Inmigración en Italia

Berlusconi viaja a Túnez para intentar frenar ola migratoria

En un mes y medio ingresaron al país más de 20.000 indocumentados.

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Inmigrantes observan una casa rodante en llamas en un embarcadero del puerto de Lampedusa (Italia). Un inmigrante tunecino, sospechoso de ser el autor del fuego, fue arrestado por la policía. Foto: AGENCIA EFE

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EFE-Télam

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, viajará mañana a Túnez para tratar la situación de emergencia creada por la inmigración y pedir la colaboración de las autoridades tunecinas para repatriar a parte de los cerca de 20.000 indocumentados llegados a las costas italianas en mes y medio.

Según informaron fuentes del gobierno, está previsto que Berlusconi se reúna con el primer ministro tunecino, Beyi Said Essebsi, y con el presidente de la República, Fuad Mebazaa, para trasladarles la preocupación por la cuestión migratoria.

Berlusconi viajará acompañado del ministro de Interior, Roberto Maroni.

El jefe del Ejecutivo italiano propondrá al gobierno de Túnez la repatriación de cien tunecinos al día con la entrega de “un apoyo económico” para la reinserción de los inmigrantes en su propio país.

Asimismo, Italia quiere que Túnez se comprometa a vigilar sus costas para evitar las salidas de más inmigrantes hacia Europa.

“Mañana iré a Túnez para ver si este gobierno, que no es un gobierno fuerte ya que no ha sido elegido por los ciudadanos, podrá encontrar el modo de evitar que haya nuevas salidas”, dijo hoy Berlusconi en una intervención telefónica en un congreso de una asociación cercana a su partido recogida por los medios locales.

Los ministros italianos de Exteriores e Interior, Franco Frattini y Roberto Maroni, respectivamente, ya se reunieron el pasado 25 de marzo con varios representantes del gobierno tunecino para tratar la cuestión migratoria.

En los últimos días varios miembros del gobierno han criticado la postura de las autoridades tunecinas, a las que acusan de no respetar los acuerdos alcanzados para frenar la partida de inmigrantes. Ayer, los medios de comunicación tunecinos, que citaban a fuentes oficiales, afirmaron que en la reunión del pasado 25 de marzo no se firmó ningún acuerdo relativo a la cuestión de la inmigración y pidieron a Italia “solidaridad en este importante período de transición”.

En cambio, fuentes gubernamentales citadas hoy por los medios italianos reiteraron que el gobierno transalpino acordó con las autoridades tunecinas la “repatriación inmediata y progresiva de todos los ciudadanos llegados a Lampedusa este año a partir del acuerdo suscrito por ambos países el 6 de agosto de 1998 y renovado en 2009”, un acuerdo que “no ha sido respetado”.

Tensiones

La afluencia diaria de barcazas cargadas de tunecinos a la isla de italiana de Lampedusa, aún con unos 3.000 indocumentados a pesar de los trasladados, disparó ayer las tensiones entre los propios inmigrantes que intentaron quemar un furgoneta tras declararse en huelga de hambre durante un par de horas, según dijeron, por el retraso de los traslados a otros puntos de Italia.

Tras varias jornadas sin registrarse llegadas por el mal tiempo, hoy llegaron a la isla de Lampedusa más de 300 inmigrantes en tres desembarcos sucesivos, informaron hoy los medios locales.

“Esta noche han llegado otros 346 inmigrantes. Con los últimos traslados esta tarde quedarán 2.500, las condiciones del mar hicieron imposible el traslado ayer”, dijo Berlusconi. Más de 22.000 inmigrantes han llegado a las costas italianas en mes y medio, la mayoría de ellos tunecinos, por lo que el gobierno se ha aprestado a crear campamento en todas las regiones para distribuirlos.

En cuanto a los tunecinos que han logrado alcanzar la frontera de Italia con Francia a través de la localidad de Ventimiglia, éstos se han encontrado con el rechazo de las autoridades francesas para permitirles el paso, lo que ha derivado en una polémica entre ambos países sobre la libre circulación de personas.