Apuntes de política provincial

Elecciones y algo más...

1.jpg

Miguel Torres del Sel.

Foto: El Litoral

Teresa Pandolfo

[email protected]

El dilema que se le ha presentado al gobernador Hermes Binner respecto de su participación en un frente progresista nacional desdibujó el seguimiento del proceso eleccionario santafesino, que tendrá su etapa definitiva el 24 de julio próximo.

El lunes a la madrugada, cuando redactábamos la última entrega de “Apuntes...”, dijimos que claramente el comicio había arrojado dos ganadores: el proyecto político de Hermes Binner, que incluye al doctor Antonio Bonfatti como delfín, y la prevalencia de Agustín Rossi dentro del justicialismo, observándose un corrimiento hacia el kirchnerismo entre los que votaron al Frente Santa Fe para Todos.

Asimismo, señalamos la aparición de Miguel Torres del Sel como emergente dentro de la política santafesina por el respaldo de los números obtenidos: más de 235.000 votos.

En un plano ascendente también se encuentra Omar Perotti, que efectuó una muy buena elección, sin apoyo de figuras nacionales que bajaran al territorio ni reconocidas dentro del peronismo santafesino. Hay que decirlo con todas las letras: el resultado para Perotti fue sin la ayuda de Carlos Reutemann ni de Jorge Obeid.

Incluso tampoco se podría decir que haya capitalizado las huestes de los ex gobernadores nombrados, porque mucho del reutemanismo jugó para listas distritales, desentendiéndose del conjunto; otros apoyaron a Torres del Sel, en tanto que el obeidismo estuvo dividido, especialmente en Rosario. Parte de esa dirigencia respaldó la fórmula de Rafael Bielsa y Oscar Martínez.

Por eso se puede decir que Perotti significa una renovación o el surgimiento de otra etapa en el justicialismo provincial, que deja atrás a Reutemann y a Obeid.

El caso de Agustín Rossi es diferente. El legislador nacional años atrás se planteó como meta llegar a la Casa Gris y si bien en esta última contienda tuvo el apoyo de funcionarios nacionales, ha construido su propia estructura con base predominantemente en Rosario, siempre dentro de un proyecto político que abrevó en el proceso iniciado por Néstor y Cristina Kirchner. Perdió la primaria del 2007 frente a Rafael Bielsa y perseveró en su propósito inicial.

Rossi hizo muy buena elección en Rosario donde obtuvo más de 121.000 votos y Perotti fue el justicialista más votado si no se toma en cuenta la ciudad del sur. Sin contar Rosario, obtiene 163.000 sufragios. Los números hablan hasta de una división territorial, además de electorado.

Hasta el cierre de esta entrega de “Apuntes....” no se había producido una reunión entre ambos dirigentes. El rafaelino le había solicitado “amplitud” y “enamorar a todos”, es decir “la flexibilidad” suficiente como para incluir a todos. Tampoco Perotti había recibido ningún llamado de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, ni tampoco de ningún integrante del gabinete nacional.

En el Frente

En el Frente Progresista los pasos que siga Binner respecto del radicalismo nacional será decisivos en la coalición en la provincia. Mario Barletta obtuvo más de 201.000 votos; hizo muy buena elección en el interior, menos de lo esperado en la ciudad capital y lo previsible en Rosario.

Pero lo que Barletta le ha dado a la UCR, además de un número importante de votantes, es vida a la militancia que recuperó la estima partidaria. Esto se notó mucho durante la campaña electoral. Al igual que Perotti, Barletta se consolida como un dirigente de carácter provincial y el camino para sus aspiraciones sigue abierto en tanto y cuanto profundice su inserción en la geografía santafesina.

La elección primaria reflejó, además, una renovación generacional y el cambio cultural que se está dando en la provincia. Esto fue evidente cuando se observa la magra performance electoral de Luis Cáceres y Juan Carlos Mercier. Posiblemente, generacionalmente, el electorado los visualiza ya para otros tipo de cargos, en el caso de Mercier como un consultor económico, más que para la Casa Gris.

La explicación respecto de la elección realizada por Rubén Giustiniani es diferente: el socialismo no sólo fue dividido de sus socios principales, los radicales, sino también entre ellos. Y el aparato del gobierno de la provincia fue jugado a fondo por Binner en favor de Bonfatti. Además, tuvo su repercusión que el gobernador atara su participación en una fórmula nacional al triunfo de su proyecto en la primaria.

Recomponer el mosaico dentro del Frente, aun cuando se logre un acuerdo nacional, no se observa próximo, más allá de las palabras de circunstancias. El grueso de los radicales ha quedado muy molesto con el binnerismo (sus principales dirigentes lo expresan y las actitudes se visualizaron en los actos por el 25 de Mayo). Tampoco se obturarán fácilmente las heridas entre los socialistas de Binner y los de Giustiniani.

Del Sel

Para el final se dejó la performance cumplida por Miguel Torres del Sel. Sin dudas ha capitalizado el voto antikirchnerista pero además, un voto enojado con la política. De no ser así no se explica la fuerza del respaldo obtenido en Venado Tuerto, por ejemplo. En Rosario sacó más de 91.000 sufragios, más de lo obtenido individualmente por Bielsa, Perotti, Giustiniani o Barletta. Se podrá decir que hacia él se volcaron los sectores humildes por el tenor de su mensaje de campaña, pero la aseveración no alcanza para explicar Venado Tuerto, por ejemplo. Para este periodista mucho del electorado que lo privilegió está desencantado de la dirigencia política que no siempre transita por carriles paralelos al sentir del electorado. Del Sel seguramente operó como un capitalizador de esa bronca. Prueba de ello es que en muchos de los lugares en donde ganó, son los mismos que se opusieron con más dureza a la resolución 125 de retenciones móviles a los granos.

Una parte del periodismo lo asimila al fenómeno político que fue Reutemann. En esta opinión todavía no se expresa en igual dimensión. Buceando en la edición del 9 de septiembre de 1991, en la primera elección que participó como candidato Reutemann, con el sublema Creo en Santa Fe, obtuvo 482.697 votos y el justicialismo en su conjunto llegó a los 696.596. Su contrincante principal, Horacio Usandizaga, sacó en aquella elección 576.615 sobre un total de 588.514 de la UCR. Hay que decir a favor de Del Ser que se manejó con una estructura débil, en tanto que ex gobernador lo hizo como extrapartidario pero dentro del peronismo provincial.