En el departamento la capital

El 95% de los homicidios del año fue por disputas interpersonales

De 40 crímenes cometidos en el primer semestre de 2011, 38 se produjeron por enfrentamientos. El ex ministro de Seguridad, Daniel Cuenca, advirtió sobre la gravedad de que quienes no están en el mundo del delito, también hallan en la violencia la manera de resolver sus pleitos. Las causas, la droga y la acción estatal.

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La URI intervino después del asesinado de Francisco Sanabria, ocurrido el mes pasado, en el barrio Santa Rosa de Lima. El 75,6 % de los homicidios dolosos en La Capital implicó el uso de armas de fuego

Foto: Archivo/ Danilo Chiapello

 

Ivana Fux

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En el primer semestre de 2011 se registraron en el departamento La Capital 41 homicidios, la mayoría -38- en la ciudad de Santa Fe. Ello representa una disminución de los hechos de casi un 39% respecto de 2007, cuando los asesinatos fueron 67. Ése había sido el año con más homicidios en toda la década.

La misma estadística difundida por la Dirección Provincial de Análisis Criminal revela que el 95,12% de los crímenes se produjeron “como consecuencia de conflictos interpersonales y/o familiares”. El Ministerio de Seguridad celebró que del 5% restante “sólo ha podido comprobarse” que en uno de los casos (el homicidio de Elvira Cudde) el móvil de robo derivó en la acción homicida. Ello permitiría plantear que una ínfima porción de los crímenes se cometieron por hechos vinculados con la inseguridad.

Sin embargo, concluir sobre la base objetiva de los números que de 41 homicidios sólo dos no se produjeron por enfrentamientos interpersonales, devela que los extremos de violencia con los que convive la sociedad santafesina no han logrado aplacarse.

Esta causal de muerte comprende las provocadas por presuntos ajustes de cuentas “entre bandas”, y las resultantes de conflictos interpersonales. Para el ex ministro de Seguridad y especialista en Criminalística, Daniel Cuenca, ambos motivos son nocivos y preocupantes.

“Las bandas resuelven conflictos entre ellos fuera del Estado. Pero lo interpersonal, que atrapa lo vecinal, lo familiar, lo personal, es muy preocupante porque estamos hablando de personas que no están en el mundo del delito, sin embargo, encuentran en la violencia la única manera de resolver sus pleitos. Ambas cosas son preocupantes porque dan pautas de una cultura al costado de la civilización”, expresó.

En diálogo con El Litoral, el ex funcionario aludió al “segmento delictual” de la bandas que “resuelven las cosas por mano propia”, pero le pareció mucho más grave el otro segmento “que no está en el delito, pero también elige la violencia. Esto es gravísimo -evaluó-. Se arranca con tratos violentos en la familia, en la escuela, entre los vecinos, en los estadios de fútbol. Entonces ese chico es con los años un adolescente marcado por la violencia y con un camino probablemente marcado por el delito”.

Cuenca concluyó en que se propicia un “marco de violencia para desarrollar más violencia”, y advirtió que si bien Santa Fe “no tiene el problema de los mexicanos con el narcotráfico -tema que es en este momento su materia de estudio como investigador-, es un buen ejemplo para analizar y estudiar”.

Posibles causas

Indagando sobre las presuntas causas de estos homicidios, el secretario de Seguridad de la provincia, Horacio Ghirardi, atribuyó el fenómeno a una multiplicidad de factores. “Es una mezcla. Algunas disputas tienen que ver con la droga; también con enfrentamientos de vecinos o familiares, y con la prostitución”, comentó.

Para el actual ministro de Gobierno, Antonio Bonfatti, la droga es un factor preponderante.

“Se trata muchas veces de jóvenes que no han tenido oportunidades, y fundamentalmente, de jóvenes que eligen la droga como forma de vida en el sentido de ser parte de redes de narcotráfico”, sostuvo. Si bien aclaró que se trata de un análisis personal del tema, dijo a El Litoral estar convencido de que en la medida en que se avanza sobre sectores del tráfico, “se producen muchos reacomodamientos donde un sector trata de sobreactuar sobre otro, y esto va generando enfrentamientos que terminan con estos chicos muertos”.

Para el titular de la ex Drogas Peligrosas, en cambio, no es la droga y la disputa de territorios por el tráfico de estupefacientes una de las principales causas. “Para dar una certeza hay que esclarecer cada hecho; todo lo demás es subjetivo. No me consta que los homicidios se cometan por un tema vinculado al narcotráfico. El alcohol es una droga lícita y no tiene que ver con el narcotráfico pero muchas veces termina en escenarios violentos. Objetivamente, no tengo conocimiento de que alguno de los homicidios haya sido por esta causa”, dijo el comisario Hugo Tognoli.

Cuenca prefirió hablar en términos de “negocios delictuales”. Según dijo, “muchos homicidios se dan por la droga, pero no todo es por esto. No es una guerra de grandes bandas por carterización. Estamos asistiendo a problemas de bandas que se invaden y disputan territorios; buena parte (de los enfrentamientos) proviene de esto, pero hay muchas otras cosas. No todo es por un botín; amén de la guerra de bandas, hay un aumento inusitado de la violencia y en las propias familias se reacciona con respuestas irracionales”, manifestó.

Qué hacer

Para el ex ministro, es “falaz” intentar revertir el cuadro de violencia con más fuerzas de seguridad. “México -ejemplificó- tiene muchas policías locales (municipales) y ello deriva en mucha desorganización. Entonces cuando el sistema delictual es muy alto, como el narcotráfico en ese país, hay un alto grado de corrupción en las propias fuerzas, y se fisura la supuesta salida inmediata”. Sobre esa base, sostuvo que el Estado “se tiene que meter por otro lado” para intentar disminuir estos índices de violencia.

“En los morros de Brasil -volvió a ejemplificar- no entró primero la policía. Primero ingresaron las políticas sociales con dispensarios, escuelas, con asistencia y luego entraron también las fuerzas. Pero esto debe ser así, porque primero hay que captar a la ciudadanía; no todos están metidos en esto pero sí someten al resto”.

Cuenca fue taxativo. “Debe haber una presencia activa del Estado, pero no con policías; la policía tiene que estar en su mínima expresión. Esto debe darse desde otras partes del Estado, porque esa presencia disminuye el riesgo o la posibilidad que sí ofrece el narcotráfico. Esto implica el Estado adentro, con la escuela, el centro de salud; y desde lo urbanístico, con calles abiertas y no con ghetos. Son recetas que se planifican desde un marco estatal; si el Estado no genera esa opción, estamos listos”, concluyó.

 

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Daniel Cuenca, ex ministro de Seguridad.

Foto: FLAVIO RAINA

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Hugo Tognoli, ex director de Drogas Peligrosas.

Foto: GUILLERMO DI SALVATORE

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Horacio Ghirardi, secretario de Seguridad Pública.

Foto: NESTOR JUNCOS

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Antonio Bonfatti, ministro de Gobierno.

Foto:PABLO AGUIRRE

 

La década

Según la información difundida por la Dirección Provincial de Análisis criminal, la secuencia durante el primer semestre de los últimos diez años respecto de la cantidad de homicidios en el departamento La Capital ha sido la siguiente: 35 en 2001, 42 en 2002, 40 en 2003, 52 en 2004, 35 en 2005, 42 en 2006, 67 en 2007, 47 en 2008, 46 en 2009, 51 en 2010 y 41 en 2011. De esa forma, 2007 se ubicó como el año que registró mayor cantidad de asesinatos en el ámbito de la Unidad Regional I.

/// EL DATO

Tasa, armas y culpables

Si la comparación entre los primeros semestres de 2007 y 2011 se establece en términos de tasa de homicidio, se evidencia una reducción del 40,84 %: el primer semestre de 2011 registró una tasa de 7,43 homicidios dolosos cada cien mil habitantes y el primer semestre de 2007, una de 12,56.

De los de 41 homicidios dolosos en lo que va del año, 38 se produjeron en la ciudad de Santa Fe, lo que representa un 92,68 % del total. En las localidades de Santo Tomé y San José del Rincón ocurrieron 2 homicidios y 1, respectivamente.

“Por eso -sostiene la Dirección de Análisis Criminal-, hoy es posible afirmar que la ciudad de Santa Fe, una vez reputada como la ciudad más violenta del país, luego de casi cuatro años de gestión, registra niveles que la ubican muy lejos de esta posición”.

De las víctimas de los homicidios del semestre, el 87,8 % fueron hombres y sólo 5 casos, es decir el 12,2 %, fueron mujeres pero sin antecedentes de violencia o abuso de género.

El 75,61 % de los homicidios dolosos de la URI implicó el uso de armas de fuego. Finalmente, el primer semestre de 2011 tuvo un porcentaje de esclarecimiento del 85,36 %; 35 de los casos han tenido a su autor o autores identificados dentro del mismo mes calendario que el de la fecha del suceso.