Impulsado por una mayor demanda

Se recupera el mercado de agroquímicos

No resulta sorprendente, entonces, que la caída de los precios de las materias primas agropecuarias provocada por la crisis global haya tirado abajo la demanda del sector. La sequía de 2009 y el malestar de los ruralistas aportaron también su cuota negativa, dando lugar a una contracción del 40% en el giro del negocio de agroquímicos, que desde 2005 venía creciendo a tasas anuales superiores al 10%.

El sector se compone de dos segmentos diferenciados: el de fertilizantes y el de productos fitosanitarios. La venta de fertilizantes ha sido la más afectada por esos vaivenes, ya que se trata de un producto cuyo uso puede regularse con relativa facilidad. Además, el progresivo avance de la soja en detrimento de cultivos como el maíz y el trigo impacta negativamente en la demanda de fertilizantes, dadas las menores dosis requeridas por este cultivo, pero estimula la demanda de productos fitosanitarios, en particular del popular herbicida glifosato. Este último representa las dos terceras partes de la facturación del segmento de fitosanitarios, y su utilización se ha difundido en forma explosiva desde mediados de los 90s.

“En el año 2010 el sector experimentó una fuerte recuperación alentada por la mayor demanda. Las mejores perspectivas en la coyuntura internacional, los factores climáticos y un contexto político más favorable llevaron el consumo aparente de agroquímicos a 3,83 millones de toneladas, esto es, un incremento del 72% respecto a 2009. Aún así, cabe señalar que estos factores han alentado en mayor medida el crecimiento de las importaciones que el de la producción. En efecto, a raíz de las restricciones en la provisión de gas natural a las empresas y también por el elevado nivel de uso de la capacidad instalada entre los grandes productores, la producción se mantuvo prácticamente estancada”, explica Gonzalo Vázquez, Director de CLAVES ICSA.

La industria y el mercado de agroquímicos se caracterizan por estar fuertemente ligados a la evolución y las expectativas de su principal comprador, el sector agropecuario.