El poder de la risa

La crítica a todos los gobiernos es la esencia en el humor de Nik

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El creador y su “Gaturro”, devenido de irónico observador de la realidad sociopolítica en personaje infantil. Foto: Prensa Nik.

El dibujante presentó en Rosario “Mundo Gaturro”, una red social para chicos. Pero tomó en serio una charla para hablar del humor y la política. Dijo que hay críticas “oficialistas”, pero también reconoció que existe libertad para trabajar.

 

Germán de los Santos

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Corresponsalía Rosario

Nik rompió el protocolo y se subió a una tarima en el patio de comidas del shopping Portal Rosario. Con gritos y alaridos ensordecedores, los chicos -todos con su libro de Gaturro a mano- le pedían que dibujara un personaje.

Con paciencia tibetana, fibrón en mano, el humorista cumplió con la demanda mientras trataba de dialogar -megáfono mediante- sobre el griterío de su menuda platea.

La librería en la que presentó “Mundo Gaturro”, la primera red social para chicos, también fue desbordada por el público. El dibujante y diseñador gráfico Cristián Dzwonik, conocido como Nik, dejó por un rato el mundo de los chicos y charló con El Litoral sobre la actualidad que cada refleja con su arte desde las páginas de La Nación.

—¿Hay alguna diferencia o rasgo particular sobre la manera de hacer humor político o de actualidad durante este período?

—Siempre fue complicado hacer humor con todos los gobiernos. Tenemos una tradición muy larga en el país de humor político, en retratar a los dirigentes políticos de una manera diferente. Hoy no hay tantas revistas y actualmente está todo un poco fragmentado. El humor político se trasladó un poco a los diarios, algo a Internet y a las radios. Y en ese sentido, encuentro el mismo grado de dificultad de siempre. Todos los gobiernos quieren tener un poco de control con los que son más críticos, y la prensa intenta decir lo que cree que hay que decir. Porque es la naturaleza del humor político, de tratar de reflejar lo que te dice la gente cuando salís a la calle.

—¿Lo que molesta a algunos dirigentes es la ridiculización más que el chiste en sí?

—Sí, porque uno saca el costado más irónico. Con el kirchnerismo pasó esto. Fui uno de los primeros en hacer al pingüino y la pingüina, y esto se reflejó en los chistes. También en su momento, cuando no estaba tan claro si esta política que venía del sur tenía que ser un pingüina pensé en hacer un ñandú. Hoy la mascota de la Copa América es un ñandú muy divertido, con la camiseta argentina. Lo cual me da un poco de risa. Cristina es una pingüina que viene con aires del sur, muy frontal, que vino a cambiar las cosas. Yo respeto siempre las posiciones diferentes. Sigo haciendo el humor político que hice siempre. Y trato de ser crítico con todos los gobiernos, porque es la esencia del humor político. Fui muy crítico con Carlos Menem, con Fernando de la Rúa, con Eduardo Duhalde y con Néstor Kirchner y Cristina. El humor es irónico y satírico por naturaleza.

—Influyó la relación del gobierno con algunos medios.

—Para La Nación es diferente, porque siempre estuvo en una vereda opositora. Yo desde siempre tuve y tengo absoluta libertad para trabajar. Yo no hago sólo chistes con el gobierno sino también con la oposición, con la gestión del Pro en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con Hermes Binner. Tratamos de abarcar todo el arco político, pero el gobierno se lleva la mayor parte porque es quien ejerce y produce hechos. Agradezco la libertad de expresión que tengo para trabajar, más allá de las presiones y los tironeos, y las críticas que se puedan hacer desde los programas más oficialistas. Es parte del juego de la democracia.

—¿El humor podría convertirse en una nueva herramienta de los dirigentes políticos?

—No creo que les juegue a favor si ellos tratan de ser humorísticos. Porque la gente empieza a percibir que son más humoristas que políticos.

De la política a los chicos

—¿Es complejo diseccionar el humor político de las historietas que hacés para los chicos?

—Son como dos códigos diferentes. Como adulto me gusta opinar de lo que sucede como sociedad. No sólo en la política. A lo que hago yo le llamo humor de actualidad, porque tengo la posibilidad de meterme con temas como lo deportivo, lo social y lo económico. Lo que nos alegra y entristece. Es un código más mordaz e irónico. Y es un tipo de humor que nace y termina en el día. No tiene mucho sentido una semana después. Y por otro lado, el código que amo es lo que hago para los chicos, que es una tira blanca y universal. Se puede leer hoy y dentro de 20 años. Es lo que sucedía con las tiras que leía cuando era chico, como con Mafalda, Paturuzú y Asterix. Pasaron 30 ó 40 años y se pueden seguir leyendo. Es lo que trato de hacer hoy, es una historieta pensada para esta era.

“Luis Juez me cae simpático y me hace reír, pero para eso está Piñón Fijo que es cordobés. Miguel del Sel se bajó del humor y se lo está tomando en serio”.

Nik

Humorista y Dibujante

“Faunístico o despistado” en el perfil de Binner para la tira

“Es complicado”, reconoció Nik cuando se le preguntó si está buscando construir un perfil de Hermes Binner para la tira. “Aunque tengo que estudiarlo un poco más. Ahora que se está mostrando de a poco quizá vaya encontrándole un perfil”, dijo el humorista en referencia a la irrupción del gobernador en la campaña presidencial.

“Hay que ver para dónde rumbea su personaje, si lo metemos en el sector faunístico o si se asocia a una figura más cerca de De la Rúa, que era una persona que parecía despistada. Hay que encontrarle el perfil. Lo que ocurre es que se lo conoce poco.

“Quizá -añadió- ése sea el rasgo. Con los moderados se complica para hacer humor. Por eso son menos populares. El humor es un arma de penetración masiva muy importante en la política. Lo vimos hace dos años con Francisco de Narváez en el programa de Tinelli, que lo ayudó muchísimo en la campaña su participación en la televisión a través de un imitador”.