los secuestros masivos

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Inmigrantes centroamericanos realizaron varias manifestaciones de protesta por la matanza de 72 migrantes en agosto último en el Estado de Tamaulipas, al norte de México, tras haber sido secuestrados.

Foto: ARCHIVO EL LITORAL

En 2010 hubo un total de 222 denuncias por el rapto de inmigrantes centroamericanos en el país.

 

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Télam

El gobierno de México fue acusado por Honduras de “poca contundencia” para investigar la masacre de 72 migrantes en agosto último, y por Guatemala y El Salvador, en el último secuestro de unos 50 indocumentados en Oaxaca, mientras un religioso aseguró que la captura y extorsión de migrantes es un redituable negocio mafioso.

El vicecanciller hondureño, Alden Rivera, que estuvo ayer en México para recibir de la administración del presidente Felipe Calderón informes sobre el secuestro de migrantes centroamericanos en su paso rumbo a Estados Unidos, afirmó que en la masacre de 72 latinoamericanos en Tamaulipas el gobierno azteca mostró “poca contundencia” en la investigación del caso.

“La información al respecto ha sido poca para Centroamérica, y sólo se tiene conocimiento de que existen ocho detenidos vinculados con el crimen”, afirmó el vicecanciller Rivera, citado por la agencia noticiosa Ansa.

En tanto, el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Salvador Beltrán del Río, informó que en 2010 hubo un total de 222 denuncias de secuestro de inmigrantes centroamericanos en México.

Beltrán del Río explicó que el mayor número de estas 222 denuncias fueron presentadas en los estados norteños de Tamaulipas, San Luis Potosí y Nuevo León, y en los sureños de Chiapas y Oaxaca.

“Éstas denuncias son investigadas”, aseguró el funcionario que también se refirió al “presunto” secuestro de al menos medio centenar de inmigrantes centroamericanos en Oaxaca, el 16 de diciembre último.

Sin embargo, el funcionario debió comparecer ante el Congreso mexicano, para explicar por qué el INM, con respecto a ese violento episodio, primero dijo que “no tenía evidencias” de que hubiese ocurrido, pese a las denuncias en contrario de los gobiernos de El Salvador y Guatemala.

Luego, tras las declaraciones de 13 personas que lograron escapar de ese secuestro, el INM modificó su postura y debió abrir una investigación.

Millonario negocio

Por otra parte, el padre Alejandro Solalinde, coordinador Pastoral de la Movilidad Humana de la Diócesis de Oaxaca, aseguró, en una entrevista con el diario mexicano El Milenio, que en los últimos seis meses el secuestro y extorsión de migrantes dejaron ganancias por 25 millones de dólares a la delincuencia organizada.

Pero lo más grave es que el sacerdote precisó que, detrás de ese negocio, no sólo están las organizaciones criminales, sino también políticos, agentes federales y del INM.

En la entrevista, recogida por la agencia cubana Prensa Latina, el religioso sostuvo que el Istmo de Tehuantepec puede considerarse “la capital del secuestro en América latina” por el elevado número de delitos de ese tipo que se cometen.

Solalinde fue el primero en denunciar el secuestro, la semana pasada, de 50 indocumentados centroamericanos en el poblado de Santa María Chahuites, en Oaxaca.

En declaraciones a la prensa, el clérigo también denunció las amenazas que recibió y que involucran tanto a “(el cártel de narcotraficantes) Los Zetas como a algunos políticos, que ofrecieron dinero a varios asesinos a sueldo para que me maten”, señaló.