Informe sobre la cadena de valor

Optimismo oficial sobre el futuro de la industria de maquinaria agrícola

Optimismo oficial sobre el futuro de la industria de maquinaria agrícola

Según datos oficiales, la producción de maquinaria agrícola creció el 170% desde 2003

Foto:AGENCIA DPA

Fue planteado por el gobierno nacional ante empresarios del sector. El objetivo es revertir el déficit de la balanza comercial existente. Giorgi justificó la decisión de intervención del Estado.

 

De la redacción de El Litoral

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En 2020 la producción nacional de maquinaria agrícola será de 2.500 millones de dólares y se crearán 8.000 nuevos empleos en el sector, por lo que ocupará un total de 20.000 trabajadores. Además, el Ministerio de Industria de la Nación proyecta que en 10 años se fabricarán en el país 10.000 sembradoras, 4.000 cosechadoras y 11.000 tractores, contra las 3.800 sembradoras, 600 cosechadoras y 2.150 tractores producidos en 2010, lo que implicará un superávit de 455 millones de dólares para el sector.

La cartera que conduce Débora Giorgi presentó en Rosario, un plan con medidas de mediano y largo plazo para industrializar el sector de maquinaria agrícola y revertir el déficit actual de 450 millones de dólares en autopropulsados (cosechadoras y tractores). Los empresarios del sector plantearon la necesidad de mecanismos de financiamiento de largo plazo específicos para estimular la demanda de maquinaria. El compromiso del Ministerio es el de articular nuevas líneas de crédito con el Banco Nación.

Por otra parte, para impulsar la producción se le dará al sector trato preferencial y mayores beneficios fiscales -en el proyecto de ley de Promoción de Inversiones que se enviará al Congreso Nacional- y se profundizarán las herramientas de financiamiento blando. Se recordó además que están en vigencia los créditos del Bicentenario (a tasa fija anual en pesos del 9,9%), subsidios de tasa y el régimen de promoción a la producción local de bienes de capital que reintegra el 14% de la facturación a través de un bono fiscal, por el que el sector recibió en 2010 beneficios por 400 millones de pesos.

Con estas medidas, el Estado nacional busca alcanzar, en 2020, una balanza comercial superavitaria de 455 millones de dólares para el sector.

Actuar para evitar desfasajes

En el foro de la cadena de valor de maquinaria agrícola -en el marco del Plan Estratégico Industrial Argentina 2020- se advirtió que de no mediar planificación estatal, el déficit sería para ese año de 850 millones de dólares.

“La producción de maquinaria agrícola ha crecido un 170 % desde 2003, pero ahora debemos dar un salto en calidad y escala para autoabastecer el creciente mercado interno, para no depender de las importaciones fundamentalmente en el segmento de autopropulsados, y también exportar”, afirmó Giorgi.

La reunión realizada en Rosario fue encabezada por el jefe de Gabinete del Ministerio de Industria, Horacio Cepeda, y el secretario Pyme, Horacio Roura, y participaron todos los integrantes de la cadena: agropartistas, terminales, concesionarios, exportadores, de talleres de reparación y del mercado de reposición.

Cepeda señaló que “el modelo de industria que nos planteamos es claramente diferente al de los ‘90 y no se centra sólo en la sustitución de importaciones, sino que se apunta a tener un desarrollo sustentable de la economía argentina y alcanzar objetivos de desarrollo social”.

Giorgi recordó que el sector sufrió una fuerte desarticulación durante la década del ‘90, lo que no le permitió responder al crecimiento de la demanda interna durante la reactivación del país a partir de 2003, por lo que gran parte de la demanda que produjo el aumento de la actividad en el campo fue satisfecha con importaciones. “El desafío ahora es responder a la creciente producción agrícola con producción nacional agroindustrial”, acotó.

El sector cerró 2010 con un mercado interno de aproximadamente 3.750 sembradoras (3.800 fabricadas en el país, 550 exportadas y 500 importadas); 1.400 cosechadoras (600 fabricadas, 150 exportadas y 950 importadas) y 6.650 tractores (2.150 fabricados, 400 exportados y 4.900 importados).

Giorgi destacó que el último bimestre ya se realizaron anuncios de inversión por 200 millones de dólares por parte de empresas locales e internacionales de maquinaria agrícola.

En el foro se planteó también la necesidad de profundizar la exportación a segmentos de alto crecimiento internacional (sembradoras, pulverizadoras, ciertos implementos) donde Argentina cuenta con ventajas innovadoras; estimular la radicación de producción de cosechadoras y tractores orientados al mercado interno; insertar a los agropartistas como proveedores de redes globales de equipo original y garantizar la provisión de insumos difundidos a calidades y precios competitivos.

Buscando competitividad

Treinta empresas de maquinaria agrícola y agropartes aglutinadas en la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) participaron de un programa del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (Cofecyt).

Los resultados del programa arrojaron datos valiosos para un sector productivo estratégico dentro de la economía regional. Desarrollado entre los años 2008 y 2010 en Reconquista, Firmat y Las Parejas, las conclusiones fueron expuestas por el ingeniero Raúl Castaño, director de Inti Rosario, en el transcurso de una visita a la sede de Fisfe.

Entre las acciones realizadas se mencionó la capacitación de un centenar de recursos humanos del sector, el inicio de programas de calidad Kaizen en 22 empresas y se desarrollaron productos o procesos, tales como una cosechadora de arrastre, un laboratorio de ensayo, certificación de aptitudes de máquinas agrícolas, relevamiento de capacidades productivas, mejoras de las condiciones de trabajo, reducción de tiempos de producción, diseño de embalajes.

El proyecto también permitió evaluar algunas dificultades que afectan a la actividad, tales como encontrar nichos de mercado, falta de mano de obra especializada, condiciones de higiene y seguridad inadecuadas, maquinaria antigua y poco eficiente así como falencias en la planificación, el control de materias primas, insumos y la producción, el diseño y los indicadores de gestión.

Desde Fisfe se indicó que como resultado de la instrumentación del proyecto, se cuenta con un grupo de empresas que en forma asociada implementaron un modelo replicable para el conjunto de empresas del cluster, programas de capacitación de personal y herramientas de mejora continua y un relevamiento detallado de otras necesidades tecnológicas.