La capacitación como forma de inclusión social

“Quiero trabajar para mantener a mi hija porque estamos solas”

Ignacio Andreychuk

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En el Vivero Provincial que se encuentra en el km. 478, sobre la Ruta 11 -Recreo Sur-, hay diecisiete ilusiones que nacieron en abril con la creación del Centro de Capacitación en Técnicas de Producción Forestal para personas con discapacidad mental leve. Un caso particular es el de Celeste Cano, de 21 años, quien tiene deseos de trabajar pronto para devolver los favores que le hicieron cuando nació su hija, María Sol (6), y brindarle una vida digna.

“Me gustaría ayudar a las personas que colaboraron conmigo cuando lo necesité. Quiero devolver todo lo que me prestaron para cuidar a María Sol y me encantaría trabajar con las plantas y los árboles”, dijo Celeste en una charla con El Litoral.

El espacio integrador está pensado para que sea un vehículo de inclusión social a partir del conocimiento y la preparación en los rubros forestación y jardinería, con la misión de aplicarlos luego en el mundo laboral. Asisten personas con discapacidad mental leve y patologías psiquiátricas compensadas. Este centro de capacitación es un proyecto interministerial de las carteras de Salud, Producción y Desarrollo Social, a través de la Subsecretaría de Inclusión para las Personas con Discapacidad y de la Secretaría del Sistema Hídrico, Forestal y Minero, con la intención de que los concurrentes puedan incorporar conocimientos, hábitos y comportamientos aptos para desarrollarse debidamente en el ámbito del trabajo.

Al cabo de un año de cursado, los asistentes recibirán el certificado de idóneos en Técnicas de Forestación y Jardinería. “La pasamos muy bien. Estamos contentos y nos gusta mucho este trabajo”, expresó Celeste Cano, con la atenta mirada de sus compañeros.

“Primero asistimos a la teoría, después tomamos el desayuno y más tarde vamos al campo a trabajar. Nos sentimos muy bien viniendo todos los días. A veces hace mucho frío, por eso salimos más tarde”, relató Celeste.

Y profundizó: “Hacemos un poco de todo. A mí me gusta la parte de jardinería. Siempre me gustó, desde chica que hago trabajos con plantas”.

Apoyo profesional

Gonzalo Arancio forma parte del equipo interdisciplinario que coordina los trabajos. El ingeniero agrónomo también detalló una jornada habitual del grupo en el Vivero Provincial de Recreo Sur. “A los chicos les encanta el taller, quieren trabajar todo el tiempo y proponen actividades permanentemente. Están muy entusiasmados, aprenden rápido”. Algunos provienen del hospital psiquiátrico Mira y López; otros son de Recreo.

La modalidad de elección para cubrir las becas de capacitación se realiza mediante una selección de los beneficiarios. Son entrevistas con los jóvenes-adultos y sus familias. Las competencias mínimas que deben poseer son: discapacidad leve y/o patologías psiquiátricas compensadas; certificado único de discapacidad vigente; tener cumplidos los 18 años; experiencia laboral en el área (no excluyente); aptitud física para las tareas a desarrollar; interés en la capacitación; ser autónomo en AVD (Actividades de la Vida Diaria) y en el uso del transporte público de pasajeros y la habilitación del entorno familiar para su inserción en este espacio.

Además se deben respetar algunas pautas para el ingreso al centro de capacitación, como reunir las condiciones del perfil, cumplir con la entrevista inicial y las evaluaciones pertinentes que realizan los profesionales a cargo del grupo y tener presente que el acceso de un concurrente, en ningún caso define su continuidad si las condiciones de admisión se alteran durante la capacitación.

La integración de las personas con discapacidad

Una de las claves para darle curso a este proyecto es dar respuesta a un sector relegado por el modelo económico actual, con el objetivo de incluirlo dentro del mercado laboral a partir de una actividad que protege el medio ambiente: forestación y jardinería.

Es lo que siente Celeste Cano, una de las 17 personas que participan del Centro de Capacitación en Técnicas de Producción Forestal para personas con discapacidad, que inauguró el gobierno provincial. La meta es integrarlos al mercado laboral.

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Presentación. Celeste (la segunda de la derecha) le contó su experiencia a El Litoral. El grupo realiza principalmente tareas de producción ornamental floral: rosas, malvones, caléndulas, clavelinas, petunias, entre otras especies.

Fotos: Gentileza Prensa Ministerio de Salud

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“Son personas con una discapacidad mental leve, con historias familiares realmente difíciles: hay casos de drogadicción, violencia familiar o relaciones conflictivas de los padres, por eso a veces decaen anímicamente”.

Gonzalo Arancio

Ingeniero agrónomo

No

Los prejuicios sociales que generan exclusión

La discapacidad, en muchas ocasiones, aparece en un sector de la sociedad como un factor que aparta a esta comunidad de las posibilidades de integración laboral y de formarse profesionalmente para luego alcanzar autonomía e independencia.

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Textual

“Lo importante es que cada asistente pueda apropiarse simbólicamente de este aprendizaje, que asimile el proyecto y le guste la jardinería”.

La frase pertenece a Silvia Tróccoli, la subsecretaria para la Inclusión de las Personas con Discapacidad.

La historia del proyecto

La subsecretaria para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, Silvia Tróccoli, explicó que este programa le abre las puertas fundamentalmente a los lazos sociales, a la construcción de ciudadanía, amistades y la valoración.

“Las condiciones son muy buenas y pudimos experimentarlo en la ciudad de Rosario, donde esta tarea lleva mucho tiempo -desde 1993-; los chicos pudieron ir creciendo en el ámbito laboral y económico, se casaron, tuvieron hijos, se fueron de vacaciones y había gente que decía: ‘¿Qué va a pasar con mi hijo cuando yo no esté?’. Muchos de esos chicos actualmente mantienen a sus padres con su trabajo. Las posibilidades que se producen a partir de este emprendimiento son muy amplias”, indicó.

La funcionaria precisó que son jóvenes que terminaron la escuela especial y que ahora buscan una inserción mediante una capacitación posterior. Dijo también que el proyecto busca mejorar la empleabilidad de las personas con discapacidad.

Por su parte, el ingeniero Ricardo Biani señaló cómo se genera inclusión en un proyecto pensado a largo plazo. “Apostamos a una sociedad que incluye vinculándolos con los árboles. Esto es planificar una sociedad diferente. No es algo que va a dar sus frutos mañana, ni el árbol ni los proyectos de inclusión. Es una asociación muy interesante para elaborar porque tanto los árboles como estos proyectos requieren de mucha paciencia”, comentó secretario del Sistema Hídrico, Forestal y Minero del Ministerio de la Producción.

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son los profesionales que coordinan el grupo

Gastón Onetto, psicólogo; Gonzalo Arancio, ingeniero agrónomo; Rocío Reynoso, terapista ocupacional, y Noemí Viñaveya, trabajadora social, son los encargados de guiar y contener a los concurrentes al espacio de formación.