Informe de la Universidad Católica Argentina

La informalidad laboral persiste a pesar del crecimiento económico

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La demanda laboral reclama capacitación técnica, por eso la UCA sugiere atender el problema estructural de la educación para el trabajo. Foto: Archivo El Litoral.

El fenómeno es significativo en la compleja trama de la pobreza. Menos inflación, más educación y esquema fiscal simplificado son las soluciones estructurales propuestas para que las microempresas formalicen sus planteles de trabajadores.

 

De la redacción de El Litoral

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“A pesar del crecimiento económico, la incidencia de la pobreza en Argentina continúa siendo demasiado alta y casi la mitad de la población sólo encuentra empleo en ocupaciones informales precarias de baja calidad”.

Así lo concluye un informe de la Escuela de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Católica Argentina. “Para reducir la pobreza y disminuir los problemas sociales se requiere controlar efectivamente la inflación y encarar reformas estructurales que incentiven la formalización de las microempresas y eleven los niveles de educación y de formación para el trabajo de la fuerza laboral”.

Recuerda el documento en base a los últimos datos disponibles de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), correspondiente al 2º trimestre de 2010, que “persiste una fuerte segmentación en el mercado laboral argentino”.

Expone que “poco más de la mitad de los trabajadores (56%) tienen un empleo formal, ya sea como asalariado privado en relación de dependencia, empleado público, trabajador independiente con trabajadores a cargo (empleador) o como cuentapropista profesional. Son 5,9 millones de personas con salarios netos de descuentos declarados en la EPH que alcanzan en promedio los $2.800 mensuales”.

Una brecha mayor

“Es probable que la EPH subestime la brecha de ingresos” entre trabajadores formales e informales, dice el informe, ya que “no refleja en su integridad los ingresos de los trabajadores formales” porque se evalúa la remuneración de bolsillo y “no considera los aportes y contribuciones a la seguridad social y otros descuentos”.

Pero además porque “existen evidencias de que la subdeclaración de ingresos es, en promedio, proporcional a su monto. Por esto, la remuneración de los asalariados privados registrados en la EPH aparece con un promedio de $ 2.726, pero en las bases de datos de la Afip -resultados que publica el Ministerio de Economía- este grupo de trabajadores aparece con una remuneración promedio bruta de $4.176”.

Explica el documento que “la diferencia (prácticamente el 35 %) seguramente está asociada a los dos factores indicados. A esto hay que agregar que es probable que el fenómeno de subdeclaración de

ingresos entre los patrones y los profesionales autónomos sea aún más intenso”.

Especula que “usando un promedio de 35 % de subdeclaración para todos los trabajadores formales, el verdadero nivel de sus remuneraciones estaría más cerca de los $ 4.300 que de los $ 2.800 declarados en la EPH. Siendo así, las remuneraciones promedio de los trabajadores formales probablemente sean, como mínimo, 3 veces y media superiores a las remuneraciones de los trabajadores informales”.

/// el dato

No decente

Cerca de la mitad de los ocupados (44%) tienen empleos informales: son asalariados no registrados (2,1 millones), cuentapropistas no profesionales, servicio doméstico, trabajadores sin salario y beneficiarios del Plan Jefes y Jefas de Hogar. Suman en total unos 4,6 millones de trabajadores con remuneraciones promedio de $1.200 mensuales; generalmente sin acceso a la seguridad social, estas personas “carecen de un empleo decente” en los términos de la Organización Internacional del Trabajo.

 
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Menos pobreza y más educación

El informe resalta que si la pobreza alcanza 3,3 % en los trabajadores formales, se eleva al 17,6 % entre los informales, aún en los cuestionados términos de las mediciones del Indec. “Tomando las mediciones de precios de los privados, la pobreza entre los formales es todavía de un dígito (9,6%), pero aparecen niveles muy altos para los informales (33,5%)”.

“Entre el Indec y los privados, media una diferencia de 1,1 millones de ocupados pobres, de los cuales 730 mil son trabajadores informales”, dice la UCA. Por eso resalta que la pobreza “aparece estrechamente asociada con la informalidad” laboral y advierte que “en un contexto macroeconómico muy favorable, la alta informalidad persiste y se estaría aletargando la capacidad de generación de empleos de las empresas privadas que dan empleos formales”.

A criterio de los autores, las soluciones pasan por un tratamiento fiscal sustentable y unificado para pequeñas y microempresas, un esquema simplificado de seguridad social -en ambos casos para facilitar el blanqueo de sus empleados- y un sistema educativo alineado con las características de la demanda laboral.