SEÑAL DE AJUSTE


Qué semana

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La entrega de los Martín Fierro, la polémica de Rial con América y la tragedia de Juana Viale. Fotos: Archivo El Litoral

 

Roberto Maurer

Si la semana comenzó el domingo con la entrega de los Martín Fierro, la tele continuó suministrando sobresaltos y conmociones en los días subsiguientes. La ceremonia del premio mayor de la pantalla chica provocó los mismos temblores de otras temporadas, y siempre sobre bases equivocadas: se pide justicia y sentido común a una secta oscura de periodistas dudosos que seleccionan nominados y triunfadores, en un país donde la justicia y el sentido común no son demasiado visibles ni en los propios tribunales.

También se repite la incongruencia de citar constantemente como referencia máxima a la almidonada ceremonia del Oscar, un modelo artificial que, de copiarlo, nos forzaría a renunciar a nuestra identidad de pizza, birra y faso, materializada en una cena donde se habla con la boca llena, se colocan cámaras en los excusados y el alcohol endurece las lenguas que, aun así, nunca descansan, ni por respeto durante los obituarios. ¿Por qué habríamos de cambiar nuestro festín salvaje por un solemne cónclave vaticano?

La cerradura cambiada

Pero esta vez las polémicas habituales del día siguiente fueron desbordadas por un acontecimiento inédito: la renuncia de Jorge Rial al canal América, denunciando que Daniel Vila, su patrón, habría impedido difundir en “Intrusos” los pasajes memorables de la noche anterior. “Me encontré con la cerradura cambiada”, dijo el conductor que pulverizó los pocos códigos que subsistían en el género de chimentos.

Es sabido que luego de once años de transmisión de América, esta vez la fiesta fue comprada por El Trece, o sea que sus productos pudieron ser favorecidos por la secta de oscuros periodistas que organiza la premiación y la facturan, para luego repartirse el botín en alguna gasolinera de las afueras. Y América quiso tomarse la revancha impidiendo en su pantalla cualquier imagen de los Martín Fierro.

¿Fue una farsa, o una extorsión, o esos juegos de intereses debajo de la mesa que las personas comunes nunca alcanzan a ver? Averiguar cuál fue el fondo de la renuncia de Rial es tan difícil como determinar qué sucedió realmente en el interior de la habitación arrendada por Dominique Strauss-Kahn en el hotel Sofitel, de Manhattan, donde una mucama denunció una agresión sexual.

Tragedia

Naturalmente, este último episodio venía siendo festejado por los medios y las turbas que los consumen, tanto como los pasos dados por un ex ministro de Economía y una actriz embarazada. En este caso las bromas no cesaban, e inclusive se conjeturaba acerca del futuro del niño aún sin nacer, en cuanto a las dudas acerca de su filiación. Pero esta semana, la tragedia debió helar la sangre de quienes habían convertido un asunto privado en alimento de las fieras. No se detuvieron, sin embargo, aunque esas fieras cuyos instintos morbosos se alimentan, o parte de ellas, en ese momento sintieron sobre su conciencia la culpa inesperada de haber participado en la muerte de un niño.

Esta semana, en fin, los palafreneros de “6,7,8” tuvieron una experiencia intelectual inédita, ya que fueron visitados en su establo por Beatriz Sarlo, o sea por alguien que no comparte con ellos un pensamiento de lacayos. Son momentos poco comunes en la tele, que fueron arruinados al día siguiente por “6,7,8”, con burlas en ausencia dirigidas a quien había sido su invitada del día anterior. Cuando se es alcahuete, se es alcahuete completo, de espíritu y bolsillo.