Encuentro en México

Procuran acordar política global en la lucha contra el narcotráfico

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La violencia ligada al narcotráfico es cosa de todos los días en las principales ciudades de México. Ayer, en pleno centro de Ciudad Juárez, en el límite con EE.UU., cinco personas murieron en un enfrentamiento entre sicarios del cártel regional y la policía. Foto: Agencia EFE

El creciente poder de los cárteles mexicanos y el uso indiscriminado de la violencia para resolver sus disputas generaron alarma en todo el mundo. Hasta la DEA norteamericana está asombrada por el nivel de sofisticación del equipamiento que utilizan los delincuentes.

 

Juan David Leal

Agencia EFE

La necesidad de coordinar acciones globales contra el crimen organizado y el creciente poder de los cárteles de las drogas mexicanos dominaron la inauguración en Cancún de un encuentro mundial sobre combate contra el narcotráfico, en el que participan 103 países.

El secretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, quien preside la XVIII Conferencia Internacional de Combate contra las Drogas (IDEC, por sus siglas en inglés), que se celebra hasta mañana en el balneario mexicano, indicó que la reunión debe servir para “vincular las agendas de trabajo” nacionales, regionales e internacionales.

“Deberemos considerar compromisos que tomen en cuenta las transformaciones de los mercados de las drogas, así como la creciente articulación del crimen organizado con el hampa común a nivel a local”, señaló García Luna en la ceremonia de apertura.

A juicio del funcionario mexicano, se debe enfatizar la colaboración en “el intercambio de inteligencia operativa”, la lucha contra al flujo ilegal de armas, el lavado de activos, la capacitación de policías y fiscales, y el combate a la violencia generada por la interacción entre delincuencia organizada y delincuencia común.

En tanto, la titular de la Agencia Antidrogas de EE.UU. (DEA), Michele Leonhart, manifestó que los narcotraficantes se están volviendo cada vez “más sofisticados”, y recordó casos como el decomiso de dos submarinos -uno en Colombia y otro en Ecuador- completamente sumergibles para traficar drogas.

“Sabemos que hay un vínculo establecido entre terrorismo y narcotráfico” y que las organizaciones terroristas utilizan el dinero de las drogas “para subsidiar sus actividades nefastas”, como en el caso de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), afirmó.

La titular de la DEA, organismo que tiene 83 oficinas de representación en 63 naciones, aseguró que los 103 países que asisten a la Conferencia “están todos preocupados por el largo alcance de los carteles de las drogas mexicanos, y todos quieren ser parte de la solución y ofrecer apoyo y asistencia”.

Como muestra del poder de las organizaciones criminales mexicanas, destacó que esos grupos han logrado “eliminar” a los intermediarios que vendían drogas en EE.UU.

No obstante, Leonhart alabó la labor de las autoridades mexicanas contra los carteles de las drogas, que ha permitido capturar a decenas de capos, extraditar a cientos de delincuentes a EE.UU. y reducir la disponibilidad de cocaína en suelo estadounidense, lo que ha incrementado el precio de venta de ese narcótico, mientras cae el nivel de pureza del que se vende en las calles.

El primer efecto: la violencia

Uno de los mayores retos que tiene la comunidad internacional en la lucha contra el narcotráfico es combatir “la extrema violencia“ que genera, apuntó Leonhart.

Al respecto, recordó que solo en 2010 México registró alrededor de 15.000 homicidios relacionados con el narcotráfico.

No obstante, consideró que el nivel de violencia en México “es un signo de éxito” en la lucha contra esos carteles: “Son animales enjaulados y están actuando como animales, se atacan unos a otros, y los estamos presionando más”.

Por su parte, el actual embajador de EE.UU. en México, Carlos Pascual, aseveró que si bien Estados Unidos “consume más drogas, tiene más armas y más pandillas que México, sólo padece una fracción de la violencia” que azota al país latinoamericano.

El diplomático aseguró que esa diferencia radica en el hecho de que el sistema de justicia civil estadounidense “hace cumplir el imperio de la ley y deja claro a los criminales que hay un costo“ por cometer delitos.

Esta edición del IDEC, que tiene como lema la “integración de un frente común contra la delincuencia organizada”, dio la bienvenida a Chipre, Montenegro y Serbia como nuevos miembros, y cuenta con la participación de Albania, Kenia, Qatar, Tanzania y Macao como observadores.

Muy lejos del glamour

A diferencia de los capos de telenovela, en Ciudad Juárez el narcotráfico “no es un mundo de glamour”, dice la periodista y bloguera española Judith Torrea, que hoy sacó a la venta en España su libro “Juárez en la sombra”.

Torrea, ganadora del Premio Ortega y Gasset 2010 de periodismo digital por un blog sobre Ciudad Juárez, vuelca su particular mirada sobre la ciudad con crónicas que engarzan historias de vivos y muertos en uno de los sitios más peligrosos del mundo. La autora, que presentará sus crónicas a finales de mayo en México, camina por Ciudad Juárez guiada por personajes reales, entre ellos “El Buitre”, un muertero, como se denomina a los que van a buscar muertos para vender servicios fúnebres a los familiares.

“A través de él voy conociendo a diferentes personajes y todos son reales: desde viudas a luchadores de derechos humanos, a las mujeres que abren los cadáveres en el servicio médico forense. De esa forma voy descubriendo la ciudad”, dijo Torrea en entrevista con la agencia DPA.

Nacida en Pamplona hace 38 años, pasó más de un tercio de su vida ligada a Ciudad Juárez como periodista, con una postura muy crítica sobre la lucha contra los cárteles de la droga lanzada por el presidente Felipe Calderón en la ciudad en 2008.

Vivió con un pie de cada lado de la frontera y finalmente optó por “Juaritos”, como llama a la ciudad, desde donde escribe el blog “Ciudad Juárez, a la sombra del narcotráfico”.

“Mi libro es otra manera de intentar gritar al mundo que lo que ocurre en Juárez es un genocidio, que no es un problema de imagen o de percepción como dicen las autoridades, porque los muertos son reales”, expresó.

La obra consta de un prólogo del periodista y escritor español Juan Cruz, una introducción en la que Torrea cuenta los motivos que la llevaron a cambiar Nueva York por Ciudad Juárez, dos secciones de crónicas y un epílogo.

En “Gritos a quemarropa” toma las mejores crónicas de su blog, mientras que la sección “Vivir en la muerte” está formada por textos inéditos contados a través de la vida y los ojos de “El Buitre”.

“El Buitre”, cuyo nombre no revela por seguridad, “es un señor que sale siempre con su esposa y con la viuda de su mejor amigo, asesinado, a buscar muertos y que tiene un corazón enorme...Ves las viudas, los niños, los que cortan los cadáveres para la autopsia, la autoridad corrupta, el cirujano que intenta salvar a los que están heridos, el pastor que intenta luchar por su ciudad pero luego le matan a su hijo”.

Torrea planea escribir también una novela sobre Ciudad Juárez y quiere hacer un guión de cine para mostrarla desde distintos ángulos.

Según afirma, en Ciudad Juárez los muertos del narcotráfico, que han sido más de 3.000 en el último año, no se parecen en nada a los capos con vida de lujo y mujeres bellas de la televisión.

“Este no es un mundo de glamour. Es un mundo de necesidad. El narcotráfico les ofrece el trabajo que las autoridades no han sabido crear. En muchas colonias de Ciudad Juárez no hay ni una escuela secundaria”, señaló.