DOS EXPOSICIONES

Patrimonio y revelaciones profanadas en el Rosa

Desde el jueves pasado se exponen en el Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez las muestras “Revelaciones profanadas”, fotografías de Alejandro Tosso, y “Generosidad de artistas” (patrimonial).

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL

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En el museo provincial ubicado en 4 de Enero 1510 se pueden recorrer dos exposiciones inauguradas recientemente.

En el caso de “Revelaciones profanadas”, Valentina Bonelli sostiene que “las posibilidades de intervención que trae consigo el popularizado sistema digital, han transformado el lenguaje fotográfico al admitir límites confusos entre lo real y lo ficticio, lo verdadero y lo falso. Ese carácter de documento incuestionable que en algún momento pudo haber sido considerado esencial a la fotografía, hoy ha dado paso a la tramposa categoría de lo verosímil. A simple vista, dentro de un nuevo contexto, con leyes y condiciones diversas, todo lo que nos muestra la imagen parece posible, aunque no siempre veraz. Alejandro Tosso se escabulle entre estas fronteras para dejar en evidencia que la imagen ‘realista y entonces verdadera’ de la fotografía, es en el fondo tan endeble y manipulable como los mismos recuerdos.

“A partir de fotografías íntimas, fallidas, de celebraciones familiares, viajes y vacaciones, el artista crea nuevos universos. Si todos vemos en nuestras fotos algo así como un ayuda-memoria o recuerdos cristalizados, a través de fotomontajes y retoques digitales él inventa otros recuerdos y utiliza la fotografía como una forma de evocación simbólica de ‘lo real’, o -como lo era en la pintura para los simbolistas- ‘un soñar de nuevo el mundo”.

Tosso, por su parte, afirma: “Me defino como fotógrafo porque, si bien me involucro con otros lenguajes como el dibujo, el sonido, el video o la instalación, generalmente mi punto de partida es el de conceptualizar el lenguaje fotográfico o alejarme rotundamente de él para mover nuevas energías. Es así como me meto con la luz, el tiempo, la realidad, la mentira, la construcción, la reconstrucción, la representación, la representación de la representación, la reproductividad, el documento, el paisaje, los recuerdos, la ficción, lo digital, lo analógico, el papel, el movimiento, el coleccionismo. No me interesa demasiado la calidad técnica, hoy en día las cámaras sacan fotos de calidad por sí solas: me interesan mucho más las cabezas de los fotógrafos.

“Soy autorreferencial, igualmente intento todo el tiempo trabajar desde esos lugares comunes que me permiten universalizar el trabajo. Tal vez ésta sea una herencia que me legó mi paso por el mundo de la publicidad. Mi principal influencia soy yo mismo. Busco sin prejuicio en mi cotidiano, capturo, arrebato sin culpa, así es el mundo después de todo. Cuando me parece que vale la pena, cito con nota al pie de página. De la obra en donde todo se justifica a la injustificación de todo. El capricho vale. Lo que se ve y lo que se vislumbra, lo que salta como imagen y lo que subyace. Yo suelo involucrarme más íntimamente con los segundos sentidos. Y también me inquietan las primeras vistas”.

“GENEROSIDAD DE ARTISTA”

La muestra se compone de obras donadas por el albaceas de Domingo Gato y la viuda de Eolio Pons al museo, a lo largo de 2010.

Autor de reconocida trayectoria en nuestro país y en el exterior, nacido en Buenos Aires el 2 de enero de 1935, Domingo Gato realizó sus estudios artísticos en la Academia Nacional de Bellas Artes. Se perfeccionó en viajes por Centroamérica, Estados Unidos, Europa y Medio Oriente, donde también expuso sus obras. Obtuvo becas en Paraguay, Brasil, Israel, España y Grecia, entre otras. Ha recibido importantes recompensas, destacándose el Gran Premio de Honor del Salón Nacional de Artes Plásticas de Buenos Aires.

Fue designado jurado oficial; dictó cursos y conferencias, organizó certámenes y exposiciones. Su labor fue ampliamente reconocida, a nivel nacional e internacional.

Sus obras figuran, entre otros sitios, en el Museo de Arte Moderno, Departamento Argentino-Israelí, Museo Municipal Eduardo Sívori de Buenos Aires, Museo Provincial de Bellas Artes, Pinacoteca del Gran Hotel Dorá en Córdoba, Casa Argentina en Roma, Unión Panamericana en Washington y Museo Lino Eneas Spilimbergo en La Paz, Bolivia.

Por su parte, Eolio Pons estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano. A partir de 1935 se formó, junto a alumnos como Alberto Altalef, Andrés Calabrese, Antonio D’Amato y Bruno Venier, en el Instituto Argentino de Artes Gráficas bajo la dirección del maestro Lino Spilimbergo. Frecuentó el taller de José Planas Casas y Juan Batlle Planas, y el de grabador Pompeyo Audivert. Fue discípulo y amigo del pintor Carlos Giambiagi.

Desde 1958 a 1964, fue profesor de dibujo y pintura en la Escuela Provincial de Artes Plásticas de Jujuy, de la cual fue, junto con Medardo Pantoja y Jorge Gnecco, uno de su fundadores.

Expuso en salones provinciales y nacionales, y en más de 250 exposiciones en galerías privadas y institucionales. En 1992, realizó una muestra retrospectiva en las salas nacionales (Palais de Glace) en Buenos Aires. Sus obras se encuentran en numerosas instituciones culturales y museos de Perú y de la Argentina y en colecciones privadas del país y del exterior. Sus paisajes del norte del país y de la ciudad de Buenos Aires mantienen las huellas del surrealismo argentino.

A partir de fotografías íntimas, fallidas, de celebraciones familiares, viajes y vacaciones, Alejandro Tosso crea nuevos universos.

Foto: GENTILEZA MPBA

La labor de Domingo Gato fue ampliamente reconocida, a nivel nacional e internacional.

Foto: GENTILEZA MPBA