Román no jugará ante All Boys...

¿Volvió el cabaret a Boca?

Tal como se anticipó ayer, Falcioni no concentró a Riquelme y el mundo xeneize vuelve a convulsionar. ¿Tiene banca el técnico para hacer lo que hizo?, ¿se inicia un conflicto?

De la Redacción de El Litoral

La decisión de Julio César Falcioni de no concentrar a Juan Román Riquelme, el mayor ídolo de la parcialidad boquense desde Diego Maradona a la fecha, abrió una nueva era en Boca cuyo final dependerá de que los éxitos acompañen o no al entrenador.

Las explicaciones del técnico en la conferencia de prensa, el disgusto expresado por Riquelme en distintos medios periodísticos por la tarde y el silencio de los dirigentes enfrascados en luchas intestinas de cara a las elecciones de fin año, son la consecuencia de algo más que una decisión táctica.

Los pasillos boquenses, repletos de allegados que suministran información y al mismo tiempo llevan agua para su molino, léase la agrupación política a la que pertenezcan, se vieron inundados estos últimos días de versiones que hablan de peleas entre ellos y presiones de dirigentes en uno y otro sentido.

“Me trajeron para esto. No estoy peleado con Román ni con nadie, pero tengo que tomar decisiones y este equipo (sin Riquelme) ha respondido”, dijo Falcioni en la conferencia de prensa.

Pero esta declaración colisiona con las propias palabras del entrenador ex Banfield, cuando tras los éxitos boquenses del verano, cuando se lo daba como gran candidato al título, dijo que “todavía falta insertarle al equipo a Riquelme y a Battaglia”.

Y aún más, calificó al “10” como el símbolo de Boca y aclaró que pese a ser campeón con Banfield sin enganche, él había utilizado para esa función a Giovanni Hernández en Colón.

Además, no dejó en claro por qué Riquelme no integra siquiera el banco de relevos si entrenó toda la semana con normalidad. Una decisión que quizás apuntó a no sentirse presionado para que ingrese, en caso de que las cosas no salgan bien.

El propio Riquelme fue claro en ese sentido: “Tengo 32 años. Sé cuándo estoy para jugar y cuándo no. Estoy diez puntos. Me entrené a la par de mis compañeros, ellos van a ir al partido al ciento por ciento, igual que como estoy yo”.

Despejado la duda desde lo físico, las versiones sobre cortocircuitos entre ellos cobran mayor valor. * “A Falcioni no le gustó que Riquelme dijera que contra Racing se jugó peor que contra Godoy Cruz y se ganó”.

* “El preparador físico (Gustavo Otero) le dijo a Román que Falcioni lo quería 10 puntos para jugar y Román le contestó: Decile al cobarde del técnico que me lo venga a decir él”.

* “El macrismo (contrario a la renovación por cuatro años del contrato de Riquelme) ve con buenos ojos su salida del equipo”.

* “¿Por qué siguen en el equipo Palermo y Battaglia, si juegan peor que Riquelme? ¿O es que alguien no lo quiere?”.

* “Riquelme le dijo a Juan Carlos Crespi (vicepresidente segundo) durante el entrenamiento: “¿Te gusta ahora?’, tras enterarse de que no estaba concentrado”.

Éstas son sólo algunas de las versiones e interrogantes que corrieron desde el lunes por La Bombonera y que rebotaron en varios sitios de Internet partidarios y medios periodísticos.

Ciertos o no, estos rumores explicarían al menos el banderazo de apoyo que un grupo de hinchas realizó ayer en el Obelisco, denunciando a la vez que un sector de la prensa “quiere echar a Román de Boca”. Y también le da crédito a la llegada de dirigentes del Corinthians, que hoy estarán en Buenos Aires para tratar de conseguir un préstamo.

Lo que Riquelme no rechazó tajantemente al decir sobre los clubes que lo pretenden: “Tengo un contrato largo con Boca y mi idea es cumplirlo”, para luego ironizar: “Salvo que me echen”.

Falcioni tomó una decisión fuerte, dejar fuera de los concentrados al que algunos califican como el mejor jugador de la historia del club, y mañana sábado contra All Boys, desde las 21,15, comenzará a saberse cuánto de acierto tuvo. Su futuro y el de Riquelme también empezarán a definirse.