Inevitable comparación...

¿Maradona o Messi?, la gran discusión futbolera

Diego ganó un Mundial, eso marca una diferencia que Leo tendrá que igualar. Al santafesino le juega a su favor el tiempo: podría jugar, al menos, dos mundiales más.

Enrique Cruz (h)

“Yo creo que Messi es el mejor del mundo porque no perdió la alegría de jugar por el hecho simple de jugar. En ese sentido no se profesionalizó. Messi juega como un chiquilín en su barrio, no por la plata. Cómo se mete, cómo engaña, esa picardía que es tan linda de ver en los potreros”.

(Eduardo Galeano)

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Los argentinos tendemos a las comparaciones. Y nadie nos hará entender que Maradona fue el mejor en su tiempo y que Messi es el mejor ahora. Pero aún así, buscamos discernir si no hubo otro igual a Diego o si este pibe nacido en Rosario y llevado muy chiquito a España está en condiciones de superarlo. Queremos encontrar una conclusión que nos conducirá a elegir por uno de los dos cuando, en realidad, deberíamos quedarnos con los dos, cada cual en su tiempo. Y gracias a Dios en este tiempo, para que podamos disfrutarlo.

“¿Tú naciste en la misma provincia que Messi?, entonces naciste en el cielo”, me decía un catalán cenando en un restaurante tradicional de Valencia, la noche previa a la final de la Copa del Rey. Messi, para ellos, es un dios. Y Maradona lo fue en su momento, inmortalizado en el fabuloso relato de Víctor Hugo Morales, cuando habló del “¡barrilete cósmico, ¿de qué planeta viniste?!”.

Messi cumplirá 24 años en junio y podrá jugar al menos dos mundiales más. Diego tuvo una primera experiencia nefasta con una constelación de estrellas en 1982, luego descolló en 1986, fue subcampeón jugando con el tobillo a la miseria en 1990 y quedó afuera antes que el equipo por el doping de 1994. Pongo énfasis en los mundiales, porque considero que Diego tiene una ventaja sobre Lio: haber salido campeón del mundo con la selección argentina. Ventaja adquirida de Diego por una cuestión por ahora sólo generacional.

Cuando Maradona dejó el fútbol, estuve absolutamente convencido de que la duración de mi vida me impediría ver a otro jugador más o menos parecido. ¿Se acuerdan cuando hablábamos del famoso síndrome de la camiseta número 10?, ¿se acuerdan cuando comparábamos el proceso post-Maradona con lo que había vivido Brasil cuando se retiró Pelé y aquellos equipos del ‘74, ‘78, ‘82, ‘86 y ‘90 que no ganaron nada?

Es verdad que Argentina no ganó más nada a partir del retiro de Maradona, pero también es verdad que ahora apareció un jugador en condiciones de igualarlo y hasta de superarlo. Un jugador a partir del cual se puede hacer rodar un equipo, desequilibrante ciento por ciento y capaz de definir solo un partido como lo hizo el miércoles ante el Real Madrid.

¿Qué tuvo Diego que no tenga Messi?, como primera medida una trayectoria que Messi está recién construyendo. Y después, un carisma y una forma de ser (quizás más “caudillesca”) que lo diferencia de Messi. Pero atención, eso no significa que el rosarino sea todo lo contrario o que no tenga personalidad. Con la pelota en los pies, los dos son calcados. Probablemente, Diego haya desarrollado un temperamento distinto, producto de la naturaleza o de las circunstancias. Y que esto lo haya llevado a ser líder dentro de un vestuario, algo que Messi tiene que conseguir. Aunque sea a partir de su juego exquisito e incomparable.

Muchos creen que es injusto exigirle a Messi que gane un Mundial para estar en condiciones de superar a Maradona. Yo no. Lo creo a partir de que siempre pensé que no iba a haber otro igual a él, pero que si lo hubiera, tendría que hacer las mismas genialidades adentro de la cancha (Messi las hace) con logros consecuentes (ahí está lo que Leo debe conseguir).

Abriendo el juego, quienes peinan canas y cuentan con la gracia de haberlos visto jugar, dicen que el “Charro” Moreno no tuvo nada que envidiarle a Maradona y, en consecuencia, a Messi. El “Charro” no jugó en Europa y sólo cuenta con tres títulos sudamericanos con la selección. Con todo respeto, no creo que sea un buen punto de comparación como —a pesar de no haberlo visto jugar, sólo en algunos pocos videos— considero que sí puede serlo Alfredo Di Stefano, por más que la “Saeta Rubia” haya sido más de toda la cancha que Maradona y que Messi.

Pelé ganó tres mundiales e hizo casi 1.300 goles. No pienso que eso lo habilite para ganarle el mano a mano en la pulseada a Diego, porque él también bebió las mieles del éxito mundialista y siendo la gran figura de su equipo y del torneo. Pelé, en 1970, estaba mucho mejor rodeado que Maradona en 1986. Eso no lo subestima ni lo empequeñece, pero marca alguna diferencia que, en este caso, se puede otorgar a favor del argentino, menos ganador en cantidad pero mejor en calidad.

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Consiguió Maradona en total, durante toda su carrera, contando Boca, Barcelona, Nápoli y la selección.

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Fueron los que logró Messi hasta ahora, con menos de 24 años. En esto ya superó a Diego.