Accidente en una obra en construcción

Cayó de un 9º piso y vive para contarlo

El protagonista es un pintor de obra. Sólo sufrió lesiones leves. Ocurrió ayer en 1º de Mayo y Juan de Garay.

2_dc.jpg

El joven asegura que si fuese por él “mañana mismo vuelvo a trabajar”. Por ahora, disfruta de los cuidados de su madre Elena y su hermana, Daiana. Foto: Danilo Chiapello

 

Danilo Chiapello

dchiapello@ellitoral.

Juan Carlos Aguirre (27) no quiere hablar de milagros... Aunque prefiere pensar que “fue la mano de Dios” la que lo rescató de una muerte casi segura.

Intervención divina o no, lo cierto es que ayer a la mañana Juan Carlos cayó desde una altura aproximada a los 30 metros, cuando realizaba trabajos de pintura en una obra en construcción.

No sólo vive para contarlo. El incidente le significó sufrir lesiones de carácter leve. En su rostro, se puede observar, además de una contagiosa sonrisa, una pequeña herida cortante a la altura del ojo derecho.

“No tengo fracturas ni otras lesiones”, confió. “Ahora, me van a hacer otros estudios más profundos porque los médicos no pueden creer que no me haya pasado nada”, agregó.

De oficio pintor

Recorro los pasillos del sanatorio privado donde se encuentra internado Juan Carlos pensando en los caprichos que definen la vida y la muerte.

Algunos dejan de existir a poco de tropezar en la vereda, o caerse con la bicicleta. En fin...

El joven dialoga primero con una colega de un canal nacional de noticias.

Mientras espero mi turno para la entrevista observo la habitación. El día sin sol no suma como para darle un aire confortable.

Al cabo de unos minutos quedo cara a cara con el pintor.

“Yo vengo trabajando desde hace mucho en esto”, comenzó diciendo. “Ya a los 17 años me inicié en la albañilería. Primero como ayudante. Después, de a poco, me fueron dando otras tareas. ‘¿Te animás a pintar?’, me dijeron. Y les dije que sí. Al principio cosas chicas. Después casitas, otras cosas. Todo creció y fue muy bueno”.

Más adelante, me aclara que “no solamente hago pintura de altura. También de balcones, interiores, etc.”

Lo invito a que recuerde el día del accidente.

“Me levanté temprano -dijo-. Desayuné y oré a Dios como siempre. Entonces salí para trabajar. Tomé el colectivo y llegué hasta la obra. Preparé todas mis cosas... la pintura, las herramientas, los elementos de seguridad.

Hablan del 9º piso pero en realidad yo venía bajando desde más arriba. Yo vengo bajando cuando se me desató un nudo de la cuerda. Voy cayendo y los elementos de seguridad me sostienen la caída. Quedé colgado a metro o metro y medio del suelo. Entonces decidí desenrrollar el salvacaídas y terminar de caer. Las piernas me amortiguaron el golpe y yo mismo busqué el piso de tierra”.

No quiero morir

—¿Qué pensaste en ese momento si es que se puede pensar?

—Pensé mucho en Dios. Le decía que no me quería morir y pensaba en mis hijos. Yo tengo mujer y dos hijos chicos. Pensaba que no podía dejarlos sin nada...

—¿Suerte o milagro?

—Yo no llamaría milagro a esto que sucedió. Lo entiendo como la mano de Dios que está conmigo día a día.

Superado ya el gran susto, Juan Carlos recordó su llegada al hospital.

“Fue un lío bárbaro. Los médicos, los enfermeros, todo el mundo me preguntaba lo mismo: ‘¿Cómo puede ser que no esté muerto o todo quebrado?’. Pero lo repito. Soy creyente... creo en Dios y Él fue el que no permitió que no me pase nada. Lo único que tengo es este rasguño en el ojo. Ahora, me van a hacer una resonancia magnética completa, porque no pueden creer que no tenga nada”.

Lo que viene

A la hora de analizar los días por venir, Juan Carlos nos dejó una última lección.

—¿Vas a volver a la obra?

—Por supuesto que sí. Si fuese por mí, ahora mismo me levanto y vuelvo a trabajar. No siento dolor ni nada. No tengo temor ni miedo.

Quiero regresar lo más pronto posible, porque tengo una familia que mantener.