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Una gota de sangre

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Un centenar de voluntarios reunidos frente a la sede europea de la ONU, en Ginebra, formaron una gota de sangre gigante para alentar a las personas a convertirse en donantes, un gesto que puede salvar muchas vidas. Las mayores necesidades de sangre se registran en partos y en el tratamiento de la anemia severa, que amenaza la vida de millones de niños pobres víctimas de malnutrición y de diversas enfermedades. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los países tendrían garantizado el suministro de sangre si al menos el uno por ciento de su población fuese donante. Con ocasión de celebrarse hoy el Día Mundial del Donante de Sangre, escolares y otros voluntarios vestidos de rojo formaron una gota de sangre gigante en Ginebra, donde también se encuentra la sede de la OMS.

Foto: Agencia EFE