Nanzi Vallejo en el Museo Urbano Poggi de Rafaela

Poéticas, serialidades y confluencias

Entre la computadora y el bastidor, técnicas al servicio de la idea. La exquisitez en el mundo del arte a partir de las mágicas manos de Nanzi Vallejo.

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De la redacción de El Litoral

Para el sábado 28 del corriente, a las 20, está anunciado en Rafaela el acto de inauguración de la exposición de obras de la excelente artista plástica santafesina Nanzi Vallejo. La muestra, auspiciada por la Municipalidad de Rafaela, permanecerá abierta en el Museo Urbano Poggi hasta el 26 de junio próximo y podrá ser visitada en Sarmiento 530 de martes a viernes 8 a 12 y de 15.30 a 19 y los domingos de 16.30 a 19.

En “Mujer, arte y sociedad”, Whitney Chadwick expresa claramente que “... el ideal de femineidad engendrado por las actividades como la labor de aguja o el dibujo contribuyó directamente a consolidar una identidad burguesa en la cual las mujeres gozaban de la placentera comodidad de cultivar sus ‘dotes artísticas’”.

Rousseau afirmaba en el “Émile” que el amor por la labor de aguja es enteramente “natural” en las mujeres, expresión que escandaliza a las feministas de hoy. Whitney continúa afirmando que la ideología de femineidad que Rousseau y otros racionalizaron como “naturales” a las mujeres era una fuerza unificadora para forjar una identidad de clase. “... La actividad artística de un creciente número de aficionadas que se dedicaban a actividades como la labor de aguja, el pastel y la acuarela, y ejecutaban primorosas obritas a pequeña escala, confirmaba los puntos de vista de la Ilustración de que las mujeres poseían un intelecto diferente e inferior al de los hombres, de que carecían de la capacidad de razonamiento abstracto y creatividad, pero estaban mejor dotadas para la labor minuciosa”, continúa sosteniendo el especialista.

Sin prejuicios

Nanzi Vallejo soslaya esos aún vigentes prejuicios que otorgan a las manualidades una categoría inferior, rescata su menoscabada virtud y la libertad de representar la idea valiéndose de la computadora o el bastidor. Impone la aptitud de ambos extremos para entrar en la categoría de arte a pesar de la “descalificación sufrida por la modernidad artística”, como expresa Ana M. Battistozzi.

En esta exposición, la artista reemplaza en algunas obras el grafito por el hilo y la aguja, construye puntada a puntada sobre el lienzo su “Paisaje de la Costa” junto a tradicionales grafitos y dibujos “Analógico-digitales” en el convencimiento de que, aunque el oficio importe, no es un fin en sí mismo, cada cual elige lo que le conviene a su imagen en la medida en que el mismo contribuya a la consolidación de la idea.

En oportunidad de su inauguración en el Museo Municipal de Artes Visuales Sor Josefa Díaz y Clucellas de Santa Fe, el Dr. Jorge Taverna Irigoyen creó una pieza crítica especialmente para esa ocasión. En el texto, el miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes explica que “la obra dibujística de Nanzi Vallejo acepta varias lecturas. Por sobre la coherencia de su discurso expresivo, se advierte de inmediato que, más allá de períodos, sus imágenes se van concatenando sutilmente como eslabones de una misma cadena. Todo es una suerte de continuum, en que, como alquimista del medioevo, van apareciendo sobre el soporte fórmulas y reinterpretaciones de un mismo núcleo. Sin embargo, su pensamiento visual no escapa a las vacilaciones y a los interregnos de autocrítica que existen en todo artista que intenta alcanzar un plano de creación”.

Sorprendente trabajo

Siguiendo su línea argumental, el reconocido crítico de arte afirma que “en esos tiempos, su obra se abre y se proyecta. Por sobre la búsqueda, el sentido de una afirmación de contenidos. Por sobre dudas, el seguimiento de temas en los cuales percibió encontrarse. Tras el acierto, el desafío a desentrañarlo más y más. Esos tiempos son aquellos en los que Nanzi Vallejo, frente a una poética morfológica determinada, se plantea la posibilidad de desarrollarla en series. Para ello asocia y diversifica, transmuta y devela, rectifica y descubre. Realiza un sorprendente trabajo de imaginero, como si en el trasfondo de una forma-madre pudiera esconderse toda una progenie de otras formas derivadas. En tales casos, su dibujo se enriquece notablemente”. Y continúa: “En esas series (verdaderos estratos que corresponden semióticamente a una misma geografía visual), su obra adquiere una profundidad simbólica indiscutible, proteica y a la vez unívoca, referencial en la originalidad de sus desarrollos. En esas series en que entran a dialogar paños y pliegues, guantes vacíos y caballetes de pintor, montañas mágicas y cielos profundos, Vallejo redimensiona el propio sentido de lo evanescente, de lo incorpóreo, de lo inasible. Una etereidad que -por sobre aparentes conceptos de silencio o soledad- impregna a sus planos de impecable técnica”.

Estados de la materia

En este marco, Taverna Irigoyen sentencia: “... el dibujo como sensación es su fórmula. El dibujo como trampa para lo aparencial. El dibujo como atmósfera, como temperatura, como ritual de sueños. Y en tal presupuesto, entran las confluencias a ejercer sus entronques, sus cruzamientos, sus enlaces sutiles. Desde la serie de ‘Homenaje a Christo’, simulando alturas rocosas, el conjunto centrado en canastos de mimbre o cajas de cartón, los inefables marcos que transparentan fantasías o las puntillas o bordados que nadie osará tocar, su mirada proyecta virtuales estados de la materia. Materia que de pronto es naturaleza viva, como esos juegos que arma o estructura con las semillas del jacarandá. O los aires que descubre y hace volar con las flores del ceibo. ¿Rituales de alegoría? ¿Celebraciones del espacio? Lo uno en lo otro, quizá. Porque lo que hay que entender, en definitiva, es que la obra de Nanzi Vallejo no busca la trascendencia, con dura obstinación. Simplemente la encuentra, en esa familiar fluencia de los lápices, de los pigmentos secretos, quizá también de los hilos que pueden tejer la vida. Naturalmente. Tan naturalmente como se respira o se sueña”.

Apenas un trazo

Al analizar retrospectivamente la carrera artística de Vallejo, se cae en la cuenta de la magnitud de esta creadora santafesina que, vale remarcarlo, actualmente es la presidenta de la Asociación de Amigos del Museo Municipal de Artes Visuales. En sus más de 40 años de trayectoria, ha sido galardonada en un sinnúmero de oportunidades; en este sentido, se destacan: Primer Premio Dibujo del Salón Anual de Santa Fe (1996); Premio de Honor de la Sociedad de Artistas Plásticos de Santa Fe (1994); Premio Promoción Pintura de la Revista Qué Hacemos de Buenos Aires (1992); Primer Premio Dibujo del Salón Alianza Francesa de Rosario (1992); Primer Premio Dibujo del Salón de Artistas Plásticos de Santa Fe (1991); Segundo Premio Dibujo del Salón Anual de Santa Fe (1987); Primer Premio Dibujo de la 1a. Bienal de Villa Mercedes, San Luis (1986); Segundo Premio Dibujo del Salón Nacional de Azul, Buenos Aires (1986); y Primer Premio Pintura del Salón Bianual del Litoral y Centro de Santa Fe (1980).

Además, desde 1964, fue parte de exposiciones colectivas organizadas en Galerías y Museos de todo el país y ha sido protagonista en decenas de exposiciones individuales presentadas, también, en diferentes puntos de la Argentina.

Asimismo, participó en competiciones de índole municipal, provincial y nacional, entre las que sobresalen: Salón Nacional Anual de Santa Fe; Salón Nacional de Entre Ríos; Salón Nacional de Buenos Aires; Salón Belgrano del Museo Eduardo Sívori (Buenos Aires); Salas de Exposición Centro Cultural Las Malvinas (Buenos Aires); Salón Nacional de Tucumán; Salón Nacional de Azul (Buenos Aires); Salón Nacional de Villa Mercedes (San Luis); Salón Bianual del Litoral y Centro (Santa Fe); Museo de Bellas Artes de Resistencia (Chaco); Salón Azul del Congreso de la Nación (Buenos Aires); Espacio de Arte Guastavino Imbert (Santa Fe); Colegio de Abogados de la Provincia de Santa Fe; Galería Francisco Aguirre (Santiago del Estero); Museo Castagnino y Patio de la Madera (Rosario-Santa Fe); Salón Nacional de Dibujo y Grabado (Buenos Aires); Muestra Homenaje Universidad Nacional de Rosario en Museo Castagnino; Museo Odile Estévez y Bolsa de Comercio de Rosario; Museo de Dibujo y Grabado Guamán Poma, Concepción del Uruguay (Entre Ríos); Museo Municipal de Arte de Reconquista; Museo Municipal Sor Josefa Díaz y Clucellas; Alianza Francesa de Santa Fe y Rosario; Convocatoria Abriendo ventanas, El Tigre (Buenos Aires).

Finalmente, cabe remarcar que en dos oportunidades fue becada por organismos oficiales: beca para perfeccionamiento otorgada por el Gobierno de la Provincia de Santa Fe (1981) y beca del Fondo Nacional de las Artes en el marco de su Programa de Investigación (1994).

Para indagar aún más en la trayectoria y en la maravillosa obra de esta artista santafesina, se sugiere ingresar en www.nanzivallejo.com.ar.

 

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La artista junto a una de sus obras

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Los cuadros que integran la exposición no poseen títulos. Pertenecen a la Serie “De la Costa”. En este caso, la técnica es analógico digital.

Gentileza de la expositora