El cetro está en buenas manos

Pampas XV, en la tierra prometida

Superó a Blue Bulls y obtuvo el primer título de “primer mundo” para el rugby argentino en la condición de invicto. El santafesino Maximiliano Bustos volvió a ser titular y se destacó.

César Miño

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Quizás como un ineludible designio del destino, 46 años después del nacimiento de Los Pumas, en la memorable gira de 1965, fuera otra vez Sudáfrica la que se erigiera en escenario para la inscripción de un nuevo hito en el historial del rugby argentino.

Esta vez fue el turno de Pampas XV, que tras derrotar a Blue Bulls por 14 a 9 en la final, se consagró campeón de la Vodacom Cup 2011, consiguiendo de este modo el primer título profesional en la más que centenaria historia de este deporte en nuestro país.

Tras cumplir una campaña extraordinaria, que contuvo ocho triunfos consecutivos en la fase clasificatoria; más los correspondientes a cuartos de final y semifinales, llegó el de la víspera, luego de un desarrollo que sin lugar a dudas fue el más costoso para el representativo de nuestro país.

Desde el inicio quedó en claro que el campeón-defensor sería un adversario difícil de quebrar, básicamente por su solidez defensiva. Sin embargo, en base a prevalecer en el patrimonio de la pelota, los argentinos encontrarán la manera de provocar brechas, las que lamentablemente no pudieron ser debidamente aprovechadas, producto de algunas imperfecciones en la construcción de los movimientos ofensivos.

El complemento

El 8 a 0 del parcial se debió básicamente a ello, mientras que al cumplirse la primera docena de minutos del segundo tiempo, se produjo una circunstancia muy importante: debido a la lesión del último suplente en el puesto, los Bulls se quedaron sin primeras líneas.

Como consecuencia de ello, el referee anunció que no habría más disputa en el scrum; lo que sin lugar a dudas privó a Pampas XV del elemento de juego en el que marcaba mayor superioridad sobre su adversario.

Esto propendió a que se incrementaran los errores y por ende, en base al acierto de varios envíos a los postes, los sudafricanos acotaran la diferencia, a punto tal de quedar a tiro para revertir el marcador.

Entonces, una vez más, afloró la entereza argentina, haciendo posible que a puro tackle y corazón, se frustraran los intentos del último campeón para retener la corona de la tercera competición en importancia en la tierra de los Springboks.

El pitazo final desató la previsible alegría de un plantel que desde hace casi noventa días permaneció estoicamente dedicado a pugnar por el objetivo finalmente conseguido. Y como señalábamos en el inicio, volvió a ser en Sudáfrica... Esta vez, en Potchesfstroom, la ciudad que los cobijó, ubicada a apenas algo más de un centenar de kilómetros de la imponente Johannesburg, donde está el mítico Ellis Park, testigo privilegiado del triunfo por 11 a 6 ante los Junior Springboks, que en 1965 signó definitivamente el nacimiento de uno de los seleccionados más emblemáticos del deporte argentino todo.

Delirio Pampa. El más que merecido festejo de un plantel que sumó un nuevo hito al estupendo historial de este deporte en nuestro país. Foto: Gentileza Prensa UAR