En las estaciones de la ciudad

El combustible que llega no alcanza a cubrir la demanda

Desde la Cámara de Expendedores de Combustibles aseguran que para la próxima semana el abastecimiento en las estaciones de servicio sería normal.

El combustible que llega no alcanza a cubrir la demanda Colas. Los coches se ubican sobre las arterias generando inconvenientes en el tránsito y un riesgo a la hora de cruzar para los peatones que circulan en la zona. Foto: Flavio Raina

 

 

 

De la Redacción de El Litoral

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El ritmo habitual en la zona de confluencia de bulevar con la avenida Rivadavia y 25 de Mayo está desde hace varios días visiblemente alterado. Las filas de vehículos se extienden a la espera de poder cargar combustible ante la advertencia de los empresarios del sector sobre el desabastecimiento en las estaciones.

Alrededor de las 9, en la YPF de bulevar, entre 25 de Mayo y San Martín, los conductores aguardaban su turno para cargar en una hilera que doblaba la esquina de 25 de Mayo; cruzar el bulevar se tornaba dificultoso.

“El camión proveedor viene todos los días, con normalidad pero la demanda es mucha y no llegamos a tantas horas de venta a este ritmo”, explicó una playera que solicitó reserva de su identidad ya que no están autorizados por la empresa a brindar información. Según la mujer, el incremento en la demanda de los combustibles de la marca tiene que ver con que venden a menor precio que la competencia.

Aunque en la estación remarcaron que la provisión era normal, a media mañana no tenían nafta de calidad súper a la venta.

A pocos metros de YPF, en la estación de Petrobras ubicada en bulevar y 25 de Mayo un hombre acomodó su coche para completar el tanque. “Escuché que no había combustible y como soy viajante vine a cargar, es la primera vez que pruebo hoy y conseguí”, explicó Héctor ante la consulta de El Litoral.

Según Claudio, un empleado de la firma, la llegada de combustibles es normal pero la demanda creció notablemente los últimos días. “Como hay estaciones que no tienen, la gente sale más a buscar y se termina más rápido”, dijo, y agregó que “algunos santafesinos necesitan la nafta para trabajar pero otros no usan el auto y vienen a llenar el tanque igual cuando empiezan escuchar que no hay nafta”.

Omar estaba en la fila de Petrobras esperando a ser atendido. “Tengo medio tanque todavía pero escuché en la radio esta mañana que no había y vine a buscar”, señaló el señor y aclaró que no era urgente para él cargar.

En cambio, Matías un viajante de una empresa local había intentado conseguir nafta anoche en una estación de Aristóbulo del Valle y no consiguió, lo mismo que en la YPF y la Shell de bulevar hoy a la mañana. “Vi que acá había y me quedé porque tengo que salir de viaje en un rato y con lo que tengo no me alcanza”, manifestó.

Carlos, otro cliente que aguardaba en la estación que era su tercera parada en la mañana. “Busqué en otras estaciones de la zona y ninguna tenía súper, tengo que viajar y necesito asegurarme el tanque antes de salir”, puntualizó.

En la estación Shell de bulevar y Rivadavia, los playeros se negaron a dar información sobre la situación de la expendedora. En el momento que El Litoral recorrió la estación había sólo un coche ubicado en un surtidor y un camión había llegado con combustible. “Nuestro recorrido es normal, igual que siempre”, aseguró el camionero.

“El problema es la falta de stock”

En diálogo con El Litoral, el tesorero de la Cámara de Expendedores de Combustible de Santa Fe, Alberto Boz, arriesgó que el lunes o martes de la semana próxima las estaciones comenzarían a recibir con regularidad los pedidos que realizan a las petroleras.

Mientras tanto, los camiones abastecedores llegan a Santa Fe cada dos días y es suficiente para atender la demanda de media jornada.

“El inconveniente se genera por la falta de stock en las estaciones a lo que se le suma la psicosis de la gente que cree que no hay y va a cargar igual aunque no necesite. Entonces, no se llega a atender la demanda”, precisó Boz.

A su vez, sostuvo que las dificultades van a subsistir por unos días más hasta que arriben los pedidos completos y a tiempo, lo que no significa que “va a haber combustible para tirar para arriba”.

Actualmente, las petroleras reciben los encargos de las estaciones pero configuran listas de espera y de ahí la demora en la distribución. “Hoy dependemos de la logística de ellos (las petroleras)”, puntualizó.

Respecto del inicio de las dificultades en el sector, Boz explicó que hace 15 años que las refinerías no se abastecen de combustible líquido, particularmente gasoil; y de nafta, tres o cuatro años.

“El problema es estructural. En la época del uno a uno el consumidor no se daba cuenta porque el precio era el mismo y ante la necesidad se importaba, hoy el precio interno es más barato y las petroleras no quieren importar porque pierden dinero”, explicó Boz, y agregó que “sólo importan cuando acuerdan con el gobierno alguna rebaja impositiva. Hoy para salir del problema hay que importar pero no se soluciona de un día para el otro”.

/// OPINIÓN

Blanco, negro, grises

Néstor Fenoglio

Blanco, negro y grises. Falta combustible. En el gobierno no asumen ninguna crisis en materia de provisión de energía en cualquiera de sus formas. De ninguna manera nuestro país dejó de invertir en nuevas exploraciones, tecnología, infraestructura, logística, o si eso pasó, fue antes. Ahora es blanco y lo negro pasó antes.

Dicen que hay más demanda porque hay más actividad industrial, mayor movimiento en rutas, más turismo por el bienestar de la gente. Blanco sobre blanco igual a blanco.

Todos los meses, la gente que nuclea a los concesionarios de venta de autos dan cuenta de nuevos récords, más autos vendidos. En la ciudad una sola concesionaria vendió en un día más de 40 coches. Dicen que no son problemas negros, sino síntomas blancos de que estamos muy bien. No alcanza para comprar una casa, negro, pero algunos cambian el auto blanco, otros dicen que es una defensa contra la inflación -negro- que otros dicen que no existe -blanco.

Blanco, negro. Nuestro país tiene desde siempre esa cuestión de los extremos, de los polos, como si en el medio no existiera la infinita gama de grises que nos define, nos condiciona, nos pinta el día. Algunos cargan por ansiosos, otros por las dudas, otros porque viajan y otros porque estamos de vacaciones. Hay que importar lo que no producimos, no nos autoabastecemos, nos vamos a ocupar del asunto, la semana que viene. Pongo la mente en blanco, un rato. Quedan siete autos por delante en la cola para cargar combustible.

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