La polémica entre Cristina y Binner
La campaña cerró en otro lado
A pocas horas de las elecciones, el mensaje de los candidatos a gobernador quedó relegado por una discusión de otro rango institucional y mayor virulencia. Una proyección nacional que, a la vez, redobla la atención sobre los resultados del domingo.
Binner siguió cuestionando a la presidenta en Buenos Aires, luego de reunirse con Federación Agraria. La jefa de Estado aprovechó un acto en Santiago del Estero para replicarle indirectamente. Fotos: dyn y telam
Emerio Agretti
La polémica desatada a partir de las declaraciones presidenciales, en el acto del martes en Puerto San Martín, copó el tramo final de la campaña para las elecciones santafesinas, potenció su proyección a nivel nacional y le otorgó un inédito nivel de virulencia.
Hasta el momento, lo más estentóreo de las pullas entre los postulantes había estado circunscripto a cuestionamientos de fondo, en todos los casos admisibles como materia de opinión: si la gestión socialista hizo tanto como pretende exhibir y respondió a reclamos básicos de la sociedad; si el candidato kirchnerista defiende los intereses santafesinos o es un mero delegado de la nación; si el postulante del PRO es un improvisado con la matriz de los ‘90 y lleva en sus listas dirigentes del menemismo. A lo sumo, el tono subió un poco con las metafóricas alusiones a “las polleras” de Hermes Binner como refugio para Antonio Bonfatti, y algún intercambio de epítetos del tenor de “mentiroso” o “improvisado” entre Agustín Rossi y Miguel Torres del Sel.
Ahora la cosa pasó a mayores, y excedió por completo a los candidatos, asumiendo un rango inesperado a nivel nacional. Lo empezó la propia presidenta de la Nación, que llegó a territorio santafesino al parecer no tanto para apoyar a Rossi -nunca lo nombró y él a duras penas consiguió la foto saludándola- como para hacer su propia campaña y arremeter contra Binner, que será rival suyo en las elecciones de octubre. El santafesino, que hasta el momento no aparece entre las figuras más expectables para esa contienda, vio impensadamente multiplicada su presencia en los principales medios nacionales al cruzar duramente a la mandataria y endilgarle desconocimiento de la realidad, aprovechando a la vez para castigarla en uno de los flancos débiles de su gestión: los números del Indec.
Nuevos cruces
La escalada continuó luego en boca de Rossi, que acusó al socialista de “canalla”, “mentiroso” e “hipócrita”; una sucesión de adjetivos que prácticamente superó, en una sola declaración, todos los desplegados en los últimos meses.
“Durante toda la campaña dijimos que Santa Fe venía creciendo menos que la media nacional, que se necesitaba poner impulso a la industrialización de la provincia y esto, puesto en boca de la presidenta, enojó al gobernador, que la descalificó de mala manera, arteramente”, remató esta mañana el legislador kirchnerista, convertido casi en un convidado de piedra del debate y difícilmente beneficiado por él.
“Mientras hablaba silbaban, se acordaban de mi madre y en un gobierno democrático eso no es la decencia política”, apuntó por su parte Binner, que esta vez no se guardó el disgusto que ya había padecido en el acto del Día de la Bandera, donde el “copamiento” político y el clima beligerante por parte del kirchnerismo lo disuadió de hacer uso de la palabra.
Binner aprovechó ayer en Buenos Aires la exposición provocada por la polémica y, tras reunirse con la conducción de la Federación Agraria y fotografiarse junto a Eduardo Buzzi, concluyó en que “la gente está viendo lo que significa un gobierno y lo que significa otro”, en referencia a su propia gestión y la encabezada por Cristina Fernández.
Una elección extrapolada
La propia jefa de Estado eligió seguir alimentando la discusión y replicó a Binner desde Santiago del Estero, al presentar un plan de radarización (pág. 4). “Desde 2003 a 2010, Argentina creció a un promedio del 7,6 por ciento, mientras que Santiago ha crecido al 9 por ciento, y éstas no son cifras que suministre ningún organismo nacional, sino que se nutren de todos los organismos provinciales”, puntualizó, en obvia alusión a los dichos de Binner.
En la misma cuerda, la presidenta elogió al gobernador Gerardo Zamora -de origen radical- y al hecho de que Santiago del Estero sí “creció por encima de la media nacional”. De lo cual coligió que “lo más importante es que gente con distinta historia y con pertenencia a diferentes partidos políticos, podamos crecer y hacer cosas juntos”.
A escasas horas del comicio, los candidatos a gobernador cerrarán sus campañas esta noche: Bonfatti y Rossi en Rosario -uno con un acto político y otro con un recital de Bersuit Vergarabat- y Torres del Sel por TV, desde el living de Susana Giménez. Pero las elecciones santafesinas estuvieron hoy en las tapas de los diarios porteños y en los titulares de los noticieros por un debate que ellos no protagonizaron y que, alimentado por una equívoca danza de números y crispación, atraviesa la trascendental decisión del domingo. Y que, más allá y por encima de todo ello, está exclusivamente en manos de los santafesinos.