AL MARGEN DE LA CRÓNICA

Torpe censura

Tres noticias de hoy con un denominador común: la censura. En la primera -por orden temporal- se conoció la protesta que llevan adelante varias estaciones de radio canadienses que anunciaron que emitirán la canción de Dire Straits Money for Nothing en su versión original y de forma ininterrumpida para protestar por la decisión de la entidad que regula las emisoras radiofónicas de censurarla. ¿El problema? El texto de la canción incluye la expresión little faggot (mariquita) por lo que la Canadian Broadcasts Standards Council (CBSC), dijo la canción viola sus normas al contener la palabra “maricón” y que su emisión no está justificada porque existe otra versión que omite la palabra.

La segunda noticia es que el Instituto de Autodisciplina Publicitaria (IAP) italiano ha prohibido la difusión de un polémico calendario del fotógrafo y publicista Oliviero Toscani en el que aparecen doce pubis femeninos (uno por mes), al considerarlo “ofensivo”. El calendario, que cuenta con pubis de mujeres rubios, morenos y pelirrojos, fue encargado por un consorcio empresarial llamado Vera Pelle Italiana Conciata al Vegetale, especializado en el curtido de pieles de animales. El hecho de que esa parte del cuerpo de la mujer fuera protagonista del calendario de ese consorcio empresarial hizo pensar a muchas organizaciones feministas que el artista estaba comparando su pubis con la piel curtida de un animal. La tercera decisión en pocas horas tiene como protagonista a Cuba que ha suprimido el canal estadounidense CNN en Español del paquete de televisión por cable con el que presta servicio a hoteles y empresas extranjeras. El funcionario de Telecable -única empresa que comercializa en la isla el servicio de televisión por cable- indicó que “por políticas de trabajo de la empresa se decidió no transmitir más la CNN (en español)”.

En el primero de los casos resulta ridículo que una canción exitosísima, que se conoció en 1985 reciba una moción de censura 25 años después. Y esperemos que los canadienses no escuchen a los mexicanos Molotov con muchas de sus canciones y, ni hablar de “Puto”. Sobre un calendario con pubis femeninos y la decisión de censurarlo en Italia, resulta más que llamativo en un pueblo donde cultura y desnudez, aparecen en cada rincón de las más importantes ciudades. Y ni hablar de los placeres descriptos en Pompeya o la cartelería elegida para llegar hasta las termas. Finalmente, un clásico. El gobierno cubano a través de alguno de sus muchos brazos decide qué se puede ver y qué no. Pero la resolución no tiene como protagonista al pueblo de la isla sino a sus visitantes que no podrán consumir de un servicio de prensa en español.

Como se puede observar la censura así como puede estar justificada en algún caso (censura militar o en secretos de Estado) en la gran mayoría de los casos no deja de ser un gesto torpe e inútil. Pero la historia de la humanidad está llena de ellos, con una asiduidad enorme. Como hoy.