En problemas

Tamberos piden liberar exportaciones lácteas

Es para evitar “una crisis autoimpuesta”, señalaron los productores, quienes también reclamaron “claras señales y políticas de Estado”.

De la redacción de El Litoral

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Miembros y técnicos de la Mesa Nacional de Productores de Leche durante una conferencia de prensa realizada ayer en la sede porteña de CRA, coincidieron en reclamar “claras señales y políticas de Estado” hacia el sector, y exigieron “que se fortalezca la institucionalidad y se corrija la inseguridad jurídica para que de la mano de las nuevas inversiones se haga realidad la potencialidad del sector”.

Todo ello, porque “lo que está en juego es demasiado importante para ponerlo en riesgo por medidas arbitrarias: la posibilidad de combatir la pobreza, la multiplicación de riqueza y trabajo, el desarrollo de las economías regionales y dar respuestas a las concentraciones urbanas son todos valores que la sociedad reclama y sobre los que el sector puede dar respuesta”.

Para los tamberos, “lo que debería haber sido una buena noticia como es la estimación de un aumento de producción de leche en el orden del 10 %, luego de 11 años de estancamiento, se ha transformado en un problema. La falta de inversiones en el pasado oscurece el futuro, desde el momento en que hay dificultades para procesar ese crecimiento en productos rentables como la leche en polvo y se tiene que recurrir a alternativas como los quesos de más compleja comercialización”, expresaron.

“Estamos a la puerta de generar una crisis autoimpuesta y en camino a un nuevo estancamiento. Amortiguar esta situación depende hoy del gobierno nacional y de su acción oportuna en tiempo y forma”, señalaron con referencia a las restricciones implementadas por el gobierno en el mercado externo de productos lácteos.

Los integrantes de la MNPL propusieron liberar el mercado lácteo por medio de la supresión de la necesidad de obtener permisos de exportación (Roel) concedidos por la Secretaría de Comercio Interior. También solicitaron eliminar los controles de precios en el mercado interno, dado que esa política demostró ser un fracaso (con excepción de la leche entera en sachet, el resto de los productos lácteos comercializados en el país tienen un precio minorista superior al vigente en países límítrofes, en los cuales no se aplican controles de precios).

La tajada

Según los productores, hoy la mayor tajada del negocio lechero ya no se la lleva tanto la industria sino los supermercados, que no tienen ningún tipo de control de precios. “Hay un aprovechamiento de las industrias, pero esto no es nada al lado de lo que hacen los súper, porque las usinas tienen una lista de precios fijos, pero el supermercadismo no, y por eso les ponen el precio que quieren a los lácteos sin límites de ningún tipo por parte del gobierno”, explicó Guillermo Giannassi, referente de lechería de la Federación Agraria.

Distorsiones

Juan José Linari, asesor de lechería de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), explicó que las distorsiones que genera la intervención oficial provocan situaciones insólitas, como que el pronosticado aumento del 10 % de la producción para este año sea una mala noticia para el sector. “Para nosotros, este aumento es un dolor de cabeza, porque no tenemos capacidad de procesar ese mayor volumen, porque faltan inversiones que no se hicieron por culpa de la intervención”, dijo Linari.

Remanente

Así como resulta una gran caja para el gobierno, la soja también es un fuerte resguardo para los productores. Se exporta casi en su totalidad, como granos, aceite y harina, y no pesan sobre ella vedas al comercio. Hay cerca de 30 millones de toneladas de soja sin vender, por unos U$S 15.000 millones FOB. Alrededor de 1,7 millones de toneladas de girasol y 2,8 millones de toneladas de sorgo completan el remanente que el campo aún tiene por cobrar para la campaña que termina.