Conducir adaptándose a las condiciones externas

EL MANEJO NOCTURNO

La iluminación propuesta por los faros genera una limitación a la visibilidad de un conductor. Si el mismo circula de noche con las luces bajas del vehículo encendidas por una ruta que no cuenta con iluminación artificial, en condiciones normales, podrá ver obstáculos oscuros (peatón, ciclista, animal suelto, etc.) recién cuando éstos se encuentren a 35 metros del frente del rodado.

Debemos tener presente las limitaciones y los riesgos adicionales del manejo nocturno para la seguridad del automovilista. Siempre es oportuno recordar que el ojo humano necesita ocho segundos de tiempo para recuperarse plenamente de un encandilamiento, y que durante los primeros tres segundos la ceguera es total. Frente a un encandilamiento, desviar la vista hacia la banquina, o buscar una línea lateral u otro punto de referencia para mantener al automóvil derecho a medida que disminuye la velocidad, hasta que el peligro haya pasado. Si puede evitar manejar de noche, hágalo. En caso contrario recuerde las limitaciones.

 

EL MANEJO CON LLUVIA

Según CESVI ARGENTINA, el 72% de los siniestros que se producen con lluvia ocurren durante los primeros 30 minutos desde que comienza a llover. Esto -en parte- se debe a que muchos conductores no adaptan su forma de manejo a las variaciones de adherencia y a las condiciones que impone el tránsito en cada momento.

Una técnica práctica de manejo se basa en descubrir los peligros que pueden concretarse en los próximos 5 o 6 segundos de manejo e ir anticipando posibles defensas en el caso que éstos ocurran.

Al caer la lluvia sobre la calzada, se forma una capa resbaladiza que imposibilita controlar el vehículo, si se transita a una velocidad inadecuada. Esto hace que la distancia de frenado sea más larga y las condiciones de maniobrabilidad del vehículo para esquivar un obstáculo disminuyan considerablemente. En tal circunstancia no observe cuál es la velocidad máxima permitida, concéntrese en cuál es la velocidad adecuada que le garantice llegar a destino.

NIEBLA Y HUMO

La niebla es otro factor de alto riesgo, en tal situación no se detenga nunca sobre la calzada ni en banquina, si es posible hágalo en una estación de servicio u otro lugar seguro, caso contrario circule despacio y encienda las luces bajas de su vehículo, incluidas las balizas. Cabe destacar que la luz alta disminuye la visibilidad del conductor porque las gotas de agua en suspensión devuelven gran parte del haz de luz emitido.

En resumen, si todos los conductores evaluaran las condiciones externas permanentemente y adaptaran su forma de manejo continuamente, conducir en nuestro país resultaría más placentero y seguro.

Las señales de ayuda externa lo guiarán para conducir con precaución en presencia de niebla.

CONDUCCIÓN CON VIENTO

En las rutas argentinas, podemos encontrar vientos que mueven literalmente al vehículo de la ruta. Los más peligrosos son los vientos cruzados que aparecen repentinamente en nuestro recorrido.

Una de las situaciones en donde debemos tener mayor cuidado es en los adelantamientos a vehículos pesados, dado que los mismos nos cortan el viento y cuando salimos de su zona de influencia -si no estamos atentos a esta circunstancia- podemos llegar a sufrir un fuerte movimiento que desemboque en un posible accidente.

Otra circunstancia similar ocurre en las zonas arboladas, dado que las mismas generan el mismo efecto que los vehículos pesados de cortar el viento y, al finalizar la zona forestada, nos podemos encontrar con la situación de un viento cruzado.

Por este motivo, debemos observar e identificar correctamente la ruta, banquinas y entorno, lo que nos permitirá estar atentos como para poder afrontar bien una situación de este estilo.

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Accidentes por tipo de camino ///

CALLE 6 %

AVENIDA 7 %

AUTOPISTA 10 %

RUTA PROVINCIAL 25 %

RUTA NACIOMAL 52 %

 

El respeto por la velocidad

El exceso de velocidad encabeza el ranking de las infracciones de tránsito más comunes que son causa directa de accidentes. Es importante saber controlar y adecuar la velocidad a las distintas situaciones de tránsito.

Cuanto mayor es la velocidad, menor es nuestro campo de visión y, en caso de accidente de tránsito, la probabilidad de sufrir lesiones graves o mortales se multiplica.

Un choque a 100 km/h contra un objeto fijo equivaldría a una caída vertical del vehículo desde una altura aproximada de 40 metros.

A la derecha, se grafican las velocidades máximas según el tipo de camino donde se circule.

TENGA CUIDADO CON EL USO DE LA LUZ ALTA PARA NO ENCADILAR A LOS CONDUCTORES QUE VAN DELANTE

• CALLES

40 KM/H

• AVENIDAS

60 KM/H

• RUTAS

110 KM/H

90 KM/H

80 KM/H

• AUTOPISTAS

110 KM/H

130 KM/H

90 KM/H

80 KM/H