A pesar del mal tiempo, la programación prevista pudo realizarse con normalidad y cada rincón de La Redonda se llenó de visitantes que jugaron, bailaron, cantaron y participaron de múltiples maneras.

El músico cautivó a sus seguidores y entregó un espectáculo sin fisuras, que provocó una larga ovación.

Foto: Pablo Aguirre

De la redacción de El Litoral

Anoche, y en el marco de la agenda planteada para el verano, La Redonda, Arte y Vida Cotidiana, dependiente del Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia, reabrió sus puertas para recibir a los vecinos que con gran orgullo comenzaron a vivir este nuevo ámbito cultural de la ciudad.

Todas las propuestas pudieron llevarse a cabo modificando únicamente el show de Pedro Aznar que se realizó en el interior del hemiciclo en lugar del predio exterior como en un primer momento se tenía previsto. Y los presentes pudieron disfrutar así de una jornada particular.

La plaza con sus grandes olas y mensajes liberados en la arena, los dibujos sobre vinilos, pequeños dedos enhebrando colores en el aire, los columpios moviéndose en medio de personajes amistosos que tras mucho maquillaje recibían a los que llegaban con grandes carcajadas, cartas de amor y amistad dentro del buzón del ring de escritura, y la impactante pista de baile eran sólo algunas de las postales que se podían ver recorriendo el lugar.

Las actividades se fueron realizando de manera simultánea, y así mientras se apreciaban las muestras permanentes de López Claro y Favaretto Forner, otros podían participar de la restauración en vivo de las obras, o hacer gimnasia en medio de imágenes y sonidos desatados por el cuerpo.

La música se daría paso en el Bar de las Escuchas, lugar elegido para montar el escenario principal, con Ramiro y Varinia Zelko, y su folclore latinoamericano, a poco de presentar su primer disco “Canta la Tierra”. Minutos después, la Compañía Argentina de Danzas dirigida por Hugo Ifrán y Beatriz Sargoy atraería las miradas al hall central con sus coreografías típicas.

Pasadas las 21, sería el turno de la talentosa Patricia Barrionuevo, que acompañada de Caito Cabrera, Juan Candioti, Mariano Ferrando, Gonzalo Díaz y su invitada especial Itatí Barrionuevo, deleitaría con un repertorio de danzas, chacareras y canciones memorables.

Arranque con amor

El momento más esperado llegaría a las diez de la noche, con Pedro Aznar sobre el escenario, arrancando con “Tu amor” ante un público feliz y emocionado, que vibró con dos horas de excelencia musical. El consagrado autor e intérprete paseó por los clásicos de su carrera, por sorprendentes covers de los Rolling Stones (“Angie”), John Lennon (“Jealous Guy”), Sting (“Fragilidad”) y homenajeó a grandes compositores argentinos como Cuchi Leguizamón.

Aznar se presentó junto a Hernán Jacinto, Alejandro Oliva, Coqui Rodríguez y Julián Zemprini, ovacionados de pie en un cierre que quedará grabado ante los miles de espectadores que presenciaron el espectáculo y que ovacionaron su presentación. Pedro dejó su enorme talento -ese que ha ido incrementado a lo largo de su aquilatada trayectoria- a los santafesinos que disfrutaron de su caudal poético y musical. El hito en la historia de la música argentina demostró una vez más los porqués de su enorme capacidad de entrega, ratificando su idea de que “el trabajo de crear música, de escribir letras, suele ser una tarea reconcentrada e interior, que ocurre generalmente de noche, cuando casi todo hace silencio (...). Es en esa atmósfera que la expresión del alma del que crea cobra vuelo... Canciones que toman vida propia en quienes las adoptan para acompañar sus vidas, y al fin se vuelven algo de todos”.

El músico imprimió a su espectáculo un indiscutido sello de contemporaneidad aportado por su amplia experiencia y trayectoria en estilos como el rock, el jazz y la música popular de raíz argentina y latinoamericana, para ganarse el corazón de la gente.