Euforia y sorpresa

Al estilo PRO, Del Sel festejó con el macrismo su inesperada elección

El candidato a gobernador desafió al socialismo a que “si no gobiernan bien”, su sector político lo hará en 2015. Mauricio Macri, que llegó a Santa Fe con todo su equipo, dijo que la elección del humorista fue “impresionante y conmovedora”.

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Mauricio Macri, Miguel Torres del Sel y Osvaldo Salomón festejan la excelente elección realizada, que desplazó al kirchnerismo al tercer lugar.

Foto: Mauricio Garín

 

Ivana Fux

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La impronta macrista copó ayer el Centro de Convenciones Los Maderos donde funcionó el búnker de Miguel del Sel. El despliegue PRO invadió el recinto e impregnó hasta el último rincón. Hasta los cestos estaban “vestidos” con paños rojos y amarillos, identificatorios del sector político. Como en el mejor salón de fiestas, todo era glamoroso; globos y cortinados en la misma escala cromática, grandes reflectores y luces de colores. Un salón con un escenario montado y a la par, una sala vip a la que se accedía con la correspondiente identificación -una pulsera que se otorgaba en el ingreso-. Allí, los funcionarios y dirigentes porteños, más algunos referentes locales, se mezclaban con periodistas entre livings dispuestos como al pasar, bordeando una pseudo pista de baile. A un costado, una barra de tragos y permanentemente, mozas ofreciendo bocaditos y algo de beber. Una mezcla de disco con política fashion.

La escenografía de “fiesta” montada para la ocasión se complementaba con una sensación de “alegría” que atravesaba cada intervención periodística o pública de los referentes del PRO. En el búnker convivían desde el dirigente sindical Gerónino “Momo” Venegas, pasando por la compañera de fórmula de Macri, María Eugenia Vidal; su jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, el rabino Sergio Bergman; el ex director del Banco Central, Martín Redrado; el candidato a vice de Del Sel, Osvaldo Salomón; el comentarista Fernando Niembro y hasta algún productor de Marcelo Tinelli.

Los profesionales del marketing político desplegaron todo su arsenal, y cada movimiento era coordinado por Rodríguez Larreta, que decidía desde quién y cuándo subían al escenario, hasta en qué momento se debía aplaudir.

“Sonrían; agradezcan el voto y muéstrense felices”, era la instrucción permanente a los dirigentes antes de que hablasen con los medios, aun cuando no había resultados decisivos. Pero nunca perdieron la euforia, y aunque recién después de la media noche pudieron hablar sobre datos consumados, en cada intervención que hicieron con el correr de las horas, se mostraron exultantes.

La transición

Mauricio Macri llegó después de media tarde al búnker pero no apareció hasta después de las diez de la noche. A las 21.45, las pantallas aventajaban por décimas a Del Sel pero desde Rosario, el socialismo anunciaba que según mesas testigo, Antonio Bonfatti había ganado la provincia por casi cuatro puntos. Entonces habló públicamente Osvaldo Salomón.

“Somos muy respetuosos y estamos esperando los datos oficiales. Tenemos una gran confianza y por sobre todo, una inmensa alegría por la elección que hemos desarrollado en la provincia. Es un final cerrado y puede ser un final cabeza a cabeza”, vaticinó.

Una hora más tarde, cuando la elección seguía siendo muy reñida, Rodríguez Larreta alentaba las palmas desde bambalinas y por fin, aparecieron Del Sel y Macri sobre el escenario; sólo habló el candidato a gobernador. “No sabemos cómo va a terminar la noche, pero esto ya es un triunfo impresionante”, dijo. “Más allá de lo que pase -sostuvo-, nos sentimos los verdaderos ganadores de esta elección”. Del Sel recordó instancias de la campaña, se emocionó y lloró. Después retomó el micrófono e interpeló a “los políticos”. “Les pedimos que no mientan más, por favor. Por eso nosotros venimos pero no prometemos nada; lo único que prometemos es trabajar con pasión y con alegría. Vamos a ver si escuchan los que se las saben todas; yo soy un principiante en la política. Dicen que no tengo experiencia y claro, si es la primera vez que participo. Pero todos los que tienen experiencia, ¿qué han hecho hasta ahora; qué han hecho?”, se preguntó. La intervención terminó con el “¡¡Borombombom, borombombom, Miguel del Sel gobernador!!”.

A las doce menos cuarto de la noche, en conferencia de prensa, habló Macri. En las pantallas se revertía la tendencia. Ahora, Bonfatti tenía 37,5% de los votos y Del Sel 36,3. “Estamos muy conmovidos con esta elección; siendo un espacio nuevo, con todos militantes nuevos, con un candidato que era su primera experiencia política; estamos realmente emocionados y conmovidos, y prevemos un final con bandera verde”, aseguró.

Ante el público

En el búnker ya sonaban Gilda y Los Palmeras y mientras llovían globos de colores, todos bailaban. Por fin, pasada la medianoche y después de que hablaran Bonfatti y Binner proclamando la victoria, volvieron a aparecer Macri y Del Sel. Esta vez, fue sobre el escenario en el salón donde estaba el público.

“Para nosotros ha sido maravilloso haber trabajado con Miguel -dijo Macri-; haber podido llevarle este entusiasmo a tantos santafesinos. Lo que hizo Miguel es algo increíble. Ha revolucionado la política santafesina”.

Del Sel felicitó a sus adversarios y pidió un aplauso tanto para Bonfatti como para Rossi. “Les deseo toda la suerte y ojalá que puedan cambiar la provincia porque yo la vi bastante mal. Hay mucha gente que necesita muchas cosas. Les puedo asegurar que en 2015, si esta gente no gobierna bien, vamos a gobernar Santa Fe. Mauricio presidente en 2015 y nosotros acá”, sentenció.

El actor hizo agradecimientos, invitó a subir al escenario a algunos referentes y remató con malas palabras varias intervenciones: “Macri ya me está cagando a pedos”; “me voy a meter los cuetes en el culo”; “vos sos una guacha nueva en la política”, le dijo a María Eugenia Vidal porque no recordaba su nombre.

Cobijado por el entorno macrista y cómodo en el escenario, el artista pidió música y cantó el jingle de la campaña. “Se viene Miguel, se viene Miguel, después no me digan que no te avisé...”. El ritmo de salsa, los chistes salpicados con palabras soeces y las risas que arrancaba del público por momentos parecían fusionarse con una escena de Midachi. Pero no era así; era el festejo del candidato que estuvo a tres puntos de ganar la gobernación de Santa Fe.


La lectura de Macri

Mauricio Macri fue mesurado a la hora de castigar al kirchnerismo. Consultado sobre si la derrota de Agustín Rossi lo era también para la presidencia, dijo que en cada distrito hay diferentes componentes que inciden en una elección.

“En esta provincia había una propuesta que implicaba la continuidad del gobierno actual de Binner; otra que era apoyada por el PRO y una tercera que era apoyada por la presidenta, y cada uno se expresó. Después queda para los analistas políticos qué porcentaje tiene que ver con el candidato, con la propuesta local y cuánto con el apoyo nacional. Cada uno sacará sus propias conclusiones. La votación demuestra que (la propuesta del kirchnerismo) no concitó mucho entusiasmo porque claramente es la propuesta que quedó más rezagada en términos del apoyo de la gente”, sostuvo.

Consultado por El Litoral respecto de si influyó en el electorado la intervención pública de la semana pasada de Carlos Reutemann cuando dijo que era peronista pero no kirchnerista, Macri dijo que ésa es “una opinión importante en la provincia”, pero evitó atribuirle un efecto determinante.

Finalmente, y acerca de cómo el resultado de ayer podría influir en la elección presidencial de octubre, Macri opinó que “la elección nacional todavía no arrancó. Para mí empieza después del 14 de agosto”.

Unos y otros

De los destemplados búnkers tradicionales a hoteles lujosos climatizados; de los típicos choripanes y la coca a una delicada salchichera, pizza, empanadas de copetín, bocaditos y tragos o bebidas light; de los habituales redoblantes a la música administrada por DJ profesionales; de los papelitos a los globos y las luces de colores; de las pancartas al cuidado merchandising de gorritas y remeras. De la política tradicional, a lo profesionales del marketing político.