La legisladora pasó por Santa Fe y Rosario

Sin Macri como candidato a presidente, Michetti ratificó el proyecto de PRO

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Locuaz, Michetti analiza con preocupación las diferencias entre los opositores. Le sorprende el reconocimiento que tiene Del Sel en las ciudades santafesinas. También la acompañó Roberto Campanella, candidato a intendente.

Foto: Flavio Raina

La ex vicejefa de gobierno porteño tuvo duros cuestionamientos a los métodos que utiliza el gobierno nacional. Reuniones con dirigentes locales para analizar el panorama político nacional y santafesino.

 

Mario Cáffaro

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A pocas horas de que Mauricio Macri anuncie oficialmente que competirá por la reelección como jefe de Gobierno porteño postergando su aspiración presidencial, la diputada nacional de PRO, Gabriela Michetti, estuvo en Rosario y Santa Fe apoyando a Miguel Torres del Sel y a los candidatos locales, en el caso de esta capital, el aspirante a intendente, Roberto Campanella.

Contactos con algunos medios de prensa y las peatonales de ambas ciudades le sirvieron a Michetti para palpar el fuerte reconocimiento que tiene Del Sel. Se ríe por haber quedado en segundo plano mientras la gente se acercaba a saludar y sacarse fotos con el candidato a gobernador de la Unión Pro Federal.

En diálogo con El Litoral no desmintió la nueva postulación de Macri en Buenos Aires, lamentó las fuertes divisiones de la dirigencia política que les ha impedido hasta el momento construir una alternativa al kirchnerismo al que calificó de “inescrupuloso”, entre otros conceptos y aclaró que no será candidata a presidenta de la Nación.

—La expectativa política ¿pasa por estas horas en saber qué hará Mauricio Macri en las próximas elecciones?

— Estamos preparando un acto en la Ciudad para que se anuncie la decisión de Mauricio. Ha pensado muchísimo, ha tenido un dilema enorme para poder definirse porque es el responsable de todo un equipo nuevo, somos un partido que no tiene muchos años en política. Ha hecho lo que siempre hace, que es escuchar a todo el mundo, y ha tomado la decisión que confirmará el sábado. No voy a decir lo que tiene que decir, sí veo que está más inclinado a quedarse en la ciudad de Buenos Aires. Ha sopesado que la ciudad se va convirtiendo en un escenario pre presidencial. Sin abandonar -ni por asomo- el proyecto nacional y tratando de seguir apoyando a los candidatos en provincias y ciudades, tratando de buscar alguna alternativa. Hoy no puede decir cuál y con qué candidato. Estamos conversando y viendo cómo encontramos una alternativa para representar a toda aquella gente que no quiere votar al kirchnerismo y a la que tampoco le convence demasiado lo que hay en la oposición.

No me siento con la disposición de ser candidata a presidenta. Los políticos tenemos que ser conscientes de nuestras limitaciones y hasta dónde estamos preparados. Hoy me siento preparada para la jefatura de gobierno, diputada, por allí puedo acompañar como candidata a la vicepresidencia. Estoy dispuesta a acompañar a una fórmula porque tengo buena relación con la gente en todo el país. Estamos conversando mucho y no queremos dejar a los candidatos en provincias ni en localidades solos.

— Durán Barba dijo hace poco que a una viuda es muy difícil ganarle. ¿Eso pesó en Macri?

— Se combinan muchos factores. No es solamente que Cristina esté en un buen momento, con buena intención de voto. Hay dos problemas: a la oposición le ha costado y le sigue costando armar aunque sea una mesa de discusión para los temas del país. Eso es gravísimo. Mauricio hizo un gesto importante ya que, siendo el primero en votos de la oposición, dejó la candidatura de lado para discutir temas y después ver si hay posibilidades de hacer un frente electoral.

Empezaron estas cosas de los límites que en el fondo responden a cuestiones muy personalistas, de mirarse al ombligo y no a la gente y sus problemas. Este es un factor importante que en la cabeza de Mauricio ha jugado un rol importante. El otro problema es que enfrente tenés un aparato de gobierno con recursos y una vocación de plantarte todo el poderío encima, sin escrúpulos.

Pasa por trabarte la gestión, propaganda desmesurada y desleal en el canal público, programas “periodísticos” de operación política del gobierno. Esta combinación es muy difícil de enfrentar. No quiere decir que uno no crea, no tenga esperanzas de cambiar y que crea que el kirchnerismo ya ganó. Hay un 60% de gente que no quiere kirchnerismo. Debemos ser inteligentes para ver cómo construimos esta alternativa. Tenemos delante gente que no tiene escrúpulos para usar los medios públicos en favor de su posicionamiento

— Los límites los marcaron Binner, Alfonsín y algún otro dirigente, pero ¿en el Congreso no se puede hablar?

— Es un problema de déficit de la cultura política y de los valores que también están impregnados en la sociedad. Esta cosa del individualismo extremo, de ver cómo tironeo para mí y destruyo. En el Congreso, el radicalismo, el Peronismo Federal, el PRO, la Coalición Cívica hemos votado juntos desde hace años. Cuando hablamos de temas no hay diferencias enormes. Se podría armar algo diciéndole a la gente que el crecimiento es real, la foto de la Argentina no es tan mala pero no hay desarrollo. La foto no está bien fijada y se puede poner amarilla. Hay un montón de problemas como la educación. Tenemos una inversión en educación que no sirve para levantar la calidad educativa, rutas cada día peores, no tenemos búsqueda de nuevas fuentes de energía cuando Brasil nos lleva siglos de ventaja. Los temas de inclusión deben ser prioritarios cuando el cuarto de la población está en el nivel de pobreza.

Hay cosas en que toda la oposición coincide y es muy triste que por problemas personalistas no se llegue a acuerdos. Hoy lo que le viene bien a la Argentina es que cada uno desde su ideología, sus principios, aporte, no que se separen.

— ¿Ustedes también son ejemplo de esa división después de haber ganado hace dos años?

— Absolutamente. Es un tema cultural, de la sociedad argentina. Hay 200 teorías de esto en la Argentina, esto de tirar cada uno para su lado, compitiendo mal para jorobar al otro. Si tenés dirigentes políticos, autoridades nacionales que en vez de pacificar, serenar, tratar de unir, lo único que hacen es fomentar el conflicto, la confrontación es cada vez peor. Un disvalor cultural se transforma en un problema grave.

La carrera de Del Sel

Miguel Torres del Sel está muy entusiasmado sobre su relación con la gente en sus continuas recorridas por localidades de la provincia. Michetti dice que “le valoran la honestidad, es un tema muy importante. La gente tiene un reclamo muy fuerte de ejemplaridad en los políticos para volver a creer en la política. Le tienen confianza porque dejó de lado una vida tranquila y se vino a complicar, a esforzarse.

La pregunta a Del Sel es obvia, la bajada de Macri ¿compromete su proyecto?

“Para nada. Los demás candidatos se respaldan en la presidenta o en el gobernador. He dicho que ha sido un pedido de Mauricio en sumarme y participar. Sé claramente que más allá de eso, depende de nosotros, de Osvaldo (por Salomón), de Chiquito (por Campanella), de los 30 y pico de candidatos que tenemos. Nos bancamos solos. Somos fuertes por sí solos más que porque nos nombrara Mauricio. Mi sentimiento es justicialista o peronista pero como creo en las personas, no en los partidos, me sumé al proyecto de Mauricio presidente. Si no está ahora, será dentro de cuatro años. Vamos a llegar a ser gobierno por la Unión PRO Federal en este año. Es apasionante e increíble lo que pasa con nuestra llegada a cada localidad. Es el mejor termómetro que tenemos. Somos fuertes de por sí solos. Me hubiera gustado que Mauricio haya sido nuestro candidato y haya sido mi presidente, pero esto es la política, es un juego de ajedrez”.

/// EL DATO

Mujer

Michetti aclara que no es defensora del feminismo, ni del género pero señala que “como mujer, desde esa concepción de los procesos que tengo, siempre dije que Mauricio tenía que hacer dos gobiernos en la Ciudad de Buenos Aires. Los procesos hay que hacerlos sustentando cada paso, y a la vez construir representantes en el interior y asentar las bases pero ir haciendo el camino. No estoy frustrada porque no soy candidata. No tengo la desesperación de la hora”.

“Hay un déficit en la cultura política argentina. Hay un personalismo, propio de todos, y un gobierno que usa los recursos con una discrecionalidad escandalosa”

Gabriela Michetti

diputada nacional PRO