¿Todo juntos pueden más?

La principal fortaleza del sistema cooperativo es usar el volumen de producción que aportan sus socios para negociar mejores precios. Lamentablemente no siempre parece cumplirse este mandato.

Juan Manuel Fernández

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Las cooperativas han ganado protagonismo informativo en las últimas semanas. Por un lado se espera que de un momento a otro la Asociación Unión Tamberos (AUT) acuerde la venta de su mayoría accionaria en Milkaut S.A., hecho que al cierre de esta edición aún no había ocurrido. Por el otro, el gobierno nacional puso el dedo en la llaga al remarcar que —tal como se le reprocha a las multinacionales—, dos exportadoras de granos de carácter cooperativo como ACA (Asociación de Cooperativas Argentinas) y AFA (Agricultores Federados Argentinos, surgida desde las entrañas de FAA) tampoco pagan al productor el FAS Teórico, principal demanda que originó el cese de comercialización de granos la semana anterior. En ambos casos parece estar bajo observación la eficiencia del sistema cooperativo para dar respuestas al productor a la hora de competir por la renta.

En el caso de AUT, mientras también se espera conocer qué resolución tomará el INAES (órgano oficial que regula y fiscaliza el funcionamiento de las cooperativas en el país) sobre el pedido de algunos socios para que determine la legalidad del traspaso accionario a Bongrain, llama la atención que se resigne la potestad de comercializar la leche de sus asociados, para quedar reducida sólo a la provisión de insumos.

ACA y AFA, por su parte, alegan tener una participación minoritaria en la exportación, por lo que no forman precio en el mercado de granos y tampoco venden al exterior todo lo que acopian. Pero, por ejemplo, los federados declaran tener 30.000 productores asociados y almacenar 3.4 millones de toneladas anuales en plantas propias de 26 centros primarios. ACA no informa tonelaje, pero declara 40 centros de almacenaje en 5 provincias.

La principal arma de una cooperativa es negociar en el mercado con el volumen de productos que aportan sus socios. Los tamberos de AUT, por más que Bongrain prometa un trato especial con cada uno, ¿no lograrían mejor precio si siguieran ofertando en conjunto? Con la misma lógica, ¿ACA y AFA no podrían conseguir mejores valores por la venta de los granos que ellos no exportan?

Sin dudas el modelo cooperativo ha dado —y sigue dando— pruebas de generar grandes beneficios, pero también continúan sin despejarse muchas dudas sobre el modo en que funcionan algunas instituciones.