Apeló la defensa

Procesan a clan familiar por el crimen de un policía

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La víctima tenía 36 años y trabajaba en la localidad de Marcelino Escalada, donde vivía junto a su familia.

Foto: Gentileza URXVI

El hecho se remonta al 6 de febrero, cuando se produjo una gresca en un festival folclórico en la localidad de Gobernador Crespo. Daniel Molina, un cabo de 36 años, falleció a causa de una puñalada.

 

Juliano Salierno

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Cuatro personas -tres de ellas miembros de una misma familia- fueron procesadas por el juez de Instrucción Octava, Jorge Patrizi, por el delito de homicidio, cometido contra el cabo 1º Daniel Alejandro Molina, que realizaba un adicional en el Festival del Chamamé de la localidad de Gobernador Crespo, en el departamento San Justo.

El hecho se remonta al 6 de febrero, cuando en plena fiesta se produjo una pelea entre un minúsculo grupo de espectadores y la policía. Los episodios violentos fueron varios y se sucedieron en distintos escenarios, por lo que hubo que tomar una gran cantidad de testimonios para determinar la responsabilidad de cada uno de los implicados.

No eran más de las 3 de la madrugada cuando en medio del baile un menor de edad, que estaba con sus padres y hermanos, gritó: “A estos milicos habría que matarlos a todos”, generando la réplica de los uniformados, que trataron de ubicar al desaforado.

Hubo empujones, golpes y gritos, que generaron un revuelo en la zona del bufete de la escuela donde se hacía la fiesta; hasta que uno de los policías que intentaban poner orden le avisó a un compañero que lo habían apuñalado.

Si bien reinaba la confusión en medio de la noche, también está acreditado que muchos vieron al autor de semejante acto desenfundar el cuchillo, atacar al policía y escaparse en medio de la muchedumbre.

Emergencia y gresca

El cabo primero Daniel Molina fue trasladado de urgencia al Samco local, donde recibió las primeras curaciones. Ante la gravedad de la herida lo derivaron a San Justo en una ambulancia, donde llegó unos 40 minutos más tarde. Como no contaban con los recursos para una intervención adecuada, resolvieron enviarlo a Santa Fe entre las 5 y las 5.15.

Ya descompensado y casi sin signos vitales, el ambulanciero decidió frenar a las 6 de la mañana en el hospital Protomédico, donde ingresó fallecido. Más tarde, su cuerpo fue llevado a la morgue del Hospital Cullen.

Mientras los responsables de la emergencia intentaban en vano salvarle la vida a Molina, el resto de sus compañeros -unos siete- también sufrieron agresiones, la mayoría de ellos fuera del edificio escolar.

Según el relato policial y el aporte de testigos que fueron a disfrutar de la fiesta, la gresca se trasladó a la calle, donde los familiares del chico que empezó la pelea se resistían con palos, cadenas con punta de plomo, cuchillos y hasta un arma de fuego.

Desde calle Estanislao López corrieron hasta el Instituto Médico Regional (Imer), donde ingresaron por la fuerza y amenazando a una enfermera. Allí se parapetaron e hicieron frente a los policías, que intentaban poner fin a la batahola.

Apoyo y detenciones

Con la llegada de las unidades de apoyo, el personal de la Comisaría 3a. de Crespo logró el arresto de Santos Pablo Toloza, de 42 años; su esposa Celia Noemí Benítez, de 38; su hijo Santiago Juan Toloza, de 18 y los dos menores, un varón de 15 y una mujer de 14.

Los dos últimos, miembros del clan familiar, fueron puestos a disposición del Juzgado de Menores de Santa Fe y de allí derivados a la Subsecretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia.

Mientras tanto, otra patrulla perseguía al presunto autor del crimen, luego identificado como Julio César Barraca, de 28 años, allegado a la familia Toloza. Barraca fue apresado en un baño, en la casa de su padre, donde la policía le secuestró un cuchillo de 21 cm de hoja con manchas de sangre, que luego se constató pertenecían a Molina.

Como saldo de la gresca, fueron derivados a Santa Fe con lesiones graves el suboficial Elías Ceschi y el suboficial mayor Nicolás Romegio. Otros cinco policías fueron asistidos en Crespo con lesiones de menor gravedad.

Además de la cuchilla con la que se habría cometido el homicidio la policía secuestró en poder de la familia Toloza dos armas blancas -una cuchilla y un cuchillo de mesa-; un revólver calibre 32 largo, con siete cartuchos intactos y uno percutado; una cadena con plomada; y dos balistones sustraídos a los agentes del orden.

/// el dato

Abogado defensor

El abogado Dionisio Ayala, a cargo de la defensa técnica de los cuatro miembros de la familia Toloza, apeló hoy el procesamiento del juez Patrizi, por considerar que no fueron parte en la muerte del policía Molina, sino de los episodios violentos que sobrevinieron a la gresca. El caso se encuentra en la Cámara de Apelación Penal.

Calificación legal

El juez de Instrucción Octava, Jorge Patrizi, procesó a los cuatro mayores por el delito de homicidio, agravado por distintas circunstancias, según cada caso.

Santos Pablo Toloza (42) fue procesado por el delito de “homicidio calificado por la condición de policía de la víctima y por la participación de menores de 18 años -en carácter de coautor-; robo en grado de tentativa -autor-; resistencia a la autoridad calificada por la participación de menores y lesiones leves calificadas”.

Su mujer Celia Benítez (38) resultó procesada por el delito de homicidio con la misma calificación y resistencia a la autoridad, agravada por la presencia de menores.

El hijo mayor, Santiago Juan Toloza (18), fue procesado por “homicidio calificado por la condición de empleado policial de la víctima, resistencia, lesiones graves contra policías y robo en grado de tentativa.

Julio César Barraca (28) está procesado por el “homicidio calificado por ser la víctima personal policial y por la participación de menores”.