Del dicho al hecho

Moreno autoriza que las prepagas aumenten más que la inflación

Las prestadoras privadas de salud podrán incrementar dos veces sus cuotas, 9 % en agosto y otro tanto en enero. Acumularán así un 25 % en términos anuales, es decir más del doble de lo que el Indec calcula para la inflación oficial.

 

De la redacción de El Litoral

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En experiencias de dolor y necesidad se suelen apreciar oficios como el de las enfermeras. No parece desmesurado que el gremio esté reclamando llegar a un básico de 4 mil pesos para esa actividad a principios de 2012; pero si de valores se trata, tampoco es justificable que un ciudadano -menos aún si está jubilado- tenga que afrontar aumentos en las cuotas de sus prepagas con el fin de solventar los mayores costos del servicio.

En el medio, Guillermo Moreno apeló al “corset” que ocultará los excesos ante los ojos de los observadores y postergará parte de los disgustos para después de las elecciones. El secretario de Comercio reaccionó la semana pasada cuando “las prepagas” -empresas privadas que prestan cobertura de salud- anunciaron que aumentarían 15 % sus cuotas de julio y dejaron ver que incrementarían otro 10 % más para fin de año.

El secretario de Comercio le anunció ayer a Clínicas y Sanatorios que “sólo” permitirá 9 % de aumentos ahora y otro 9 % en enero. También les dijo que los planes con “copago” “sólo” podrán incrementarse en dos veces de 7 % cada una.

Cabe recordar que estos planes fueron instrumentados para que lo que sale del bolsillo de la gente “no se note” en la inflación oficial. Es porque Moreno no quiso en su momento un aumento de cuotas, pero autorizó a las prepagas a cobrar a sus afiliados por otra ventanilla, sin afectar sus índices.

Ante esta nueva instancia, Clínicas y Sanatorios dice que no pueden pagar el aumento que reclama el gremio de la Sanidad. Mientras que los afiliados al sistema se quejan por el incremento de las cuotas de las prepagas, que está muy por encima del 11 % de inflación anualizada que reconoce el Indec.

“Es la economía...”

O por decirlo del todo: “Es la economía, estúpido”. Fue la respuesta de Bill Clinton acerca del punto más importante de su campaña en 1992. Con la misma contudencia se puede ver ahora, en este caso en el plano de la salud, cómo la inflación negada en la economía del atril oficial, impacta una vez más en la vida cotidiana, en un derecho fundamental como el del acceso a la salud de un ciudadano adherido al sistema de prepagas, o del salario de un trabajador de ese sistema.

Las encuestadoras privadas volvieron a difundir ayer sus cálculos de inflación a través del Congreso Nacional, para evitar la multa de $ 500 mil que les aplica Moreno. Calculan que es del 23,6 % en el último año, 12 puntos más que la inflación oficial anualizada.

Es decir que el 18 % de aumento que autoriza Moreno en las cuotas de las prepagas es mayor que la inflación que el propio gobierno reconoce; no alcanza para solventar el aumento de los sueldos de las enfermeras y tampoco para cubrir el incremento de costos operativos de clínicas y sanatorios.

Obras sociales

Jorge Cherro, titular de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina, reveló que las obras sociales y el Pami no tienen el problema de las prepagas para convalidar los aumentos de sus prestaciones. Es porque esas organizaciones recaudan en línea con los salarios y tienen aportes extraordinarios del Tesoro en prestaciones caras de alta complejidad. Eso no sucede con las prestadoras privadas de salud.

Precios

El secretario de Comercio ya convalidó una suba del 15 % en las cuotas de socios de hospitales privados de comunidad, de los que aún quedan en Buenos Aires. Moreno especula con que las prepagas inciden menos sobre el índice de inflación, y por eso les permite “sincerar” aumentos mayores. El caso es un buen ejemplo de lo que pasa con las actividades económicas privadas, que padecen aumentos de costos productivos y deben sostenerlo con incremento de sus precios.

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Oficio noble con sueldo atrasado; necesidad básica con cuota cara. La inflación incrementa la recaudación fiscal, pero impacta no sólo en las góndolas de un supermercado. Foto: achivo el litoral

Entre la cuota cara y la administración sindical

Moreno habría reconocido que el impacto de los aumentos en las prepagas sólo afectará a 1 millón de adherentes voluntarios, aunque hay otros 3,5 millones de asalariados que están allí por derivación de aportes, porque eligieron irse de las obras sociales.

La lógica de hacer pagar más a los que más tienen no excusa de cinismos. Es cierto que los adherentes por derivación de aportes tuvieron mejoras salariales que incrementaron sus cuotas; también es cierto que deben pagar más de sus bolsillos, y que son gente que en muchos casos huyeron de las obras sociales por horrores e ineficiencias que persisten.

Los traficantes de drogas que se matan en un shopping y están vinculados a droguerías que aportan a la campaña presidencial o “truchan” medicamentos contra el cáncer, más la gestión de sindicalistas que terminan presos por malversar fondos y falsificar medicamentos, no son atractivos a la hora de elegir una cobertura.

Tampoco la gestión oscura de millonarios fondos públicos destinados a atención de alta complejidad, derivados a quién sabe dónde por gremialistas allegados al poder de turno.

La Argentina de las obras sociales es un caso único de prestación de salud en manos de sindicalistas. Eso no es bueno ni malo en sí; hay farmacias o sanatorios sindicales que cumplen roles relevantes.

Pero si hay casos legítimos de gestión honesta, solidaria y eficiente, no es por el ejemplo de la gestión oficial. Y si hay gestiones privadas que lucran con la necesidad, ameritan mejores controles del Estado.

928.213 santafesinos en 2010


Sin cobertura

Los departamentos que presentan mayor porcentaje de población sin obra social, mutual o prepaga son Garay (53,3%) y San Javier (50,4%); 9 de Julio (46,3%) y Vera (46,1%). El de menor proporción es Caseros (22,6%).

Según el “Análisis de situación de salud de la población de la provincia” del Ministerio de Salud de Santa Fe -fechado en marzo de este año- La Capital tiene en ese detalle 30,4 % y Rosario 30 %.

Los datos surgen sin embargo del censo 2001. Apenas sirven para ratificar retrasos relativos . La administración socialista destaca que “es importante actualizar la información” para el diseño de las políticas del sector .

Hace una semana el Cippec, en base a datos de la EPH, reveló que en toda la provincia, la población sin cobertura bajó del 43 al 29 % entre el tercer trimestre de 2003 al segundo trimestre de 2010.

Si se calcula ese 29 % sobre los 3.200.736 habitantes que tiene la provincia de acuerdo al dato provisorio del censo 2010, se puede concluir que hay en la actualidad 928.213 santafesinos sin cobertura.