La cuarta derrota consecutiva de local tornó insostenible la continuidad de un muy resistido Fernando Gamboa, quien se fue silbado e insultado por la gente...


“Nunca imaginé que el final sería de esta forma”

El DT no dio conferencia pero cuando salió del vestuario, después de hablar con el presidente, dijo lo que sentía. Expresó su agradecimiento más allá de que no compartió la decisión de la dirigencia.

“Nunca imaginé que el final sería de esta forma”

El único

Sebastián Prédiger fue el único jugador de Colón a quien los hinchas reconocieron con aplausos la buena y solitaria labor ante Olimpo. Al “Perro” pareció “piantársele un lagrimón”.

Foto: Mauricio Garín

Alberto Sánchez

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“El ciclo de Fernando Gamboa llegó hasta acá, ya ha terminado. Los jugadores están citados para entrenar el lunes a las 17.30 en el predio. Quien se hará cargo del plantel es Mario Sciacqua. La decisión fue de parte de los integrantes de la comisión directiva, quienes la aprobaron de manera unánime. Lamentamos esto, estamos muy mal, pero había que dar un corte y por eso se tomó esta determinación, que fue pura y exclusiva de los dirigentes, basada en lo que se venía dando, digamos que se llegó a esto por decantación”.

Sin hacer más declaraciones, a pesar de la requisitoria periodística, ése fue el escueto comunicado de la comisión directiva de Colón, luego de la derrota ante Olimpo, en boca de Pedro Eusebio y Rubén Moncagatta, secretario de actas, prensa y comunicación institucional y vicepresidente primero, respectivamente, de la entidad rojinegra.

A partir de ahí, la consigna fue esperar al ya destituido entrenador para saber su estado de ánimo. Luego de muchos minutos (más de media hora), el “Negro” salió del vestuario y manifestó: “Estoy absolutamente dolido, porque estaba muy cómodo, y además creo en los jugadores. Estoy triste porque no me imaginaba que el final iba a darse de esta manera. Sacando el partido de hoy, el equipo venía creciendo. Después de ganarle a San Lorenzo, pensaba que le podíamos ganar a Olimpo y después a Vélez, y así poder disfrutar de otra situación, pero lamentablemente eso no se pudo lograr”.

—¿Qué te dijo Lerche?

—Que había terminado un ciclo, que se hacía insostenible lo que estaba pasando de local, algo que comprendo porque hemos perdido los últimos cuatro partidos en Santa Fe, jugando mal, salvo el de Boca. No hay que dar tantas explicaciones, tampoco hice un completo análisis como para hablar de todo lo que ha sucedido.

—¿Y vos qué pensás?

—Nada. Cuando llegué a Colón se lo agradecí a Germán, y hoy (por ayer) también lo hice por haberme abierto las puertas de este club. Para mí fue una experiencia muy importante, y ahora lo que hay que hacer es aceptar y respetar la decisión de que se haya terminado el vínculo. Siento que tengo la misma responsabilidad que todos los entrenadores, quiero decir que soy responsable de un grupo, más allá de que los que salen a la cancha son ellos, pero yo me hago cargo de todo.

—¿Coincidís con el pensamiento de los dirigentes?

—Mirá, si hacemos un análisis en cuanto a lo que el equipo ha conseguido, vemos que de 60 puntos disputados, se sumaron 30, es el 50 por ciento y no creo que sea tan malo, pero así es el fútbol y tiene estas cosas. Pienso que el balance es bueno. A pesar de que el equipo nunca tuvo la identidad que yo busqué, repito que 30 puntos sobre 60 no es mala suma, sabiendo que competir significa sumar puntos.

—¿Te sentías con fuerza como para seguir en el puesto?

—A los entrenadores siempre nos gusta seguir, porque nacimos para trabajar, pero lo acepto y lo entiendo. En su momento, también se habló de descomprimir la situación en Santa Fe, pero yo siempre dije que nunca daría un paso al costado, pero si Germán viene y me comunica que han tomado la determinación de que yo no sea más el técnico, es algo que debo aceptarlo.

—¿Cuál es la razón, futbolística, anímica...?

—Son situaciones puntuales de juego en las cuales a veces el equipo no está bien, o en ocasiones, los jugadores que pueden manejar un partido en cuanto a lo técnico, no están bien; otras veces parece que tenés una barrera infranqueable en defensa, pero de un momento a otro te hacen un gol que no lo podés creer, pero son cosas que ya no sirve de nada hablarlas. Yo lo único que tengo que hacer es agradecer al presidente y a toda la gente de Colón y nada más. Y el martes vendré a Santa Fe para despedirme de los jugadores, a quienes también les voy a agradecer por todo lo que se brindaron.

La historia de Fernando Gamboa en Colón tuvo un antes y un después de aquella derrota ante Racing en el Centenario. Si bien el año pasado cosechó tres derrotas y debía ganar el último partido ante Newell’s para trabajar con tranquilidad, ese 4 a 0 ante Racing caló hondo. Muchos pensaron que si se perdía ante All Boys, el ciclo se concluía allí nomás, pero ganó y jugando bien. Después, las dos derrotas que le siguieron de local “completaron la obra”.

“Nunca imaginé que el final sería de esta forma”

Ni las avispas se apiadaron de él. Fernando Gamboa mira hacia el panal que obligó a los suplentes sabaleros —y al técnico— a alejarse lo suficiente en el segundo tiempo.

Foto: Mauricio Garín

“Nunca imaginé que el final sería de esta forma”

La única

Laureano Tombolini ya desvió al córner el derechazo de Lucas Acosta en una de las atajadas más espectaculares del campeonato. Fue la única jugada colectiva de ataque bien hilvanada por Colón. Lucas tuvo otra que tiró por encima del travesaño, de zurda. Foto: Luis Cetraro

“Nunca imaginé que el final sería de esta forma”

Para Fuertes

En la cabecera norte, la hinchada colgó un gran trapo solidarizándose con el “Bichi” Fuertes por la muerte de su padre. Sus compañeros hicieron lo mismo al pisar el campo de juego antes del partido. Fue impresionante y emotivo el apoyo al goleador. Foto: Mauricio Garín

La gente, como loca

Si bien Colón era “una lágrima” sobre el campo de juego, ayer se vio algo que rara vez sucedió en el Brigadier: a los 17 minutos ya la gente comenzó a silbar e insultar a Fernando Gamboa y a los jugadores: “¡Y pongan huevos la p... que los parió...!”, fue el primero de los cánticos. Veinte minutos más tarde, las palabras estuvieron dedicadas sólo al técnico: “¡Gamboa..., hijo de p..., la p..., que te parió...! Ni hablar de las cosas que le gritaron al caminar hacia los vestuarios al terminar el cotejo (algunos dicen que hubo señas del ex entrenador hacia los espectadores).

Pero no todo finalizó ahí, cuando los ocupantes de la cabecera norte bajaron de la misma, en lugar de salir de las instalaciones, se quedaron en el playón, sabiendo que los futbolistas salen de los camarines por el Roque Otrino. Ahí si, los hinchas se “sacaron las ganas”, aún provistos de los bombos, comenzó la “artillería” contra Gamboa y (todavía) sus jugadores: “¡Me parece que el Negro... no quiere ganar, me parece que el Negro... no quiere ganar, tiene ganas..., tiene ganas... de cobrar...!”; “¡La camiseta del Negro..., se tiene que transpirar..., y si no... no se la pongan..., váyanse no roben más...!”; “¡Pongan los pibes la p... que los parió..., pongan los pibes la p... que los parió...!”.

Ganó la reserva.

En el cotejo preliminar, la reserva de Colón, dirigida técnicamente por Mario Sciacqua (quien se hará cargo del plantel superior desde mañana reemplazando a Fernando Gamboa), goleó a Olimpo por 3 a 0, con dos goles de Facundo Callejos y el restante de Lucas Alario. El equipo formó con: Bailo; Toresani, Sandrigo, Kummer y Aristiarán; Sánchez, Zaracho y Laureiro; Jourdan; Callejos y Alario. Los relevos fueron martínez, Díaz, Castillo, Mugni y Barolín.

/// el dato

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Aplausos y silbidos

A pesar de la derrota, el público colonista despidió con aplausos a Tombolini, quien dejó un buen recuerdo; todo lo contrario pasó con Marcelo Mosset, a quien lógicamente abuchearon por su pasado tatengue. Fotos: Mauricio Garín

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