Ideas para el 7º arte

Santafecine

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Tres en Acción. Los hacedores de Manekineko, una historia coral, donde los personajes y sus historias se van cruzando y relacionando.

Foto: Flavio Raina

Son jóvenes. Estudiaron cine, teatro, fotografía. Se trenzan con el mundo de las artes a su manera. Se relacionan con la producción de cortos, documentales, y algunos están queriendo animarse a la idea del largometraje. Premiados, reconocidos, y a veces trascendiendo fronteras, esos santafesinos ponen a rodar sus ideas en Santa Fe.

 

Gastón Del Porto, Alejandro Carreras y Juan Pablo Arroyo están trabajando en una película de ficción en Bº El Pozo, son el equipo de El Triángulo Producciones y por estos días están filmando su primer largo (Manekineko). En él cuentan varias historias que transcurren en un mismo barrio. Variados personajes, con perfiles diversos, unidos por un espacio común y el calor de Santa Fe. Varios trabajos previos les han allanado el camino para llegar hasta aquí y hoy con experiencia, renombre y un gran equipo se largan a una epopeya interesante.

La otra voz de este informe es Mauricio Gómez, productor ejecutivo en el documental de “El hombre de los guantes” inspirada en el entrenador de boxeadores Amílcar Brusa. Mauricio comenzó a hacer cine.. “desde siempre. Desde niño estuve vinculado al arte de contar historias. Hice teatro durante muchos años, actué y dirigí obras. Mi romance con el cine empezó como muchos, desde niño... siendo un curioso espectador. Hasta que se transformó en un hobby, haciendo cortometrajes, experimentando, aprendiendo a narrar con la cámara. Por supuesto intuitivamente. En ese entonces había llegado a mis manos una cámara, y aun no sabía que ese sería un catalizador para esta profesión-pasión en mi vida. Luego, en el año 2005, como se reabrió la escuela de cine ISCAA aquí en Santa Fe, sentí la necesidad de crecer en el arte audiovisual y profesionalizarme”, cuenta.

Valentina Cortese (guionista, 21 años) y Gonzalo Gatto (director, 32 años) son parte del equipo de “La leyenda del Niño Costero” un proyecto de ficción que está terminando de ver su forma con el sueño de ser un largo. La idea de arrancar juntos este sueño fue por afinidad, todos estudiaron cine en distintas etapas, escuelas “participamos en distintos certámenes en los cuales se concursa para poder producir mejor tu largometraje, se concursa para producir el proyecto, no la peli” -cuenta Gonzalo- y agrega: “En estos certámenes premian el proyecto de producción”. Gonzalo se define como un gran profesional: estudió diseño en la FADU (UNL), fotografía en la Alem, y cine, “muy completo pero no me recibí de nada. Siempre lo que me pasó fue estar estudiando y trabajar”.

Sus producciones

—¿Desde cuándo vienen madurando la idea de hacer un largo?

—La idea del largo era algo que pensábamos hacer hace mucho. Es algo que siempre está en tu cabeza -dice Alejandro Carreras-.

—Teníamos algunas cosas escritas, se agregaron nuevos personajes, nuevas historias. Lo que nos pasa la mayoría de las veces y ya es como una forma de laburo... vamos buscando a los personajes en la calle, nos interesa laburar con más crudeza, buscamos más la expresión en un rostro, en un cuerpo. Y las historias cambian cuando llegamos a conocer a esa persona y vemos otras cualidades que pueden enriquecer mucho el guión. Hemos trabajado con muy buenos actores de la ciudad que se complementan muy bien con alguien sin experiencia previa. Nos gusta esa fusión -distingue con voz firme Gastón-.

Por su parte, el equipo de “El Niño Costero” cuenta que si bien ellos todavía no están en la etapa de filmar están avanzando mucho en el proyecto y que el Premio de la convocatoria de Espacio Santafesino del Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia es muy importante. “El proyecto nace hace dos años atrás con una importante búsqueda y estudio sobre la historia, que por momentos parecía leyenda. Fue un largo proceso de escritura y reescritura de guión a medida que el relato iba madurando en sí mismo. Después de recorrer los lugares propios donde sucedieron los hechos y distintos pueblos de la provincia, las locaciones están definidas como escenarios reales, conservados en el tiempo, en medio del campo en plena llanura”. La película es de leyendas del Litoral. “Se trata de una película que si bien es realista, tiene un giro en el cual comienza a tener una situación en la que se llena de historias, de leyendas, una de ellas es la de el embolsadito y otras leyendas de la costa del Paraná”, cuenta Gonzalo.

—¿Qué les aportó este premio?

—Ahora, habiendo ganado el incentivo de la provincia, afrontamos una nueva etapa del desarrollo del proyecto, ahora vamos a trabajar con el guión. El guión no es escribir una historia así nomás. Terminás la historia y volvés a escribirla, una y otra vez, dice Gonzalo.

—Ya no sé ni por qué número de versión vamos -cuenta Valentina-. Además lleva su maduración, pero a la vez nunca madurás, de alguna manera te va cambiando el proyecto y te cambia a vos. Son 50 páginas que tienen un tratamiento muy bueno. Llegar a un buen guión no es fácil, estamos viendo de trabajar con una apoyatura de guión. Hablamos con Rodolfo Mortola, uno de los guionistas más experimentados que hay en la Argentina.

Mauricio, por su parte, nos cuenta que “El hombre de los guantes” es un largometraje documental que se realizó en su gran mayoría en los distintos ámbitos donde se mueve el protagonista, Amílcar Brusa. La parte más importante se realizó en Santa Fe, y otra parte en la ciudad de Los Angeles, EE.UU., donde Brusa recibió el galardón de ser ingresado al salón de la fama mundial de box. En cuanto a su experiencia personal cuenta que “es una de las grandes musas del cine. El cineasta siempre se alimenta de los sucesos, de lo que le pasa día a día, igualmente las historias te buscan, te capturan. no podemos hablar de una idea, porque siempre son muchas, que luego uno las entreteje y nace la historia.

—¿Cuándo nace la película sobre Amílcar Brussa?

—Nace sobre una motivación del director Patricio Agusti, quien se encuentra en la calle con un cartel del gimnasio de Amílcar Brusa y lo mueve a saber más de ese personaje, que tenía un gran halo de misticidad para él. Y cuando va al gimnasio y lo conoce personalmente, ve instantáneamente que había una historia que tenía que ser contada. Por supuesto, desde su enfoque y visión personal.

El cine en Santa Fe

Les preguntamos a los protagonistas de nuestras notas si la ciudad abre posibilidades. Para Mauricio es posible hacer cine en Santa Fe “porque en mi caso confluyeron dos polos muy importantes: la reapertura de la escuela de cine y una política cultural provincial que puso el acento en lo audiovisual, olvidado durante muchas décadas. Y es posible porque hay una generación que se forma, estudia y pelea derribando ya varios molinos de viento. Siempre que haya interesados en aportar recursos y apoyar iniciativas audiovisuales, se podrá hacer cine en Santa Fe”. Por su parte Gonzalo Gatto señala: “No, todavía no. En realidad lo que estamos haciendo es televisión, pero lo que estamos queriendo es cine. A Santa Fe le falta todavía para ser industria. Está buena la tradición que tiene Santa Fe en documental. Yo me siento parte porque en el 90 por ciento de mis cosas hago documental, el cine puede ser documental o puede ser ficción, lo que pasa es que acá los documentales tienen espacio en TV, estamos muy contentos de hacer TV pero nosotros lo que estamos haciendo es impulsando que se haga cine”...

“Santa Fe es documental, la formación tiende a eso. Generar un cambio y proponer un desarrollo del cine de ficción es un desafío. Estamos seguros de que queremos mantener esta línea de trabajo, nos sentimos cómodos haciendo ficción”, señala Alejandro Carreras, mientras Gastón agrega: “Lo que no deja de llamar nuestra atención es que haya por ejemplo en las muestras de cine del país categorías del tipo cine de Buenos Aires y cine del Interior, como si Buenos Aires fuera el exterior o nosotros mostráramos un nivel distinto al de ellos. Creo que ahora Santa Fe tiene más potencial de gente que hace cine. La escuela ayudó mucho a que la gente se animara a contar historias o documentales”.

“Ahora ves a los chicos del instituto de cine en la calle filmando y eso está bueno porque comienza a tener vida de nuevo el cine en Santa Fe. Antes era muy raro ver cámaras y alguien caracterizado en la ciudad, hoy no sorprende tanto”, finaliza Juan Pablo.

 
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La leyenda del Niño Costero. Gonzalo y Valentina en plena filmación. Abajo, el ojo crítico de Valentina.

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Un relato sobre Amilcar Brusa. Una persona que a los 88 años sigue entrenando boxeadores con el mismo ímpetu y ganas de transmitir técnicas, valores y conductas.