CARTAS A LA DIRECCIÓN

Efecto Andalgalá: Mosconi o los Saadi

Juan Manuel Duarte DNI 23.464.024

Señores directores: En el gobierno cantaban victoria, celebraban y nacionalizaban la elección de Catamarca, hasta que algo los atragantó: sí, ¡era él!, resucitado y exultante, Ramón Saadi, un K más fundiéndose en el festejo con su sobrina, la gobernadora electa Corpacci, que retribuyó con un “¡estoy orgullosa de ser una Saadi!”. Cómo es de imaginar, el Same trabajó mucho, reviviendo a más de un intelectual de Carta Abierta, atorado ante tal demostración de progresismo de parte de los ¿nuevos gobernantes? de Catamarca, y se preguntan si no hubiera sido conveniente hasta perder ante el impresentable ex radical k Brizuela; ex compañero de fórmula de Corpacci.

Mientras, los laderos K, más papistas que Cristina, lanzan la mitología K, uniendo polémicamente frases y hechos a piacere. Y allí están con lo de que florezcan las mil flores dicho por Mao, unos años antes de que su sucesor y lugarteniente Deng Xiao Ping, tirara por la borda su represivo sistema cultural y abrazara al capital.

Pero algo sí cambio, y como un grito de esperanza, de entre la lucha contra la minería contaminante y la entrega de nuestros recursos por parte de los K y del radicalismo K, un pueblo gritó fuerte ¡Andalgalá! Y Proyecto Sur, sumó su primera intendencia. ¿Debe ir por “las mil flores”? ¡No! ¡Claro que no! Hay que ir por los mil Mosconi: ¡que resurjan los mil Mosconi, las mil ideas creadoras, los mil triunfos de la voluntad, la moderación y la capacidad! Pino Solanas puede gustar o no, pero hay algo que lo diferencia: ha traído nuevamente a la memoria el nombre y apellido del prócer más olvidado del país: Enrique Mosconi, General de la Nación; el militar Padre de YPF, dueño de un gran plan energético nacionalista, que contemplaba la ayuda del capital extranjero, pero en no más del 49%, ya que las en las empresas relacionadas con los recursos energéticos del país, el Estado debía poseer por lo menos el 51% de su capital accionario. Mosconi murió pobre, fue el Director más exitoso de YPF y sus ideas se escondieron, aunque algunas, como el autoabastecimiento energético, calaron hondo en el Presidente Frondizi. Hoy, el país debe importar cada vez más combustible mientras los K le prenden más velas a la soja.