Fin del conflicto

Devolvieron a EE.UU. material incautado

Se trata de insumos militares que ingresaron al país en febrero, sin haber sido declarados. Argentina los había retenido hasta ahora, pese a la insistencia del gobierno norteamericano.

De la redacción de El Litoral

[email protected]

DyN

El gobierno de Estados Unidos dio por finalizado el conflicto con la Argentina tras ser devuelto el material militar que fuera incautado por el gobierno nacional en febrero pasado, de un avión de la fuerza aérea norteamericana.

La Embajada de los Estados Unidos en el país informó que “se ha resuelto satisfactoriamente”, a partir de que “fue devuelto el material” que agentes de la Aduana secuestraron durante un operativo en la aeronave de las Fuerzas Armadas estadounidenses que llegó a Buenos Aires en el marco de un convenio bilateral para capacitar a fuerzas de seguridad locales.

“Informamos complacidos, que el incidente que involucró la retención de materiales propiedad del gobierno de Estados Unidos de América, relacionado con una actividad de entrenamiento conjunta previamente planeada y aprobada, que por fallas administrativas involuntarias, debieron ser incautados, se ha resuelto satisfactoriamente”, informó la embajada.

Los representantes estadounidenses remarcaron además que “Argentina y Estados Unidos comparten normas similares de aduana que ambos respetan”, y detallaron que la resolución del diferendo se logró luego de una serie de reuniones que mantuvieron con funcionarios de la Aduana y del Ministerio de Relaciones Exteriores que conduce Héctor Timerman.

“Habiendo cumplimentado con todas las reglamentaciones de la aduana y de las leyes argentinas vigentes, el material mencionado fue devuelto”, insistieron, para luego renovar su “compromiso” a continuar trabajando “en una asociación basada en el interés y respeto mutuos, como así también con valores y responsabilidad compartidos”.

El caso

El hecho se produjo el 10 de febrero pasado, cuando un avión C17 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos aterrizó en Ezeiza y fue sometido a una inspección que realizaron agentes de la Aduana y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) con la supervisión del canciller argentino, Héctor Timerman.

En el operativo se incautaron “equipos para transmisión de mensajes cifrados, sistemas para interferir conversaciones telefónicas, y arsenal militar no declarado” para su ingreso a la Argentina, según afirmaron las autoridades de la Aduana.

La situación generó una serie de reclamos cruzados entre los representantes del gobierno argentino y del estadounidense, y hasta intervino la Justicia local para investigar si el operativo se realizó dentro de las normas establecidas.

El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, indicó que en el gobierno de Barack Obama reaccionaron con “preocupación” por las acciones de las autoridades argentinas en ese “inusual registro”. Otro de los funcionarios estadounidenses que intervino en el diferendo fue el subsecretario del Departamento de Defensa para Asuntos Hemisféricos, Frank Mora, quien advirtió que los equipos “tienen que ser devueltos lo más pronto posible, inmediatamente”.

Sin embargo, el canciller Timerman rechazó los cuestionamientos y advirtió que los EE.UU. se negaron a colaborar y a declarar el material: “La Argentina está diciendo la verdad. Un tercio de la carga que trajo ese avión no estaba en la lista de buena fe entregada por Estados Unidos”.

Timerman reiteró que había “mucho material no declarado” y que por ello “lo más correcto” era que fuera retenido por la Justicia y la Aduana.

Otras voces del gobierno argentino defendieron la operación de Aduana y la PSA, como la del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien negó que el hecho haya representado un “incidente diplomático. Hay armas, diferentes drogas, dosis de morfina, material para interceptar comunicaciones, baúles con drogas vencidas y equipos de GPS sofisticados”, detalló Fernández.