la disputa por una banca abrió un reclamo fuera de lo común

Políticos que protestan por la ley electoral que convalidaron

La norma que regula los comicios de Santa Fe dejó vigente una exigencia de un decreto de la dictadura, que se viene aplicando desde 1983. Los legisladores y funcionarios que no advirtieron esa singularidad, ahora salen a la calle a reclamar por lo que ellos mismos omitieron.

Ignacio Hintermeister

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Cosas de una democracia que aún debe perfeccionarse y de una boleta única que todavía descubre las deliberadas imperfecciones que había debajo de las viejas sábanas, que ya no están tendidas con las manos de los aparatos.

Muchos de los responsables del sistema institucional de la provincia salieron ayer a reclamar contra un aspecto del sistema electoral que ellos mismos sancionaron y al cual se sometieron en los últimos comicios santafesinos.

La singular situación se plantea a partir del reclamo de Carlos del Frade. Encabezó la lista de Proyecto Sur a diputado provincial y sacó 2,46 % de los votos sobre el total del padrón provincial. La ley 9280 es un decreto del último gobernador de facto, que nadie derogó y que exige obtener 3 % como piso para acceder a la banca.

Sostiene el ex candidato de Proyecto Sur que la ley provincial 12.367 -sancionada en 2007- exige un piso del 3 %, pero no sobre el total del padrón sino sobre los votos afirmativos válidos emitidos; así la cuenta, sus 60.426 votos le alcanzarían para llegar a ser diputado electo.

El dato sería válido de no ser porque la norma invocada (12.367) regula las primarias pero no la elección general. La distribución de bancas sigue regida por aquella norma “de facto” que por el principio de continuidad jurídica sigue vigente (fue ratificada por la Corte santafesina en 2007) y así lo estaba cuando Del Frade se postuló.

planteos a coro

“Venimos a apoyar fuertemente que Del Frade comparta con nosotros la Cámara. Este tema se tiene que dirimir en las instancias políticas, no sólo las jurídicas que como siempre tiene dos bibliotecas. Creemos que esta banca legítimamente la ha ganado Del Frade y sería violentar la voluntad popular que no accediera”.

Lo dijo María Eugenia Bielsa; fue vicegobernadora de Santa Fe de 2003 a 2007. Cuando estaba en las postrimerías de su mandato, la Corte de Santa Fe falló a favor de un candidato del PJ en detrimento de otro radical, sobre un caso similar al que ahora plantea Del Frade.

Durante un acto desarrollado ayer en Rosario, Del Frade recibió el saludo de dirigentes de distintos partidos, como la propia María Eugenia Bielsa (PJ); la edil Norma López; el legislador Pablo Javkin (Coalición Cívica); los diputados Sergio Liberatti y Raúl Lamberto (PS), y la dirigente Vilma Ripoll (Movimiento Proyecto Sur), quien llegó desde Buenos Aires.

Incluso el gobernador electo de la provincia, Antonio Bonfatti, dijo que “si la ley es la que imposibilita la llegada de Del Frade como diputado, hay que eliminarla”. El ministro de gobierno no se expidió sin embargo con un carácter “retroactivo” para cambiar el sistema electoral.

La Corte aclaró el tema en 2007

El presidente del Tribunal Electoral, Rafael Gutiérrez, defendió la resolución del organismo que desestimó el planteo de Carlos Del Frade y ratificó la banca de diputado para el séptimo candidato del Pro, Demetrio Alvarez.

“Que (Del Frade) lea nuestra resolución. La ley dice que para aspirar a ser candidato se debe tener el 3 % de los votos válidos emitidos, pero el Art. 5 de la ley 9280 dice lo que hemos planteado en la resolución: que se necesita el 3 % del padrón” para ser diputado electo.

Consultado por El Litoral, Gutiérrez aclaró que “esto no es nuevo” y que la Corte lo resolvió en 2007, cuando él no estaba en el Tribunal Electoral. En aquella oportunidad, la banca la disputaban los candidatos Darío Scataglini (PJ) y Edgardo Martino (UCR por la línea de Luis Cáceres).

El Tribunal Electoral primero y la justicia ordinaria después, aplicaron el criterio del 3% del padrón y adjudicaron la banca al candidato del PJ. Martino recurrió hasta las máximas instancias judiciales, siempre con resultado adverso.

A partir de entonces, ningún sector político ni ninguno de los referentes que ayer estuvieron en la movilización de Rosario -algunos de ellos actuales legisladores- promovieron cambios en la legislación que regía entonces y que, de hecho, sigue vigente.

/// análisis

El otro prejuicio

I. H.

“Es una norma de la dictadura que beneficia al PRO y desestima la voluntad popular que eligió un candidato de izquierda”.

Esa lógica tentadora puede ofrecerse como políticamente correcta, pero oculta falacias peligrosas.

Aunque sea de la dictadura, la exigencia electoral del 3 % para acceder a una banca es una ley vigente por convalidación democrática.

Legislar para atrás y a la medida de un interés particular, después del escrutinio específico de un comicio, es un acto inadmisible para el sistema republicano; si se hiciera, quedaría el antecedente de que todo resultado electoral es susceptible al cambio de reglas.

Es cierto que se violenta la voluntad popular y que hay incongruencias entre el sistema de las primarias y el de la elección general para distribuir cargos. Los que hoy reclaman debieron advertirlo antes y pueden promover normas correctivas, pero sólo para mejorar lo que ha de venir.

La verdad contrafáctica es siempre una especulación, pero no deja de ser una tentación. Si esa misma “norma de la dictadura” beneficiara al candidato de izquierda en detrimento del postulante del PRO, ¿sería igualmente repudiable por su origen? La respuesta corre por cuenta de cada lector.