Tras seis años como soberano

Alberto II de Mónaco contrae matrimonio

El casamiento será en el mismo palacio en el que nació el 14 de marzo de 1958.

Alberto y Charlene en una fiesta benéfica. Ambos desarrollan una intensa vida social. Foto: EFE

De la redacción de El Litoral

El príncipe Alberto II de Mónaco, que contraerá matrimonio con la sudafricana Charlene Wittstock en sendas ceremonias civil y religiosa los próximos 1º y 2 de julio, es soberano desde hace seis años, cuando sustituyó en el trono a Rainiero III. Segundo hijo del matrimonio formado por el príncipe Rainiero y la princesa Grace, Alberto de Mónaco, que se casará en el mismo palacio en el que nació el 14 de marzo de 1958, ha coprotagonizado la imagen de su país. Junto con sus hermanas, las princesas Carolina y Estefanía, ha simbolizado para el mundo, sobre todo desde el fallecimiento en 1982 de su madre, la que fuera actriz estadounidense Grace Kelly, la imagen de un diminuto país sin recursos naturales, pero rico y sobradamente conocido.

Ahora, con su matrimonio, y con sus hermanas en una retirada parcial de los focos de la atención pública, el príncipe asume un papel estelar en la representación de su país.

Tras estudiar con dos institutrices, una inglesa y otra francesa, Alberto cursó el bachillerato en el Instituto Alberto I y en el Saint Maur; estudió Ciencias Políticas y Económicas en el Amherst College (Massachusetts, EEUU), donde se diplomó en 1981. Además, estudió Antropología, Geología, Sociología Moderna, Historia del Arte, Literatura inglesa y americana, alemán e italiano, según su biografía oficial recordada por EFE.

En 1986 abandonó las actividades privadas para ejercer como jefe de Estado adjunto al príncipe Rainiero, comenzó a asistir a los Consejos de Gobierno y a realizar viajes oficiales al extranjero en representación de su padre. El príncipe Alberto presidió en 1993, año en que Mónaco ingresó en las Naciones Unidas, la delegación monegasca en esta organización y desde entonces ha presidido sesiones plenarias e intervenido en la Asamblea General.

Príncipe reinante

El 31 de marzo de 2004 asumió la regencia del Principado y, tras la muerte de su padre, el 6 de abril de 2005, se convirtió en príncipe reinante en una ceremonia de entronización el 12 de julio de ese año.

El príncipe preside una fundación que lleva su nombre desde 2007 mediante la que promueve acciones de protección del medio ambiente, y participa en el desarrollo económico del país y la actividad financiera monegasca.

Deportista, ha participado en varios Juegos Olímpicos con el equipo nacional de bobsleigh y es miembro del Comité Olímpico Internacional desde 1985. Además de su actividad oficial, al príncipe se le ha asociado, junto con sus hermanas, a la intensa vida social de Mónaco y no ha quedado al margen del escrutinio público al que se ha sometido su vida privada, dada su prolongada soltería.

Una reforma constitucional relativamente reciente evita que un Mónaco sin herederos de su príncipe reinante quede bajo soberanía francesa, pero el próximo matrimonio de Alberto II acerca la posibilidad de que sea uno de sus hijos, y no uno de su hermana Carolina, quien ocupe el trono del Principado.

La prensa del corazón le atribuyó durante años romances sucesivos, casi siempre con jóvenes actrices y modelos, entre ellas Brooke Shields, Claudia Schiffer y Tasha de Vasconcelos.

Además, Alberto de Mónaco reconoció a dos hijos nacidos de otras relaciones esporádicas: Alexandre Eric Stéphane, nacido el 24 de agosto de 2003 en París, y Jazmin Grace Rotolo, nacida en 1992, aunque ninguno de ellos tiene derechos sucesorios al haber nacido fuera de un matrimonio católico, como exige la ley del Principado.

Hace cinco años se confirmó públicamente su noviazgo con Charlene Wittstock, quien desde entonces lo acompañó a numerosos actos oficiales.

Charlene

La sudafricana Charlene Wittstock se enfrenta a su nuevo papel con humildad, pero con la intención de que no se la considere una simple copia de su predecesora, la mítica Grace Kelly.

“No se puede comparar a dos personas”, ha afirmado en las múltiples entrevistas que desde el anuncio del compromiso en junio de 2010 la pareja ha ofrecido para presentar su proyecto de futuro y acercar a los monegascos y al resto del mundo a quien hasta entonces era conocida por su trayectoria como nadadora olímpica.

Nacida en Zimbabue el 25 de enero de 1978, Wittstock, que a los doce años se trasladó a Sudáfrica junto a su familia, dice entrar en esta fase de su vida “consciente de las responsabilidades” que su nuevo estatus le impone, pero con la voluntad de seguir aprendiendo para estar a la altura de las expectativas.

Para ese papel lleva preparándose más de cuatro años, con la disciplina y la determinación inculcada en su etapa dedicada a la natación de alto nivel, en la que en 2002 llegó a ganar tres medallas de oro en la Copa del Mundo, y una medalla de plata durante los Juegos de la Commonwealth celebrados en Manchester.

La labor humanitaria, a la que en su faceta anónima también le dedicaba su tiempo dando clases de natación a niños desfavorecidos, va a ocupar tras el enlace gran parte de su agenda como princesa.

La biografía oficial de la que a partir del 1º de julio podrá firmar como Charlene de Mónaco indica que desde 2009 es presidenta de honor del “Ladies Lunch” de Monte Carlo, y que entre sus otros cargos ha sido nombrada madrina de la Fundación Nelson Mandela y de las “Born Free” y “Special Olympics Charity Foundation”.

De Wittstock, la mayor de tres hermanos, destaca igualmente que el surf es otro de sus deportes preferidos, y que entre sus aficiones se encuentran también el arte contemporáneo y la lectura de poesía sudafricana.

 

Trabajadores preparanel patio principal en el Palacio de Mónaco donde se celebrará la ceremonia religiosa este próximo sábado. Foto: EFE

 

Supuestos problemas

Dos días antes de que se celebre el enlace entre el príncipe Alberto II de Mónaco y la sudafricana Charlene Wittstock, un medio francés reveló ayer la supuesta intención de la exnadadora, desmentida “formalmente” por Palacio, de anular los preparativos de la boda y volver a su país.

El semanario L’Express indica que “todo comenzó hace una semana con la marcha precipitada de la futura princesa al aeropuerto de Niza”, en el sureste de Francia, decidida a tomar un vuelo hacia Sudáfrica “sin billete de vuelta”, después de descubrir supuestamente que la vida de su prometido “no es tan ejemplar como imaginaba”.

L’Express apunta que el príncipe y su círculo necesitaron llevar a cabo “una persuasión infinita” para evitar que Wittstock embarcara.

A falta de nuevos datos, la publicación especula con el descubrimiento que la sudafricana habría podido hacer sobre el pasado de Alberto II, que ha reconocido públicamente a dos hijos fruto de sendas relaciones esporádicas: Alexandre Eric Stéphane, nacido en agosto de 2003 en París, y Jazmin Grace Rotolo, nacida en 1992.

Mónaco se engalana

Mónaco se prepara para celebrar con ceremonias oficiales y actos con vocación de participación popular el enlace del príncipe Alberto II con la exnadadora sudafricana Charlene Wittstock, que devuelve el interés mediático sobre el pequeño Principado asomado al Mediterráneo.

Las dos ceremonias, una civil el próximo viernes 1º de julio y otra religiosa al día siguiente, culminan cinco años oficiales de noviazgo, pero quieren aprovecharse para mostrarle al mundo la cara amable de un enclave asociado a una tríada compuesta de lujo, glamour y riqueza.

Cerca de 1.500 periodistas se han acreditado para cubrir el acto, que comenzará el jueves con una recepción dirigida a la prensa y un concierto del grupo californiano The Eagles al que han sido invitados también los monegascos, residentes y habitantes de los municipios limítrofes.

Para que ni turistas ni habituales se pierdan ningún momento de las ceremonias en que Wittstock saldrá convertida en princesa de Mónaco, se van a instalar ocho pantallas gigantes, de las cuales dos estarán en la Plaza del Palacio, una delante de la catedral y tres más en el muelle Alberto I.

Mónaco espera desde 1956, año en que se casaron Rainiero y la entonces actriz estadounidense Grace Kelly, la celebración de un nuevo enlace de esa categoría, y para intentar que sus ciudadanos no se lo pierdan ha decretado que esos dos días sean festivos.

Por todo el Principado, ondean ya las banderas oficiales de Mónaco, de Sudáfrica y la del emblema oficial de la boda, mientras que a pocos días de que ésta se celebre se decorará la ciudad con flores, incluidas la protea, declarada flor nacional sudafricana.

La repercusión turística que esta boda está teniendo sobre el Principado no ha sido cuantificada en cifras precisas, pero desde que se anunció el compromiso en junio de 2010, competiciones que se celebran en el mismo, como el Master Series de Montecarlo o el Gran Premio de Fórmula 1, han alcanzado una venta de entradas “histórica”.

Se ve en ello una relación directa de causa y efecto, y por eso no suenan exageradas las previsiones de que frente a los poco más de 35.600 habitantes del Principado, para el concierto gratuito que el francés Jean Michel Jarre ofrecerá el viernes por la noche, se espera que pueda llegar a haber más de 100.000 personas.

Se han previsto trenes adicionales durante toda la noche para facilitar el trayecto de los asistentes, una medida que se suma a otra que refleja la voluntad de la pareja de que los ciudadanos se sientan partícipes de la celebración: la gratuidad de los aparcamientos del Principado a partir del viernes al mediodía.

Para quienes quieran tener un recuerdo no ha faltado un elegante catálogo de artículos, cuyo precio oscila entre los dos euros de unas monedas conmemorativas y los 480 de un colgante con el emblema del enlace: las iniciales de Alberto y Charlene, entrelazadas bajo una corona.

La lista total de invitados no ha sida difundida, pero entre los personajes que le darán todavía más caché al evento se han filtrado algunos como el modisto alemán Karl Lagerfeld, director creativo de Chanel, y su exmusa, la también diseñadora Inés de la Fressange.