primera salida al exterior de la p residenta de brasil

Rousseff viene al país para

afianzar vínculos bilaterales

La visitante llega acompañada de cuatro ministros. Derechos humanos, integración productiva y comercial y la construcción de un nuevo complejo hidroeléctrico dominan la agenda.

 

Juan Ignacio Pereyra

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DPA

Los derechos humanos, avanzar sobre el Mercosur, firmar acuerdos, acelerar la integración productiva, afianzar relaciones comerciales y hasta limar alguna aspereza serán los temas dominantes de la visita de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, a Buenos Aires, donde se reunirá con su par argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

Hasta último momento, la jefa de Estado argentina definió los detalles del encuentro que mantendrá el lunes en la Casa de Gobierno con su par de Brasil, que realizará su primer viaje al exterior desde que asumió la presidencia, el pasado 1º de enero.

Fernández de Kirchner tendrá “el tan esperado encuentro por parte de la Casa Rosada, con el que se buscará limar cualquier tipo de asperezas después de que la jefa del Estado decidió faltar a la ceremonia de asunción de la presidenta brasileña”, señaló el diario La Nación.

Esgrimiendo razones personales, la mandataria argentina fue la única presidenta de la región que no asistió al acto en Brasilia, donde la reemplazó el canciller Héctor Timerman. Ella eligió quedarse en Río Gallegos, en la austral provincia de Santa Cruz, para pasar junto a su familia las primeras fiestas sin su fallecido esposo, Néstor Kirchner.

La visita forma parte del mecanismo de integración y coordinación bilateral. Ambas mandatarias dialogarán sobre el desarrollo experimentado por las relaciones entre los dos países y reafirmarán la voluntad común de profundizar los vínculos y aumentar la cooperación en el campo internacional, según fuentes oficiales.

También abordarán la necesidad de reforzar la alianza estratégica y productiva. Rousseff buscará impulsar una nueva fase de la integración productiva, con la intención de desarrollar en América del Sur “un gran polo industrial que se complemente con el salto brasileño”, especialmente en la producción petrolera, según anticipó en Brasilia el asesor especial en asuntos exteriores de la presidenta, Marco Aurelio García.

“Existe una discusión para acelerar la integración productiva en algunos sectores, entre los cuales está el automotor, donde en los dos países hubo una cierta desnacionalización de la producción de autopartes”, indicó García.

Una agenda cargada

Rousseff cumplirá una intensa agenda en Buenos Aires. Además de reunirse con su par argentina y con varios ministros, se entrevistará con las Madres de Plaza de Mayo, según confirmó García.

Por parte del gobierno brasileño acompañarán a la jefa de Estado los ministros de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota; de Ciencia y Tecnología, Aloizio Mercadante; de Defensa, Nelson Jobim; y de Desarrollo, Industria y Comercio, Fernando Pimentel.

Está previsto que las mandatarias firmen una serie de acuerdos bilaterales destinados a ampliar proyectos conjuntos ya existentes en las áreas de energía eléctrica y nuclear, desarrollo social, tecnología digital e inversiones en el sector minero.

El pasado 10 de enero, el canciller Patriota visitó Argentina junto a nueve ministros para preparar los detalles de la cumbre presidencial.

Según se informó en aquel entonces, ambos gobiernos pretenden avanzar en el proyecto de construcción del complejo hidroeléctrico de Garabi, localizado entre la provincia argentina de Corrientes y la brasileña de Río Grande do Sul.

Se espera que la obra, que permitirá la generación de 2.900 megawatts, comience a ser construida en 2012.

A su vez, también pasarán revista al intenso intercambio comercial bilateral, el cual alcanzó en 2010 los 32.900 millones de dólares, con saldo favorable para Brasil.

Para cerrar su visita, Rousseff -que impulsa en su país la creación de la Comisión de la Verdad en el marco de la lucha por los derechos humanos- se encontrará en Buenos Aires con madres y abuelas de desaparecidos durante la dictadura militar argentina (1976-1983), en el que sería su último compromiso en Argentina.

“La presidenta, evidentemente, tiene una sensibilidad muy grande para estas cuestiones relacionadas con los derechos humanos, valoriza mucho la acción emblemática que esas damas tuvieron en la historia política reciente de Argentina, entonces pidió para tener un encuentro con ellas”, dijo García.

Por problemas de agenda, Rousseff, que fue presa política y sufrió largas torturas durante la dictadura brasileña (1963-1985), no visitará, tal como tenía previsto, algunos sitios que oficiaron de centros clandestinos de detención durante el régimen militar, entre ellos la ex Escuela de Mecánica de la Armada (Esma).

Importante flujo comercial

La consultora Abeceb.com destacó que la relación entre Brasil y Argentina se ha caracterizado en el 2010 por un crecimiento relevante del flujo comercial, que superó inclusive el comercio récord que se había registrado en el 2008. “Más allá de esto, la recuperación implicó además la vuelta a un déficit comercial significativo para la Argentina, donde se demuestra el reflejo de las diferencias estructurales a nivel industrial en un intercambio que está centrado principalmente en el intercambio de rubros manufacturados”, señala el informe.

Para la Argentina el sustento de una brecha comercial amplia es determinante para el mantenimiento del modelo y para la captación de divisas, en un contexto de apartamiento del mercado internacional de capitales. Por lo tanto, que la balanza con el principal socio comercial alcance un rojo significativo causa inquietud en las autoridades, acota el reporte de la consultora que dirige el ex secretario de Industria, Dante Sica.

Añade que Brasil ante todo busca evitar una reedición de la política defensiva que utilizó con intensidad la Argentina desde fines de 2008 y se preocupa por aceitar los engranajes diplomáticos con nuestro país, con el objetivo de hacer prevalecer en todo momento un clima de confianza y entendimiento.

Desde la última etapa de la presidencia de Lula había quedado claro que Brasil no estaba dispuesto a tolerar la implementación discrecional de medidas defensivas por parte de la Argentina, pero al momento de la asunción de Dilma a la presidencia brasileña, estaba claro que el objetivo principal era la continuidad de la política de profundización de los vínculos bilaterales que había seguido Lula.

Las razones de esta estrategia se fundamentan en que el mercado argentino es clave para las exportaciones de muchos sectores industriales en Brasil, y si bien ha perdido relevancia respecto de la pasada década, a nivel industrial sigue siendo el primer destino de las ventas externas de muchos rubros con alto valor agregado, y su importancia se ha acrecentado recientemente debido a la debilidad en el crecimiento de otras economías.

La Argentina es el principal socio del Mercosur, que continuará siendo la base a partir de la cual Brasil proyecta su inserción internacional. Por lo tanto, las prioridades con respecto a nuestro país serán las de mantener el comercio en un contexto de ausencia de obstáculos, analizando los casos puntuales en los que haya conflictividad en el marco de las reuniones bilaterales y buscando un relativo equilibrio en el intercambio a través del avance en los trabajos de integración productiva.

A su vez, hay un fuerte interés brasileño por avanzar en el logro de un marco de estabilidad y protección para las inversiones brasileñas en nuestro país, que han tomado creciente relevancia en los últimos años.

Rousseff viene al país para afianzar vínculos bilaterales

Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, llegará mañana a Buenos Aires.

Foto: DPA

Prioridad

Rousseff estará pocas horas en Buenos Aires y la mayor parte de la agenda la desarrollará en la mañana del lunes. Esta primera salida como presidenta al exterior es interpretada como el gesto de la prioridad que el Planalto mantendrá en su relación con Buenos Aires para la consolidación de la asociación estratégica ya iniciada por los ex presidentes Lula da Silva y Néstor Kirchner.

Argentina es el tercer socio comercial de Brasil detrás de China y Estados Unidos, mientras que Brasil es el principal mercado de la producción local.

/// EL DATO