ESCUELA DE SAN ANTONIO DE LOS BAÑOS

Semillero de cineastas latinoamericanos

La Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, fundada en 1986 en esa localidad cubana por el colombiano Gabriel García Márquez, el argentino Fernando Birri y el cubano Julio García Espinosa, es uno de los centros formativos más destacados del mundo en su especialidad.

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL

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TÉLAM

Concebida como una “Escuela de todos los mundos”, ya que se propone formar por igual a artistas de África, Asia y América Latina, todos estos años la escuela recibió en sus aulas a miles de estudiantes y profesionales provenientes de más de 50 países, entre los cuales se cuentan numerosos artistas y profesores argentinos.

Juan José Campanella, Marcelo Piñeyro, Pablo Trapero, Pino Solanas, Carlos Sorín y Marco Bechis son sólo algunos argentinos que dieron clases y seminarios en San Antonio de los Baños, por donde también pasaron Francis Ford Coppola, George Lucas, Steven Spielberg, Emir Kusturica, Robert Redford, Walter Salles, Roger Corman, Jean-Claude Carriére y Ettore Scola, entre muchos otros.

“Para que el lugar de la utopía, que por definición está en ninguna parte, esté en alguna parte”, escribió Birri -quien concibió la idea de crear la escuela durante sus estudios en el Centro Experimentale Di Cinematografia de Cinecittà, en Roma- en el acta de nacimiento de la escuela, el 15 de diciembre de 1986.

Construida en la finca San Tranquilino, donde funcionaba una vieja secundaria, la escuela se encuentra en el municipio San Antonio de los Baños, a una hora en micro desde La Habana, rodeada de campos de tierra roja, plantaciones de bananos, colinas y lo que queda de la denominada Cordillera de Ariguanabo.

VOLAR EN LIBERTAD

Además de sus aulas, salones, estudios, mediateca y salas de filmación, la escuela posee una infraestructura pensada especialmente para alojar a unos 120 alumnos y a otros tantos profesores y empleados por año, quienes se alojan en habitaciones y departamentos distribuidos alrededor de un parque y un campo deportivo con piscina, gimnasio y varias canchas.

Lo primero que el visitante encuentra al entrar a la escuela son pasillos cubiertos de afiches de películas hechas por sus alumnos y ex alumnos (Benito Zambrano, Juan Carlos Cremata, Jaime Rosales y Marcos Loayza, por ejemplo) y un poco más allá, en un patio interno, muros llenos de graffitis de celebridades como Nelson Pereira dos Santos, Mike Leigh, Stephen Frears y Francis Ford Coppola.

“Love what you do”, “Subvert the dominant paradigm”, “Sueña con los ojos abiertos”, “Todo lo que no ves a través de una cámara no existe”, “Art never sleeps”, “Do art make justice” y “Para mí hacer cine es volar en libertad”, son algunas de las leyendas escritas a mano y en su propio idioma por celebridades que pasaron por esta institución.

“La vida es una película mal montada (y con un final de mierda)”, escribió por su parte el español Fernando Trueba, quien presentó a principios de diciembre en el 32º Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana “Chico y Rita”, su primera película de animación, que filmó en los estudios de televisión de la escuela, con la ayuda de alumnos y profesores.

Unas puertas más allá, pasando el salón de actos Glauber Rocha, el visitante se encuentra con la mediateca André Bazin (una de las más grandes de su tipo en toda Latinoamérica), donde además de películas y libros, se pueden disfrutar cuadros con dibujos originales que Sergei Eiseinstein hizo para el story board de su película “Iván el terrible”.

Sobre una frase del Che Guevara y otra del grupo Calle 13 que dice: “Un país que no “C’ vende nadie lo podrá comprar”, se encuentran las habitaciones individuales de los jóvenes de entre 22 y 28 años que entran como alumnos cada año, y a un costado se alcanza a ver el hospital de la escuela, donde todos pueden atenderse con médicos especialistas en forma gratuita.

Semillero de cineastas latinoamericanos

El escritor colombiano Gabriel García Márquez conversando con el cineasta chileno Miguel Littín, durante la fiesta celebrada en la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana por el 18 aniversario de dicha institución. La afición de García Márquez al cine le llevó a fundar la escuela en 1986. Foto: ARCHIVO EL LITORAL

Conocimientos

Ganadora en 1993 del Premio Roberto Rosellini a la Mejor Escuela del Mundo, cuenta con una carrera “más práctica que teórica”, con un plantel de 300 profesores de países como Brasil, Francia, España, Argentina y Australia, que ofrecen sus conocimientos sobre dirección, sonido, producción, guión, cine documental y fotografía, además de dictar talleres y cursos cortos de dos a tres semanas.

Los interesados en estudiar en San Antonio de los Baños deben ser jóvenes con estudios universitarios previos y rendir un examen muy riguroso en cada uno de sus países sobre cultura general y particularidades de la especialidad cinematográfica que elijan, pero en realidad, más que sus conocimientos, lo que prevalece en la puntuación es su actitud y predisposición.

Aunque en sus inicios era gratuita, actualmente los elegidos deben pagar una cuota anual de 5 mil euros (15 mil euros en total por los tres años de carrera) que lo incluye todo: su hospedaje y alimentación, sus apuntes y libros, y todos los insumos y elementos técnicos -cámaras, luces, equipos- que necesiten para desarrollar sus estudios.

Además del estudio de televisión, de una carpintería, una imprenta y un departamento de postproducción dotado de telecine, 18 salas de edición y otras de corrección de color, la escuela cuenta con un depósito donde se guardan luces, equipos y 10 cámaras de video, 7 de 16 milímetros y una de 35 milímetros, que están a disposición de los alumnos para filmar sus ejercicios.

En ese cuarto se atesoran también, por su gran valor sentimental, una cámara 35 milímetros donada a la escuela por el cineasta japonés Akira Kurosawa, quien la había usado para filmar “Los siete samurais” y varios de sus clásicos, y una cámara de 16 milímetros donada por la viuda del documentalista francés Joris Ivens.

La escuela depende de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, que preside García Márquez y que acaba de cumplir 25 años desde su creación, el 4 de diciembre de 1985.