Artes visuales

“Jugarse la vida”

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Obra de Marta Pardo. Foto: Gentileza producción

Domingo Sahda

En las bien iluminadas salas del Museo de Arte Contemporáneo -MAC- de la UNL Bv. Gálvez 1578 de nuestra ciudad se dio apertura a sendas muestras de arte plástico, las que unificadas un tanto forzadamente bajo el rótulo de “Jugarse la vida” reúnen trabajos sobre el plano de la artista Marta Pardo, quien firma pinturas elaboradas como técnicas mixtas; y de Pete Cánaves, quien presenta objetos móviles definidos por su realizador como técnicas mixtas. Bajo el paraguas de la precitada denominación de técnicas mixtas se engloba una multiplicidad de procedimientos que vinculan distintos procederes, resoluciones y materiales en la socorrida modalidad de aclarar ante terceros de que modo que con que materiales está elaborado aquello que se expone a la mirada. Lo de técnicas mixtas salva la dificultad de precisar modos nuevos o alternativos ante las categorizaciones un tanto enmohecidas (dibujo, pinturas, grabado, escultura) que debieran revisarse con el fin de llamar a las cosas por su nombre.

Así las cosas, la denominación abarcativa de la muestra conjunta que comparte el espacio del MAC resulta un tanto elusiva, además de contrastada, sin precisar con claridad de qué se trata esto que esta a la vista ya que inicialmente la densidad connotativa del título alude a cuestiones de dramático contenido subjetivo que en esta exposición no se dan en modo alguno. Antes bien, nos remite a la idea del juego o al juguete desdramatizado, a la imagen nunca corrosiva sino al acto participativo del observar, comprender, disfrutar frente a obras que se invisten sesgadamente de un cierto “glamour”.

La ironía zumbona, el perfil socarrón, quizás una enmascarada melancolía o los visages del desencanto acotado planean en estas dos colecciones que compiten inopinadamente entre sí visual y conceptualmente hablando en el espacio que comparten.

Trabajos excelentes

Pete Cánaves presenta una colección de tallas directas con ensamblados móviles que lo definen como un autor absolutamente independiente en el proceso creador de imágenes de bulto. En todos los casos son piezas de acotado tamaño que hacen de la idea expresiva referida a un tópico su centro de desarrollo expresivo. Sin préstamos evidentes ni dependencias estilísticas inaugura en el medio local un modo del discurso plástico que no se ancla en la gramática convencional de las artes visuales. Vincula el humor, la parsimonia y la precisión en piezas que articulan lo estático con lo dinámico en una unidad de sentido. Invitan a la participación para cobrar su sentido esencial de expresión discursiva.

Inaugura a su modo y manera una vía expresiva que enlaza distintos puntos de partida para concretarse en una unidad expresiva. La complicidad con el ocasional espectador, partícipe define la proyección de la realización a la vista. El excelente trabajo de cada uno de los volúmenes articulados, sintéticas tallas directas de tratamiento abstracto refuerza la idea esencial sin desviarse en regodeos esteticistas. El autor sabe hacia dónde se dirige en su exploración comunicacional y fija cada ítem con absoluta precisión. Estos montajes mixturan dos puntos de partida, a saber, el distanciamiento de la inmovilidad y el movimiento provocado que cierra y totaliza sin fisuras cada proposición visual. Excelente punto de partida para quien se permite ser “él mismo” sin préstamos ni dependencias. Inaugura un modo en el campo experimental del arte plástico expresando claramente lo más con lo menos. Y esto no es poca cosa ante tanto fárrago visual.

Impacto visual

Los trabajos en el plano que expone la artista Martha Pardo, en esta muestra conjunta marcan una subrayada distancia tanto en lo conceptual como en lo fáctico con su compañero de ámbito. Pardo exhibe pinturas de subrayado diseño que se resuelven con una llamativa intensidad cromática, sin matices que presupongan la insinuación de volúmenes. El impacto visual es notorio, hasta el límite. No se dan pasos intermedios que admitan un descanso visual pues todo es importante en idéntico nivel. Sobrevuela la idea de descripción visual de entonación provocadora y ambigua. Así las cosas, de estos personajes irreales pintados se desprende un leve bruma de candor y melancolía contenida.

Expresionista a su modo, sin laceraciones ni agresiones emocionales, la autora juega con ideas y con formas que distan bastante del juego, exagerando tintes y definiciones formales hasta un primer plano sin matices ni pasajes, con señalada vehemencia. Una deliberada organización descriptiva en el plano se impone al espectador donde está dicho -hecho- el todo con idéntica vehemencia y pasión.

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Obra de Pete Cánaves. Foto: Gentileza producción