Este técnico y estos jugadores son los que deben lograr la gloria...

JUGADO POR JUGADO

JUGADO POR JUGADO

Paulo Rosales se quedó afuera de los titulares ante Belgrano. Fue parte del cambio que intentó Kudelka. En el segundo tiempo, cuando ingresó, el equipo levantó. Además, hizo un gol. Casi con seguridad estará como titular ante los tucumanos.

Foto: Pablo Aguirre

Recuperarse anímicamente y volver a ser sólidos para defender es el principal desafío.

 

Enrique Cruz (h)

Decía Marcelo Bielsa en la jugosa charla del viernes en El Quillá, que en el futbolista inciden cuatro elementos: 1) el más importante es la técnica; 2) le sigue la preparación física; 3) se nutre de una organización táctica; y 4) los otros tres factores requieren de una respuesta anímica para llevarlo a cabo. Y esto es aplicable perfectamente al momento de Unión, por más que a muchos les cueste entenderlo. ¿Cómo se puede caer un equipo que llegó a sacar 11 puntos de ventaja sobre el tercero, que estaba peleando la punta y que tuvo una racha de 13 partidos sin perder?, es la pregunta que gobierna en el desconcierto rojiblanco. Pasó. El equipo se cayó en lo técnico (emparentado directamente con el rendimiento individual de cada jugador), se perdió organización, bajó la presión física sobre el adversario y todo esto llevó a plantear un bajón anímico como causa del peligroso retroceso.

“La mente domina al cuerpo”, dijo Kudelka en varias ocasiones. Y la pregunta es: ¿fue lo mental, lo anímico, lo que incidió en lo futbolístico, o viceversa?, ¿sintió Unión que el ascenso ya estaba “logrado” cuando venció a Patronato, último partido de la serie de 13 sin perder?, ¿fue la consecuencia de semejante desborde de alegría y de aquellas cuatro horas y pico que demoró el viaje de menos de 25 kilómetros del plantel desde la salida del Tunel hasta el estadio?

La cuestión —volviendo a lo de Bielsa— es que la parte anímica tiene un valor decisivo y movilizador. Hoy, este plantel de Unión que derrochaba seguridad, firmeza y confianza, se ha convertido en un equipo dubitativo y frágil. La prueba elocuente es que a Unión le habían convertido sólo 3 goles en 9 partidos desde que arrancó el año hasta que le ganó a Patronato, manteniendo la valla invicta en cuatro partidos consecutivos de esa serie. Ahora, Unión sufrió 10 goles en las 4 derrotas consecutivas. Allí está una de las grandes causas, si nos referimos a lo puramente futbolístico, de un bajón sin precedentes ni muchas explicaciones coherentes o certeras. Unión perdió esa solidez que lo llevó a ampararse en una buena defensa. Si bien los destellos de Rosales, los goles de Quiroga y la aparición refrescante del pibe Montero fueron un aporte individual de suficiente jerarquía para que el equipo juegue bien y tenga mucha practicidad y eficacia en una parte importante del torneo, también se debe admitir que lo mejor del equipo era la seguridad que se transmitía desde el fondo, algo que hoy parece perdido.

Depende de Unión

Tomar decisiones drásticas no parecen convenientes en este momento. Ni los dirigentes piensan en un cambio de entrenador, por ejemplo; ni Kudelka quiere abandonar el barco cuando todavía tiene las mejores chances de permanecer a flote y no hundirse. Los dirigentes reconocen el valor del trabajo de Kudelka, saben que nadie conoce mejor que él a este plantel que se encargó de armar y potenciar, y también saben que no se puede tomar una determinación con alguien que está consiguiendo el objetivo. Desde el lado opuesto, el razonamiento es el mismo: ¿por qué bajarse ahora?, ¿por qué resignar lo que se logró?, ¿por qué no pelearla hasta el final para quedarse con la gloria y no regalarla?

Unión sigue dependiendo de Unión y nadie se puede bajar de ese objetivo. Ni los dirigentes ni los jugadores. Hay mucho para ganar, pero también hay mucho para perder. La ilusión se ha visto dañada, como dijo el técnico luego de perder ante los sanjuaninos. Pero la diferencia seguirá siendo significativa si San Martín de San Juan no le gana a los jujeños (es un partido complicado para el equipo de Garnero). Serán 4 o 3 puntos sobre 15 por jugarse. Y Unión tiene un fixture para aprovechar: juega tres partidos en casa y dos afuera; enfrentará a la CAI ya descendido y puede jugar con Rafaela ya ascendido; el próximo partido es frente a un San Martín tucumano de floja campaña y en la última fecha viene Ferro.

Dos reacciones que siembran esperanza

Unión viene de regalar los primeros tiempos y de reacciones en los segundos tiempos que dejan un hueco para la esperanza. Con San Martín y Belgrano, el marcador era 0-2. En uno pudo descontar y el empate estuvo merodeando (frente a los sanjuaninos). En Córdoba, se consiguió el empate a diez minutos del final pero nadie adentro de la cancha supo distinguir el valor fundamental que tenía el punto, no por la sumatoria en sí, sino por la bisagra anímica que le podía poner a este bajón. El técnico sí se dio cuenta y fueron desesperados sus pedidos de calma. Adentro, los jugadores sintieron que se podía ganar y fueron a buscarlo; terminaron perdiendo.

Si le ponemos un alto porcentaje a la incidencia anímica de este momento de Unión, esas reacciones permiten recoger alguna esperanza. En lo futbolístico, recuperar solidez, reemplazar a Vidal, esperar que aparezca otra vez el fútbol de Rosales, los goles de Quiroga o apostar el empuje de Zárate, son los desafíos futbolísticos.

No importa hoy que se juegue lindo; importa que se vuelva a jugar bien o que se recuperen aquellos fundamentos que lo habían llevado a adquirir un protagonismo notable. Pero lo más importante es que haya una vuelta de tuerca en lo anímico. Hoy, Unión es un equipo golpeado; el desafío es levantarse también en esto.

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Limia palpita el desenlace del segundo gol de Belgrano. Andrizzi ya conectó a las espaldas de Correa, donde Unión tuvo dificultades cuando entró el volante celeste.

Foto: Gentileza La Mañana de Córdoba

La mente puesta en Cuyo

El torneo no sólo “esperó” a Gimnasia de Jujuy, tal como lo afirman los jugadores, sino que además ahora le sonríe. Es que derrotando mañana a San Martín de San Juan habrá alcanzado por primera vez el cuarto puesto en la tabla de posiciones de la B Nacional, lugar de privilegio para disputar una Promoción. Pero, sumando los tres puntos, quedará a uno de su rival de mañana a la noche, con lo cual pasará a acechar el tercer lugar, que hoy ostenta precisamente su rival.

San Martín es consciente que no puede fallar en casa. Entonces, se estima que saldrá a buscar la victoria de entrada.

Los cuyanos alistarán a Luciano Porcnjic; Marcos Galarza, Cristian Grabinski, Rubén Zamponi, Emanuel Más; Andrés Alderete, Ezequiel Videla; Messera, Roberval, Federico Poggi; Sebastián Penco. El técnico Daniel Garnero decidió que el único cambio será el ingreso de Mariano Messera por Damián Canuto, con el cual del esquema 4-4-2 se pasará a un clásico 4-2-3-1.

Los elegidos por Ferraro son Pablo Bangardino; Federico Pomba, Luis Machado, Guido Milán, Héctor Desvaux; Mauro Pajón, Daniel Ramasco, Silvio Iuvalé, Facundo Torres; Jorge Luna y Darío Benedetto.

 
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Una baja sensible por el buen momento que atraviesa, será la de Velázquez. “Pelearán” para que la sanción sea sólo de una fecha.

Foto: Gentileza Diario La Voz del Interior

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Otro de los jugadores que deberá volver al equipo es el Changuito Cárdenas. Su aporte será muy valioso para este momento.

Foto: Pablo Aguirre

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El apoyo de la gente será otro factor preponderante en el partido del jueves que viene. Unión acumula tres derrotas consecutivas en su cancha.

Foto: Mauricio Garin