MAÑANA CON ENTRADA GRATUITA

Llega el final para “Danza en la Playa”

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL

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Este jueves a las 21.30, con entrada libre y gratuita, será la última noche del ciclo “Danza en la playa”, organizado por la Municipalidad. El ciclo, que ya es un clásico de los jueves de verano, dedicará su cierre a la danza contemporánea, con dos propuestas de excelencia. El encuentro tendrá lugar en el Espigón II de la Costanera, Almirante Brown y Castelli.

En primer lugar, las alumnas de Nivel Superior de Danzas Clásicas dirigidas por la profesora Miriam Heredia presentarán “Arenal”, una obra de Nacho Duato inspirada en canciones de la catalana María del Mar Bonet. Luego, Fabiana Sinchi y Gabriela Lavagnino presentarán “Posible transformación”, una obra en cuatro actos que plantea ese punto de ruptura que se da cuando ya no se puede esperar más y se debe emprender un nuevo camino.

Atravesados por la danza

“Arenal” es una coreografía de Nacho Duato inspirada en canciones de María del Mar Bonet. El propósito del coreógrafo es mostrar la alegría del carácter mediterráneo en contraposición a la cotidiana lucha de la vida. Duato hace este contraste muy claro: por un lado, un grupo de hombres y mujeres bailan motivados por la pura alegría de la música. Su júbilo es reflejado con claros movimientos de los bailarines sobre canciones griegas traducidas al catalán y mallorquinas. Por otro lado, una mujer permanece aparte y baila sola cuatro canciones cantadas a capella. Estas canciones surgen como un desgarrado grito del corazón. Ella es la expresión del influjo de la tierra.

Darán vida a estos movimientos Gretel Aragón, Vanina Berli, Romina Bertone, Marisol Blázquez, Soledad Cian, María Florencia Damy, Melisa Ordoñez, Maela Pascullo, Julieta Taborda, Maela Tolosa, Sofía Weder y Virginia Weder, alumnas del Nivel Superior de Danzas Clásicas de la profesora Miriam Heredia.

Por su parte, “Posible transformación” es una obra en cuatro actos. La escena plantea dos personajes, que en su rutina y pese al cansancio, siguen el ritmo de una percusión que pulsa una necesidad de cambio. Buscan ver o encontrar algo en el afuera. Detenernos, definirnos. Encontrar nuevos significados y comenzar a trabajar con ellos buscando la verdad interior. Una conciencia dirigida al comienzo del movimiento. Debe empezar sacando lo que sobra, lo que no es necesario cargar, des-vistiendo a los personajes, la transformación ya está en curso. Tiempo de señales y decisiones. Para que las señales sean señales y se adviertan las revelaciones del espíritu, la mirada debe aprender a cumplir su función de extraer y retener lo necesario. En el amor la mujer atraviesa fases. Ese amor no se esconde adentro ni es para una sola persona. El mismo se manifiesta en todo y convierte a la mujer en poseedora de una fuente inagotable de energía, fuerza y verdad. La danza como expresión de agradecimiento. La danza es vivir el presente. Si la mujer baila porque simplemente tiene ganas de hacerlo, baila para sí misma, para todo lo que la rodea, cambia su función. Ella no sólo observa y acumula, lo que le es propio por naturaleza, sino que entrega, regala al mundo su creación, aquello que la condujo a esta danza. Allí donde termina una cosa, comienza otra. La transformación es aquel punto de ruptura que se da cuando ya no se puede esperar más; es cuando debe aparecer la fuerza para juntar todo y emprender el camino.