Ecos de una jornada inolvidable

La vuelta monumental

Trullet y su banda pudieron concretar el sueño de la vuelta olímpica antes del partido ante Gimnasia de Jujuy. Los festejos se prolongaron a lo largo y a lo ancho de la ciudad.

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Con el trofeo más preciado. El plantel completo junto al cuerpo técnico. Rafaela vivió una verdadera fiesta del fútbol y la gente no paró de gritar “dale campeón, dale campeón”. Foto: M&G Fotografía

Carlos Scalzo

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Corresponsalía Rafaela

El cierre de temporada fue a toda orquesta para Atlético que a partir de agosto jugará en Primera División. El plantel y cuerpo técnico se despidieron festejando ante su gente la obtención del título con la ansiada, e incomprensiblemente postergada, vuelta olímpica y una impresionante goleada ante el Gimnasia jujeño desplegando, nuevamente, ese juego arrasador característico del equipo en las últimas fechas que tanto ilusiona a su parcialidad de cara a la participación en la máxima categoría del fútbol argentino.

Un estadio Monumental rebosante de algarabía fue escenario de una celebración que tuvo un mérito particular, muy pocas veces visto en esta divisional y en el fútbol mayor como es el de poder ostentar haber logrado el ascenso a cinco fechas del final y, luego, restando dos partidos, consagrarse campeón coronando una campaña arrolladora con una marcada superioridad sobre el resto, reflejada en los 11 puntos que los separan del segundo.

Pero lo que fue todo un mes de festejo no hizo mermar la alegría y las ganas del “pueblo cremoso” para disfrutar un episodio más de esta actualidad brillante que muestra Atlético de Rafaela en lo deportivo y en lo institucional.

Y así lo sintieron el sábado los miles de simpatizantes, aunque se esperaban en mayor número, que llegaron al estadio de barrio Alberdi, muchos de ellos dando rienda suelta a su alegría desde hora temprana ganando los alrededores y alertando a toda la ciudad con infinidad de bombas de estruendo que la gran fiesta en casa estaba preparada.

Tal como estaba previsto, unos veinte minutos antes del comienzo del encuentro ante los jujeños, se iniciaron las actividades previstas y la parcialidad “celeste” ubicada en las gradas del Monumental exteriorizó todo su júbilo con el ingreso al campo de juego de los campeones, el cuerpo técnico y dirigentes para dirigirse a la tarima montada en la mitad de la cancha para recibir las medallas del sponsor oficial del torneo, mientras desde las tribunas la multitud comenzó a gritar eufórica el merecido “Dale campeón, dale campeón...”.

Seguidamente, llegó el momento más esperado de la velada y los dos capitanes que tuvo el equipo, Lucas Bovaglio e Iván Juárez, levantaron la copa y la emoción embargó a todo el estadio que los observó con los ojos llenos de gloria, al tiempo que papelitos multicolores estallaban a los costados del pequeño escenario preanunciando la esperada vuelta olímpica que estaba a punto de iniciarse, mientras en el cielo rafaelino los fuegos artificiales le ponían más brillo a la celebración.

Caminando con gran lentitud como para que no se termine nunca y disfrutando a pleno cada paso, el plantel comenzó a recorrer el perímetro de juego, pasando de mano en mano el trofeo, protagonizando un festejo contenido que finalizó con los jugadores tomados de la mano girando en círculo en el centro del terreno, a modo de revancha del festejo que inexplicablemente le fuera impedido una semana atrás.

Desde uno de los costados, Carlos Trullet, factótum de este logro, con su cuerpo técnico observaba a sus “muchachos” reconociéndoles el esfuerzo y brindando su agradecimiento. Muy cerca del técnico, los dirigentes que bien ganado tienen el derecho de sentir este ascenso y el campeonato también como propio por el equilibrio en los momentos difíciles y la ejecución de un proyecto institucional que de aquí en más se convertirá en todo un ejemplo a imitar.

Festejó el pueblo cremoso, ese mismo que la próxima vez que lo vea jugando en su casa será contra un equipo de la elite del fútbol argentino, porque Atlético supo cómo conseguirlo y se dará, nuevamente, el gusto de codearse con los grandes, un premio más que merecido más allá de lo que el futuro le tenga preparado en primera división.

Ganó Aldosivi.

Aldosivi de Mar del Plata profundizó anoche la crisis futbolística de Rosario Central, al derrotarlo como visitante en el Gigante de Arroyito, por 2-0, en el partido que cerró la realización de la 37ma. fecha del torneo de la Primera B Nacional. Martín Cabrera, en la primera parte, y Diego Martínez, en la segunda, convirtieron los tantos del elenco marplatense.

 

Falta la firma.

Luego de charlas preliminares, hoy se llevará a cabo quizás la reunión decisiva, donde Atlético y Carlos Trullet podrían cerrar su vinculación por una temporada más, en este caso para conducir al plantel profesional en Primera. Desde un principio, la diferencia era económica y hoy con un acuerdo casi total ya comienzan a definir el armado del plantel para lo que vendrá.

 
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Carignano y Trullet. Dos de los grandes responsables del proyecto ascenso. El goleador del torneo y el técnico más exitoso de la temporada.

Fotos: M&G Fotografía

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Se mira y se toca. La copa de campeón. Atlético se dio el gran gusto de volver a Primera después de varios años de ausencia.

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Merecido. Los dirigentes del fútbol de Atlético de Rafaela también formaron parte de los festejos y por eso el trofeo está en sus manos.

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Bovaglio y Juárez, los experimentados junto a otros integrantes del plantel. Con la copa y en el momento más feliz: la vuelta olímpica.