Es en una esquina; a pocos metros funcionan dos empresas frigoríficas

Algo huele muy mal en barrio Barranquitas

Líquidos cloacales con grasa animal, amoníaco y otras sustancias inundaron la intersección de calles Bolivia y Brasil. Por el olor emanado, los vecinos aseguran que el aire es irrespirable.

De la redacción de El Litoral

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La esquina de Bolivia y Brasil -en barrio Barranquitas- se ha convertido en un charco estanco de podredumbre. Y es el motivo de bronca de los vecinos que viven en las cercanías, ya que les provoca náuseas permanentes: es que de la densa mancha de líquidos cloacales servidos en la superficie -que contendría grasa animal, almidón, amoníaco y otras sustancias, según afirman los vecinos- emana un olor que convierte el aire de la zona en irrespirable. A pocos metros, funcionan dos empresas frigoríficas, una dedicada a la producción de fiambres, y la otra a servicios de frío.Algunos frentistas están apostados sobre la vereda, mirando el charco, tapándose como pueden las fosas nasales. Son pocos, pero la bronca es mucha: “El derrame cloacal está así desde hace un mes, pero el problema lleva años. Es imposible vivir así”, coinciden Mario Bosio, Raúl Hilman y Raúl A. Castañeira, que viven en la zona aledaña. Otros vecinos asienten con un silencioso gesto de hartazgo.

En la esquina, hay dos bocas de tormenta que están colapsadas, una de las cuales está perdiendo líquidos, según pudo constatar El Litoral esta mañana. “Es simple: este problema se origina por las empresas frigoríficas que están aquí cerca, a pocos metros”, afirmó un frentista. Además del olor por los fluentes, “el consumo energético de los equipos industriales hace que cada dos por tres se nos corte la luz”, recordó otro.

Problema de larga data

Otro drama aparece con cualquier lluvia intensa: “Caen unos milímetros y ya tenemos 10 centímetros de agua con esta podredumbre en nuestras casas. Los pozos sépticos están llenos, los desagües están colapsados”, bramaron. Los vecinos aseguraron que han elevado reclamos a Hidráulica y Medio Ambiente de la Municipalidad: “No tuvimos respuesta ni solución, nos dijeron que era necesario un desobstructor, pero aparentemente en enero este aparato no estaría disponible, y no se podría usar”, dijo Castañeira. “Acá el problema es que las cámaras de decantación que obligatoriamente tiene que mantener desobstruidas el frigorífico están colapsadas”.

Las explicaciones

El Litoral consultó a las empresas involucradas en el problema. Desde Fricerd -dedicada a la elaboración de fiambres cocidos- se aseguró que “se cuentan con tres cámaras de decantación que funcionan correctamente”. El problema probablemente se origine porque “al desagüe de uso privado se le conectó un desagüe público, que están en la esquina del derrame. Con ello, el sistema colapsa. Sería necesario un estudio para determinar las causas y soluciones”.

Enfrente de este frigorífico está Doble Frío SA -dedicada a brindar servicios de frío-. Allí aseguraron que, si bien se utiliza amoníaco en agua en los procesos de lavado y congelado de alimentos, “esta sustancia no llega a los desagües”, aseguró Miguel Mai, apoderado. El problema de los desagües “es estructural”, y se agravó “porque hay muchos vecinos que han hecho conexiones clandestinas al desagüe central, además de la basura arrojada que tapa las bocas de tormenta”, dijo.

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Un charco nauseabundo

El derrame cloacal ocupa casi toda la esquina de Bolivia y Brasil, en Barranquitas. Allí, para pasar caminando, hay que embadurnarse el calzado. El área puede volverse un vector de enfermedades. Foto: Guillermo Di Salvatore

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Perros lamiendo grasa

La impactante imagen es de 2009, y fue cedida por uno de los vecinos directamente damnificados por el derrame cloacal. Ya aquel año estaba presente el problema. Los perros del lugar están lamiendo la grasa del derrame.

Foto: Gentileza vecinos damnificados