Estafadores a la pesca de incautos

Hubo cinco intentos fallidos de “secuestros virtuales”

Hubo cinco intentos fallidos  de “secuestros virtuales”

En la tarde de ayer, se tuvo noticia de cuatro denuncias de personas que recibieron inquietantes llamadas telefónicas, una quinta no denunció.

 

Redacción de El Litoral

Cinco maniobras dirigidas a estafar a otros tantos vecinos de nuestra ciudad quedaron en intento gracias a la acertada reacción de las víctimas, cuatro de las cuales -una vez superado el mal momento- acudieron a denunciar las presiones de las que fueron objeto en sede policial.

A las 12.30 se presentó en la Seccional 2a. M.S.G. quien se domicilia en en un edificio de departamentos de calle Saavedra 2048. La mujer expuso que un desconocido que dijo trabajar como personal policial en esa misma dependencia le informó, vía telefónica, que su esposo había sufrido un accidente.

La comunicación se cortó en ese punto pero minutos después una segunda llamada sobresaltó a la denunciante, ahora la misma voz le decía que su esposo D.F.O. estaba en su poder, es decir, que estaba privado de la libertad, secuestrado, pero la mujer pudo comprobar que estaba siendo objeto de una manipulación perversa.

A las 14, F.L. acudió también a la Seccional 2a. un vecino de la anterior para denunciar que una voz desconocida le hizo saber por teléfono que su madre J.T.S. había sido secuestrada, pero F.L. -vía Internet- logró establecer contacto con su progenitora y decidió poner al tanto de la maniobra a la policía santafesina.

A las 15.30, una mujer de 71 años llamó al 911 para pedir ayuda. Numerosas llamadas entraban a su teléfono para avisar que una hermana suya había sufrido un accidente a la vez que le pedían información acerca de su obra social, tarjetas y documentos personales.

Funcionarios de la Seccional 3a. se hicieron presentes en el domicilio de la denunciante -bulevar Gálvez al 1400-, y así pudo saber la angustiada mujer que su hermana se encontraba en su casa y en perfectas condiciones.

A las 16, otra mujer que reside en otro edificio de departamentos, en Juan de Garay al 2800, se presentó en la Seccional 1a. visiblemente preocupada porque también ella había recibido inquietantes llamadas telefónicas.

Alguien que decía ser policía hizo mención detallada de los miembros de su familia y sus respectivas ocupaciones. Finalmente, dijo que uno de los suyos había sido secuestrado y colgó.

La víctima de la maniobra llamó al 911 y la mentira quedó al descubierto. N.R.C. de 34 años de edad refirió en sede policial que al igual que ella una de sus vecinas había vivido una experiencia similar una hora antes. Esta última no denunció porque por sus medios pudo saber que el desconocido que llamó a su casa estaba mintiendo porque en ese momento los integrantes de su familia estaban con ella.

Los hechos denunciados ayer se suman a otros, por ejemplo los tres casos registrados en jurisdicción de la Seccional 3a. la semana anterior, barrio Candioti, y otros que lejos de fracasar permitieron a sus autores -al menos una vez- alzarse con una abultada suma de dinero.

Personal especializado de la Unidad Regional I busca ahora a los autores de las llamadas telefónicas que últimamente se reiteran con llamativa frecuencia. Por su parte, la Jefatura de la URI dio a conocer un comunicado por el que advierte sobre esta modalidad delictiva y da las recomendaciones, coincidentes con las ofrecidas por la Secretaría de Seguridad.